Aena tira de la banca y pide un crédito de 800 millones para cancelar deuda antigua

  • La compañía ha conseguido ampliar el plazo de su financiación para necesidades generales corporativas hasta los 5 años, prorrogables otros dos más.
Aena, presentación plan estratégico 2018-2021 / EP
Aena, presentación plan estratégico 2018-2021 / EP

Aena ha vuelto a tirar de los bancos. La compañía ha formalizado una línea de crédito sindicada sostenible por importe de 800 millones de euros, según han informado. La operación ha sido cubierta por las "principales entidades financieras" y dirigida por BBVA y Banco Santander. 

Con esta operación la compañía ha conseguido ampliar el plazo de su financiación para necesidades generales corporativas hasta los 5 años, prorrogables otros dos más, gracias a las condiciones favorables del mercado, tal y como ha señalado la propia firma. 

La característica más destacada de esta operación es que el tipo de interés se fija en función, no sólo del rating crediticio, sino también de la evolución de parámetros de sostenibilidad de Aena en cuestiones ambientales,sociales y de buen gobierno.

Además, según ellos mismos han confirmado, cancelarán las líneas de crédito existentes por importe de 1.000 millones con vencimiento este 2019. 

Este hecho está en línea con las cifras que la empresa participada por el Estado presentó en el último ejercicio. En 2017 gestionó los traslados por vía aérea de 315 millones de pasajeros, operó con 172 aerolíneas, conectó con 367 destinos en 87 países y facturó más de 4.000 millones de euros - lo que le sitúa como el primer operador aeroportuario del planeta -.

Gracias a ello, acumuló un beneficio neto de 1.232 millones de euros, que en un 80% distribuyó hacia sus afortunados accionistas -entre los que se encuentra en un 51% el Estado-. Por ello, uno de los principales intereses de Aena fue tender a la internacionalización, algo que apoya el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez tras el 'road show' que llevó a cabo hace solo unas semanas por Cuba. 

Eso sí, para ello, la empresa tuvo que dejar de lado otros proyectos, como el de la puja internacional por la gestión de los siete aeropuertos de la isla japonesa de Hokkaido que, tras la salida de García Legaz, se quedó en vía muerta y no llegó tan siquiera a presentar oferta por este proyecto. 

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