La letra pequeña del DORA II

La CNMC dejará las tarifas de Aena en manos de la ministra de Transportes

El regulador del mercado recuerda que su informe es preceptivo y que no ha incorporado al cálculo final sus propias previsiones de tráfico de pasajeros para el periodo 2022-2026.

Cani Fernández
Cani Fernández, presidenta de la CNMC.
EP

A falta de dos meses para que se resuelva el DORA II, el marco que fija las tarifas aeroportuarias que Aena puede imponer a las aerolíneas para usar su infraestructura durante los próximos cinco años (2022-2026), el papel de la CNMC puede quedar en entredicho. Pese a haber recomendado un ajuste a la baja respecto a la propuesta de la cotizada española, el supervisor de los mercados no ha querido entrar a analizar un componente clave de este documento que determinará el resultado final: la previsión de los niveles de tráfico aéreo. Para dicha estimación, el organismo dirigido por Cani Fernández ha decidido inhibirse y no incluir sus estimaciones.

Este movimiento va a provocar que la última palabra esté en manos de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), que elevará su documento a aprobación del Consejo de Ministros antes de que finalice el mes de septiembre. La DGAC es la entidad dependiente del Ministerio de Transportes (MITMA), brazo del Gobierno que en última instancia controla a Aena a través de su principal accionista Enaire. El Ministerio de Transportes, además, acaba de ser renovado hace solo unos días y cuenta como principal responsable con Raquel Sánchez, en sustitución de José Luis Ábalos

El motivo de pasar la pelota a Aviación Civil, según explican fuentes del organismo de supervisión, es que el estudio y las estimaciones de tráfico de pasajeros que realizó la propia CNMC se llevaron a cabo en un momento todavía marcado por la incertidumbre. Así, los repuntes de contagios, las variantes del coronavirus que aparecían (en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, por ejemplo) y el proceso de vacunación desigual entre los distintos países de Europa llevaron a la conclusión de que sus estimaciones carecían de sentido y, por tanto, no era adecuado utilizarlas para los cálculos del DORA. Esa incertidumbre, añaden las mismas voces, explica que en su propuesta las previsiones de tráfico aéreo introducidas sean las mismas que las de Aena, pese a reconocer que son conservadoras.

Las previsiones de tráfico, fundamentales para el precio final

La previsión de tráfico aéreo para 2022-2026 es un aspecto sumamente importante en el DORA. Es uno de los factores que se incluyen para elaborar la propuesta final, junto a otros condicionantes como los ingresos regulados estimados para Aena durante un ejercicio o el coste medio ponderado de capital (WACC). También es el que más discrepancias ha levantado en las distintas reuniones entre Competencia, la asociación de las aerolíneas ALA Spain y la propia Aena, como relata el informe del organismo regulador.

De entre todos los organismos que se han pronunciado al respecto, Aena ha sido el que ha tenido las previsiones de tráfico aéreo más conservadoras. Cree que los niveles anteriores a la crisis sanitaria se adelantarían, en todo caso, primero en Madrid Barajas y Barcelona el Prat en el 2024 (al 95%) y más tarde, en 2025, en Alicante-Elche y Málaga-Costa del Sol

Con previsiones de tráfico menos conservadoras, la rebaja de las tarifas sería mayor

La compañía semipública no espera un nivel de pasajeros anterior a la pandemia hasta el año 2026, fecha muy alejada si se compara con las previsiones llevadas a cabo por entidades de la talla de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Eurocontrol y Oxford Economics. Mientras la compañía presidida por Maurici Lucena espera 279 millones de pasajeros para dentro de cinco años, las entidades internacionales consideran que no serán menos de 318 millones para las mismas fechas. 

Pese a tener en cuenta las previsiones de tráfico de Aena para su elaboración, la CNMC ha concluido en su propuesta que las tarifas del gestor aeroportuario deben rebajarse al 0,44% durante el próximo quinquenio. No obstante, reconoce que esa rebaja podría rondar incluso el 0,5% anual si se toman como referencia otras previsiones de tráfico aéreo menos conservadoras. La propuesta dista mucho de la de Aena, que solicitó una subida del 3,29% durante el mismo periodo. A este respecto, desde el gestor aeroportuario matizan que su propuesta es incrementar dichas tarifas, pero un 0,52% entre 2022 y 2025 y solo un 3,29% en 2026.

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