Renegociación de contratos de suministro

El acuerdo Naturgy-Sonatrach devuelve a Argelia el liderazgo en la venta de gas

Argelia se sitúa de nuevo como principal suministrador de gas natural a España,  con las mayores importaciones del año.

El gasoducto Medgaz deja de suministrar gas a España durante tres días por problemas en Argelia
El gasoducto Medgaz es la gran vía de suministro de gas a España desde Argelia.
EUROPA PRESS

Las aguas vuelven a su cauce. La renegociación de contratos de suministro de gas entre Naturgy y su socio, la empresa estatal argelina Sonatrach, ha devuelto al país norteafricano al primer puesto como suministrador de España tras los meses en los que fue desplazado por EE UU y Qatar. Según la corporación que gestiona las reservas estratégicas Cores, Argelia suministró en septiembre a España el equivalente a 10.036 GWh de gas, el 30,9% del total de importaciones. Septiembre fue el mes con más compras del año, aunque comparadas con el mismo mes de 2019, las importaciones totales de gas cayeron un 19,8%.

Septiembre fue también el mes clave en las negociaciones de Naturgy y Sonatrach para ajustar los precios de compra de los contratos de suministro a un mercado con precios a la baja y caídas de demanda por la pandemia. Las negociaciones fueron rubricadas a principios de octubre en el marco de un viaje institucional del presidente del Gobierno Pedro Sánchez a Argel. 

En las semanas previas, coincidiendo con la recuperación argelina del podio como suministrador número uno de España, los equipos del presidente de Naturgy, Francisco Reynés, y del presidente y consejero de Sonatrach, Toufik Hakkar, habían analizado y pactado nuevas condiciones comerciales para los contratos firmados en las últimas décadas tanto en precios como en volumen y en duración. 

gas argelia
gas argelia
Santiago Carcar

Las negociaciones, iniciadas en primavera a instancias de Naturgy, con momentos muy tensos, afectaron al suministro de gas argelino hacia España en los meses de verano. El emirato de Catar dio el sorpasso y llegó a suministrar en julio el 23,9% del gas (8.146 GWh), mientras Argelia representó el 22,0% del total. El pequeño país del Golfo Pérsico, destacado por sus reservas de hidrocarburos y su riqueza, ocupó el podio en un mes atípico, marcado por la caída del consumo y de las transacciones comerciales por la hibernación económica y la pandemia. 

Tras el viaje de Sánchez y de Reynés a Argel, las relaciones comerciales Naturgy-Sonatrach vuelven a la normalidad. Naturgy tuvo que abrir la caja de los truenos en primavera apurada por los resultados, el bajón del consumo y el desplome de los precios. Entonces decidió renegociar los contratos de suministro en general y especialmente con Sonatrach -accionista de la compañía, socio en el gasoducto Medgaz que une Argelia y España y principal suministrador del grupo-. El asunto está cerrado y se ha evitado la guerra en los tribunales. 

Argelia recupera el puesto que ha tenido en las últimas tres décadas como gran exportador de gas natural hacia España, aunque adaptado a un mercado en transformación  por la situación de la economía internacional, la conversión de EE UU de país importador a país exportador y los planes de lucha contra el cambio climático.

Excesiva dependencia

El origen y la cuantía de las importaciones de hidrocarburos son cuestiones vitales para un país como España que supera en más de 20 puntos la tasa de dependencia energética de la UE.  Es el flanco más descubierto y débil de la economía. La cuenta -prepandemia- ya era estremecedora: 20 dólares de subida en el barril suponían 10.000 millones de impacto en la economía, con efectos negativos en el consumo de los hogares, en el déficit público y en la deuda.

La rebaja de la dependencia energética es un objetivo difícil de lograr. El segundo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) reconoce que pecó de optimista al afrontar la cuestión. El primer borrador del plan contemplaba que la dependencia caería al 59% en el año 2030. El segundo documento, más realista, sitúa el objetivo en el 61%, todavía muy por encima de la media europea.

Para difuminar los riesgos sobre la seguridad energética y el abastecimiento, en los últimos años, los Gobiernos de España apostaban por las interconexiones con Francia. También en el caso del gas, para aprovechar sobre todo la materia prima importada por gasoductos. Pero la Unión Europea (UE) ha eliminado del listado de proyectos de interés común (PIC) las interconexiones de gas con Francia (Midcat) y con Portugal.

Mostrar comentarios