Aena descarta abonar un dividendo con cargo a sus resultados del pasado ejercicio. El gestor aeroportuario lleva ya tres años sin retribuir a los accionistas a través de esta vía. La causa, las pérdidas que registra por la caída de la actividad de las aerolíneas por la pandemia del coronavirus. El presidente de la compañía, Maurici Lucena, ha informado a la junta general de accionistas de esta decisión, que confía en revertir "en breve". Aunque no ha puesto fecha a esa recuperación del dividendo, sí ha señalado que la recuperación del tráfico aéreo de 2019 no se producirá hasta 2025.
Ha avanzado que el 'pay out' (la parte de beneficio destinada a dividendos) -que se situaba en torno al 80 % antes de la Covid- "va a seguir siendo alto" y ha destacado que están ultimando el Plan Estratégico 2022-2026, el documento marco de la actividad junto al de regulación aeroportuaria, el DORA II, también para ese periodo. En 2021 la empresa, participada en un 51% por la sociedad pública Enaire, perdió 60 millones de euros, la mitad de los 126,78 millones que se dejó en 2020. En 2019 había ganado 1.442 millones de euros pero optó por destinar los beneficios a reservas y fortalecer su solvencia.
En este momento, ha dicho el presidente, la preocupación era "preservar la caja para parar el golpe si venían peor dadas" y ha señalado, a preguntas de un accionista, que la suspensión del dividendo fue "correctísima" porque el aumento de la ratio de deuda sobre ebitda (resultado bruto de explotación) "no aconsejaban esa política".
Panorama incierto, previsiones esperanzadoras
Lucena ha explicado a la junta que el efecto de la invasión de Ucrania por Rusia, la subida de la inflación y del precio de la energía y las dudas sobre la evolución de los tipos de interés y la política monetaria "tiñen de incertidumbre un panorama esperanzador". Para la temporada de verano las previsiones son "muy esperanzadoras", aunque "es probable" que haya "ajustes a la baja" sobre lo calculado antes de la guerra.
En febrero pasado Aena se situó en los máximos de 2021 (en noviembre de ese año había recuperado un 79% de la actividad preCovid) y en marzo, aunque todavía no se conocen, los datos "invitan al optimismo". El presidente del gestor aeroportuario ha recordado que el cambio normativo que entró en vigor en octubre, que obliga a Aena a rebajar las rentas que cobra a los inquilinos comerciales por la caída del tráfico de pasajeros, tendrá un impacto en sus cuentas de 1.300 millones de euros. Lucena ha insistido en que esta medida es inconstitucional.
Igualmente ha saludado la aprobación del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA II) para el periodo 2022-2026 porque aporta certidumbre y contribuye a la recuperación del turismo, dado que las tarifas que cobra el operador a las aerolíneas no crecerán en este tiempo. En 2022 las tarifas bajarán un 3,17%, tal como aprobó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), dato que Lucena ha comparado con el 53% que subirán en el aeropuerto londinense de Heathrow.
En términos reales, teniendo en cuenta la inflación, las tarifas bajarán en el periodo de vigencia del DORA, "lo que nos obligará a hacer un enorme esfuerzo para mantener a raya los costes operativos". Al tiempo, ha informado a la junta de la solicitud del reequilibrio financiero del DORA I por la fuerte caída de ingresos derivada de la Covid.
Mientras que en España ese reequilibrio le ha sido denegado por el regulador -recurrido por Aena- en Brasil (donde gestiona seis aeropuertos), en el de Lutton (Gran Bretaña) y en el de Murcia (donde opera el aeropuerto en régimen de concesión) los reguladores sí han aprobado las compensaciones por ese descenso de ingresos.
Nombramientos
Los accionistas han ratificado la reelección de Lucena como consejero ejecutivo para evitar que cuando venza su mandato en curso, el próximo julio, deba prorrogarse de forma provisional hasta la siguiente junta. La junta de Aena ha dado el visto bueno también a los nombramientos de tres nuevos consejeros dominicales, en representación del accionista principal: Raul Míguez, Manuel Delacampagne y Eva Ballesté, que sustituyen a Francisco Ferrer, Marta Bardón y Angel Luis Arias, respectivamente.
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