Aena espanta el Brexit y se plantea una subida de ingresos en su plan estratégico

  • La temporada de verano da alas al gestor aeroportuario que podría elevar hasta el 5% el tráfico de pasajeros frente a la actual previsión del 2%.
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EFE

La programación de la temporada de verano del sector aéreo ha supuesto un soplo de aire fresco para Aena hasta el punto de que la compañía que gestiona la red de aeropuertos en España se está planteando una revisión del plan estratégico presentado en octubre con el fin de ajustar sus ingresos al alza en el conjunto del presente ejercicio. La previsión contemplada en el plan situaba en un exiguo 2% el incremento del volumen de negocio derivado del tráfico de pasajeros, un guarismo que ha sido ampliamente superado durante los tres primeros meses con un aumento medio superior al 5%. Este último dato es la nueva referencia sobre la que Aena espera consolidar su cifra de ingresos, cuyo importe definitivo deberá ser comunicado a la CNMV.

Tanto el cierre de 2018 como la evolución del primer trimestre de 2019 han evidenciado las cautelas de la actual dirección de la compañía ante las grandes incertidumbres que acechan a la economía internacional en la que se desenvuelve la actividad de Aena. No en vano, la estimación de beneficios contemplada en octubre que era de 1.272 millones de euros ha quedado muy lejos del dato real oficializado a finales de febrero. El gestor aeroportuario cerró el pasado año con unos resultados positivos de 1.328 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,8% respecto al ejercicio precedente. Como reconocen en el Ministerio de Fomento, Aena sigue siendo la ‘gallina de los huevos de oro’ del Estado que, con un 51% del capital, es el principal beneficiario de ese 80% de dividendo que reparte la sociedad entre sus accionistas.

El actual presidente de Aena, Maurici Lucena, sabe que tiene en sus manos una compañía estratégica dentro del sector público empresarial que, además, es la única de capital estatal que cotiza en bolsa. Estas circunstancias fueron determinantes a la hora de proyectar el pasado otoño un plan de negocio como un especial ejercicio de prudencia, lo que ahora permitirá a la entidad demostrar su plena capacidad de gestión con una mejora sustancial de los principales indicadores económicos. Los altos vuelos de Aena están siendo de hecho registrados en bolsa donde el valor de la compañía ha ido recuperando paulatinamente el pulso en estos seis meses transcurridos desde la presentación del plan estratégico hasta alcanzar una cotización durante las últimas fechas en el entorno de los 160 euros por acción.

Los registros de tráfico de los primeros compases del año han constatado la oportunidad de revisar el plan estratégico ya que los incrementos en tasa interanual han alcanzado el 7% en enero y el 6,4% en febrero. No obstante, se trata de dos meses poco significativos en la actividad de la empresa, por lo que Aena ha preferido esperar las peticiones formales de reservas que las aerolíneas efectúan de cara a la temporada de verano comprendida entre finales de marzo y finales de octubre. La respuesta de las compañías ha sido plenamente satisfactoria como demuestra el dato de los más de 217 millones de asientos  programados de cara al semestre que comenzó el pasado domingo y sobre el que se concentra el momento álgido en el mercado de transporte aéreo.

La cifra de reservas representa un incremento del 6,1% con respecto al pasado año y viene a consolidar una perspectiva que está claramente por encima de las previsiones contempladas en el plan estratégico. Además, el número de movimientos programados de vuelos comerciales ha superado los 1,2 millones, con un crecimiento del 4,3%. Bajo esta nueva coyuntura, y aún a expensas de los riesgos inherentes a un mercado en el que influyen múltiples factores externos, se hace inexcusable un ajuste al alza de la estimación de ingresos que eleve la hoja de ruta de Aena. La actualización del volumen de negocio no ha sido cuantificada a día de hoy, pero todo induce a pensar que podría situarse entre un 4 y un 5%.

Las aerolíneas tampoco temen al Brexit

Uno de los elementos que puede contribuir decisivamente a la reestructuración del plan estratégico tiene que ver con la segmentación por países de las ofertas formuladas por las aerolíneas que permiten a la empresa pública despejar, al menos durante este año, la amenaza del Brexit. Aunque puede resultar sorprendente el Reino Unido es, después de España, el primer país en la proyección operativa de las compañías aéreas para la temporada de verano, con un total de 37 millones de plazas, lo que supone un incremento del 6,8% sobre el ejercicio precedente.

La propia Aena considera que esta favorable evolución es especialmente significativa teniendo en cuenta la devaluación de la libra, pero también la indefinición del marco jurídico resultante del proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Las compañías aéreas españolas, los mejores clientes de Aena, están directamente amenazas porque no podrán retener la licencia si sus accionistas británicos pierden su pasaporte comunitario. Esta es la gran amenaza latente que las aerolíneas parecen haber descartado con su programación de reservas. Un argumento mejor que ningún otro para que el gestor aeroportuario espante también el Brexit y, en su condición de sociedad cotizada, traslade la buena nueva al mercado.

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