Adecco y McKinsey, encargados de recolocar a 7.791 personas de CaixaBank

La nueva CaixaBank ha presentado este miércoles su plan de recolocación a los sindicatos en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretende dar salida a 7.791 empleados de la entidad. El banco quiere que todas las personas afectadas por el ajuste que quieran seguir trabajando encuentren un nuevo empleo y para ello ha contratado a las agencias Mckinsey y Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco), quienes estarán a cargo  de realizar "el análisis de ocupaciones con empleadores y de la creación y gestión del ecosistema de empleo", según fuentes sindicales. 

Según ha explicado la dirección de CaixaBank en una nueva reunión con la representación laboral, la consultora McKinsey será la responsable de realizar un estudio de la situación actual del empleo en España, mientras que Lee Hecht Harrison (Adecco) deberá desarrollar el programa de recolocación externa. Además, General Assembly (también del Grupo Adecco) se centrará en ofrecer formación digital a los trabajadores.

De este modo, se analizarán las perspectivas económicas por territorios e identificará los sectores con mejores expectativas de evolución y los perfiles necesarios para cubrir la demanda de talento de las nuevas empresas emergentes a escala local y con el mayor nivel de detalle posible. Esta propuesta incluye un plan de consultoría ilimitado, sesiones de coaching o una oferta de formación con más de 16.000 cursos para la adquisición de nuevas competencias y la recapacitación, cuando sea necesario, hacia perfiles más cercanos a las nuevas demandas laborales. CaixaBank presume de que estas agencias tienen importante experiencia en procesos de reestructuración del sector bancario, en los que han conseguido tasas de recolocación muy altas.

Los sindicatos han calificado este gran plan de recolocación externa de "lavado de imagen", al tiempo que han recordado que cualquier compañía en España que acometa un despido colectivo que afecte al menos a 50 personas está obligado legalmente a ponerlo en marcha. Además, han llamado "hienas y buitres" a los directivos de CaixaBank , subrayando el hecho de que vayan a despedir a miles de personas cuando la cúpula se sube los sueldos. 

Para los representantes sindicales, las recolocaciones son interesantes, pero siempre y cuando haya una voluntariedad absoluta en las salidas, un elemento que consideran fundamental en este proceso. Por ello, han vuelto a subrayar su absoluto rechazo a los despidos forzosos, a las medidas traumáticas y al recorte de las condiciones laborales.  Además, han trasladado su opinión de que los despidos deben producirse a través de un plan escalonado a tres años, de modo que el proceso de ejecución se prolongue por lo menos hasta diciembre de 2023. 

La entidad ha comunicado ya en varias ocasiones que su intención es que para las salidas se impongan los criterios de meritocracia, pero los trabajadores piensan que esta es solo una fórmula que provocará que las personas queden "marcadas y estigmatizadas" en el momento de incorporarse al mercado laboral, que ya de por sí ven prácticamente imposible dada la situación económica del país, lastrada por la crisis derivada de las medidas de contención del coronavirus. 

Durante la cita, los sindicatos han puesto encima de la mesa su propuesta para llevar a cabo la mayor reestructuración de la historia de la banca española: los nacidos en 1969 y anteriores con un 70% del salario bruto anual y  los nacidos entre 1970 y 1972 con el 65% del sueldo del año, en los dos casos con el pago del convenio especial de la Seguridad Social, revalorizable hasta la fecha de jubilación, además de aportación al plan de pensiones de empleados y el mantenimiento de la póliza sanitaria, así como del resto de beneficios sociales y condiciones. Para el resto de personas, solicitan 50 días de salario por año de trabajo, con un mínimo de 36 mensualidades.