La cobertura de asistencia sanitaria se ha convertido en el penúltimo oasis del seguro. Su capacidad para crecer en plena crisis ha atraído, incluso, a nuevos jugadores y las perspectivas son halagüeñas, si bien tropieza con un desafío a futuro: retener clientes cuando las enfermedades crónicas encarecen los precios al dispararse el recurso al servicio. SegurCaixa Adeslas, el líder del ramo con casi un tercio de la facturación, ensaya cómo abordar la situación y abaratar las pólizas a personas a partir de cierta edad con una asistencia a medida.
La compañía propiedad de Mutua Madrileña y Caixabank ha comenzado, de hecho, a rodar un piloto bautizado como ‘Adeslas Senior’ que apuesta por asignar un ‘médico guía’ al cliente, conocedor de su historial clínico, para que le lleve de la mano y aconseje sobre cómo encarar las dolencias -a qué especialista acudir o las pruebas más pertinentes-. En paralelo incentivará la prevención con asesoramiento para que se cuide. Su intención es atacar esos costes de más en los que incurre y acaban repercutidos al precio con la prestación tradicional, donde la barra libre de especialistas o pruebas médicas provoca un uso ineficiente y gravoso por simple desorientación.
“Con la estructura de población que tenemos, estamos obligados a buscar soluciones a esta situación y probablemente los productos y servicios que están en el mercado no son capaces de satisfacer. Las personas que sufran enfermedades crónicas es un reto claro”, indicó el consejero-director general de SegurCaixa Adeslas, Javier Murillo, quien admitió que la compañía está respondiendo a la feroz competencia desatada en Salud en general. Se trata de un ramo con desembarco de nuevos operadores como Línea Directa que acaba de arrancar operativa compitiendo en precio. Y aún así volvió a crecer en cuota de mercado: copa el 29,1% de la tarta, seguido por Sanitas (15,8%) y Asisa (13,9%).
Salud es el corazón de la actividad porque genera el 66% de la facturación total -recaudó 3.547 millones de euros-, aunque la contribución a la cuenta de resultados se va diluyendo con el tiempo por la decisión de empujar otros negocios de mayores márgenes. Precisamente, el alto uso de las prestaciones provoca que en Salud el 94 o 95% de los ingresos vayan a cubrir los costes de uso, frente al 70-75% consumido en el resto de ramos.
“Crecemos más en ramos distintos de salud y esa es un poco la estrategia. Nos convierte en una compañía más sólida, porque está más diversificada, y más sostenible”, reivindicó a su vez el presidente Ejecutivo Javier Mira. SegurCaixa disparó un 23,3% el beneficio, hasta los 314 millones, con un aumento del 7,8% en los ingresos por primas y del 6,2% en la captación de clientes -la cartera supera los 6,3 millones-.
Crece en negocio, resultados y cuota pese a inquietud desatada con el pulso independentista en Cataluña que provocó el traslado de su sede a Madrid y le llevó a rescindir la póliza de seguro de responsabilidad civil que tenía con el Parlamento catalán al cambiar las condiciones del contrato con su promulgación de independencia unilateral. Según sus ejecutivos, que no ha tenido afectación alguna en el negocio.
Su afán es multiplicar la relación y hacer crecer una venta cruzada que hoy por hoy hace que sus clientes contraten de promedio 1,5 productos. Para captar usuarios, convertirlos en más fieles y evitar que nuevos operadores, esta vez del mundo Fintech, arrebaten terreno ha decidido destinar 120 millones de euros a tecnología y digitalización en los próximos seis años. Una de sus ventajas es que tiene además detrás las 5.000 sucursales de Caixabank para prescribir los productos, algo de lo que carecen buena parte de los competidores directos -el 70% de la nueva producción tiene, de hecho, origen en sus ventanillas-.
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