Aena prevé que sea un tercero el que pague los sobrecostes con que la crisis sanitaria lastró a los aeropuertos españoles durante el pasado ejercicio. La empresa pública ya ha solicitado una compensación al Estado y guarda un as en la manga por si el Gobierno dribla el golpe. El grupo prevé extender una factura de cerca de 15 millones de euros en concepto de gastos sanitarios a las aerolíneas que operan en sus bases. Las compañías aéreas afrontarán este desembolso en 2022 cuando, al pago de las tarifas habituales, la compañía incluirá el citado cargo, resultado de multiplicar una tasa adicional de 0,35 euros por pasajero por los más de 42 millones de viajeros que Aena recibió entre la primera declaración del estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, hasta el 31 de diciembre del año pasado.
La compañía -participada en un 51% por el Estado a través de Enaire- tiene previsto cobrar también a las aerolíneas los gastos sanitarios en que incurra a lo largo del año en curso con motivo de la Covid. "La tasa de 35 céntimos por pasajero se ha marcado a raíz de los costes registrados para el pasado ejercicio, pero este importe podría variar en función de cuál sea la inversión de Aena por este concepto al cierre de2021", detallan desde la empresa a La Información. El sistema será el mismo: el grupo multiplicará una tarifa extra por viajero, sea cual sea, a los cerca de 137 millones de pasajeros que la empresa prevé gestionar durante 2021. El monto total resultante computará en 2023 a las aerolíneas.
La compañía prevé compensar con el citado importe el coste de las medidas de contención que ha aplicado por la actual crisis sanitaria. En sus últimas cuentas anuales, la compañía cifra en 53 millones de euros el desembolso adicional que se ha anotado a consecuencia de los controles operativos y sanitarios que activó durante el año pasado. El Real Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio -que el Gobierno aprobó para definir los márgenes del periodo conocido como 'nueva normalidad'- garantizó a Aena el derecho a recuperar tanto los costes en que pudiera incurrir por las medidas aplicadas ante la Covid-19 por el gestor aeroportuario, como el 'agujero' derivado de la colaboración de la empresa con las autoridades en materia de seguridad. El Ejecutivo dejó la puerta abierta a que las aerolíneas pagasen la cuenta.
Este martes, el gestor aeroportuario publicó las claves de su propuesta final del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA II) para el periodo 2022-2026. El texto es la hoja de ruta para la actividad de la red de Aena, del sistema para medir la calidad del servicio en sus bases hasta los importes máximos que Aena puede cobrar a las aerolíneas por pasajero. Este último punto ha disparado la polémica. El DORA II -que aún debe recibir el visto bueno de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) y la luz verde del Consejo de Ministros- recoge una subida de las tarifas (el ingreso máximo por pasajero o IMAP) del 5% en el conjunto del periodo comprendido entre 2022 y 2026.
El calendario de Aena confirma que el inicio de este incremento tarifario -del 0,52% anual hasta 2025 y del 3,29% en 2026- coincidirá con el comienzo, en 2022, de la exigencia de ese cargo 'extra' por los sobrecostes de las medidas sanitarias que Aena tiene previsto endosar a las aerolíneas. Ese año, la compañía tiene previsto cobrar 9,94 euros por pasajero, un alza respecto a los 9,89 euros con que cerrará el último ejercicio del periodo que abarcaba el actual DORA. Precisamente, este último documento es el que el Gobierno marcó como guía para establecer las compensaciones de Aena por el desembolso originado por las medidas de contención de la compañía frente al coronavirus.
Aena ya ha solicitado a la Dirección General de Aviación Civil la flexibilización del DORA aún vigente con el objetivo de obtener una compensación que percibiría entre 2027 y 2031
"Dichos costes se recuperarán en el marco del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) y, por ello serán analizados y supervisados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)", reza el real decreto de la nueva normalidad. La norma estipuló que a dicha recuperación del gasto de la que se beneficiaría la compañía habría que descontar "las posibles subvenciones u otro tipo de ayudas económicas que eventualmente pueda recibir Aena para llevar a cabo estas actividades".
El gestor aeroportuario ya ha emitido su solicitud para lograr un margen suficiente, gracias a una eventual flexibilización del Documento de Regulación Aeroportuaria por cortesía de la Dirección General de Aviación Civil, que le permita recibir una compensación, aún por cuantificar, que el grupo percibiría entre los años 2027 y 2031. "Aena ha presentado ante la DGAC la solicitud de modificación del vigente DORA (2017-2021) (...) como consecuencia de los efectos y el impacto económico ocasionados a la sociedad por la Covid-19 en los ejercicios 2020 y 2021", recoge el hecho relevante que el gestor aeroportuario remitió el martes a la CNMV.
Independientemente de la respuesta de las autoridades a la petición de la compañía -que deberá resolverse en un plazo de seis meses-, el cargo de 15 millones correspondiente a la 'factura Covid' de 2020, así como el recibo de los gastos sanitarios de 2021 en que incurra la empresa pública serán repercutidos al buzón de las aerolíneas en 2022 y 2023. Esta tarifa extraordinaria supondrá un nuevo lastre que las compañías aéreas deberán acarrear en medio de su batalla por remontar el vuelo.
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