Proyecto piloto

Adif testea el uso de fibra óptica para detectar terremotos por todo el mundo

El Instituto Geográfico Nacional hace uso de la inmensa red de fibra óptica situada en la infraestructura del gestor ferroviario para verificar si se pueden detectar grandes seísmos, de más de 5 grados. 

Infraestructuras de Adif
Adif prueba su fibra óptica como forma de detectar terremotos por el mundo
Adif

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias está explorando junto al Instituto Geográfico Nacional una nueva fórmula para detectar terremotos de magnitud superior a 5.0 grados en la escala de Richter. Lo hace aprovechando la fibra óptica instalada en su infraestructura para la red convencional y de alta velocidad por la que circulan los trenes españoles, una vez atendidas las necesidades de la explotación ferroviaria. De esta forma, el IGN estudia si es viable aplicar la tecnología DAS (Distributed Acoustic Sensing) a la fibra que Adif tiene desplegada por toda España. 

La Red Sísmica Nacional, perteneciente al IGN, con quien Adif firmó un acuerdo de colaboración en 2022 para este tipo de estudios técnicos, forma parte de un proyecto que realiza mediciones mediante sistemas de fibra para dilucidar cómo debería ser un sistema de monitoreo global basado en tecnología DAS para aplicarse en sismología.

En este piloto, Adif ha puesto a disposición de la Red Sísmica Nacional un tramo de 30 kilómetros de fibra óptica instalada entre Soto del Real (Madrid) y Segovia, en la línea de alta velocidad Madrid-Valladolid. En este tramo, la infraestructura circula bajo el sistema montañoso central a través de los túneles de Guadarrama, los más largos de la red española hasta que entren en servicio los de Pajares (Asturias).

Así, la fibra se ha convertido en una densa red de sensores distribuidos cada 20 metros que, mediante la comparación de las señales detectadas por estos sensores con el catálogo sísmico, comprueban si es capaz de detectar terremotos de magnitud superior a 5 grados en cualquier parte de la tierra. El conjunto de datos que se obtenga se almacenará en un repositorio público para poder ser usado por la comunidad científica. 

Una tecnología con mucho potencial

Adif y el IGN ya probaron esta tecnología en la línea de alta velocidad entre Antequera y Granada. Allí se instalaron 3.000 sensores horizontales distribuidos cada 10 metros a lo largo de 35 kilómetros. Entonces, la prueba sirvió para comprobar la viabilidad del uso de la fibra óptica para estos fines y se analizaron las ventajas de incorporar este registro a las tareas de detección y localización de terremotos. 

La gran cobertura espacial y la facilidad de despliegue son las principales ventajas de esta novedosa técnica que con un solo equipo puede contar con miles de sensores distribuidos a lo largo de decenas de kilómetros, haciendo uso de una red que ya existe. Además, esta tecnología DAS se puede extender a otros usos ferroviarios, como para detectar desprendimientos que afecten a la infraestructura y que ya se prueba en un tramo de la línea Manresa-Terrassa, en Cataluña. 

A día de hoy, la red de fibra óptica de Adif y Adif AV supera los 24.000 kilómetros de longitud, con una gran capilaridad por toda la geografía española y que está interconectada con las redes de Francia y Portugal. Da soporte a la explotación ferroviaria, pero también posibilita la implantación de últimas tecnologías, como el sistema de señalización ERTMS o el modelo de comunicaciones móviles GMS-R.

La fibra óptica como forma de obtener beneficios

Tal es la importancia de esta infraestructura, que el gestor ferroviario se planteó en 2021 buscar un socio comercial que pudiera hacer uso de la llamada fibra oscura, aquella fibra óptica instalada pero que no estaba en uso, y que suponía una nueva línea de negocio muy atractiva para Adif. Pero para ello requería de cierto desarrollo comercial y operativo que no podía ejecutar sin socios expertos en ese área. 

Por esa razón, lanzó una consulta pública al mercado para conocer el interés de las 'teleco' por explotarla en determinadas materias clave para la digitalización de la economía española, como la llegada del 5G al ámbito rural. La red de fibra óptica de Adif está cedida hasta 2034 a Reintel, filial de Red Eléctrica, que ostenta los derechos de uso y gestión de la explotación de 16.386 kilómetros de fibra. 

A eso se suman otros 6.130 kilómetros, mas otros 7.800 kilómetros que o bien han entrado en operación o está previsto que lo hagan antes de 2024, y que pertenecen exclusivamente a Adif y Adif AV. El nuevo vehículo inversor con el que la empresa pública pretendía explotar sus telecomunicaciones dispondría de cerca de 16.000 kilómetros, a lo que se sumarían otros tantos que revertirán al Estado la próxima década. 

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