Efectos de la reforma del Congreso

El dueño de Pans & Co logra una rebaja de 80 millones en los alquileres de Aena

El grupo luso Ibersol reformula los gastos en los aeropuertos españoles tras la reforma de la ley por parte del Congreso de los Diputados. La normativa entró en vigor el pasado mes de octubre. 

Maurici Lucena, Aena
Maurici Lucena, presidente de Aena.
Europa Press

La reforma que el Congreso de los Diputados acometió sobre la relación entre Aena y sus inquilinos empieza a tener efecto. El cambio de la normativa se ha traducido en una rebaja importante en el pago de los alquileres al gestor aeroportuario, lo que no solo ha obligado a la compañía semipública a prever un gran recorte en sus ingresos para los próximos años, sino también ha llevado a sus principales inquilinos a rehacer sus previsiones. El último en hacerlo ha sido el gigante luso Ibersol, propietario de la cadena de restauración Pans & Company en los aeropuertos españoles, que no llegó a un acuerdo de reequilibrio con la compañía semipública tras el estallido de la crisis sanitaria.  

La compañía lusa contempla con la nueva ley recortar el pago en alquileres en aproximadamente 80 millones de euros. Esa partida se ha recalculado con base a la interpretación de los términos de la ley y en estimaciones de tráfico que prevé el organismo internacional Eurocontrol, de acuerdo a la última información remitida a sus inversores. La clave de todo radica en que la normativa, que entró en vigor a partir del pasado 2 de octubre con su entrada en el Boletín Oficial del Estado, marca que Aena debe renegociar los contratos de cara al futuro teniendo en cuenta la caída del tráfico de pasajeros registrada en el sector por la pandemia del coronavirus.

Aena, por su parte, ya se ha pronunciado en términos globales sobre el impacto de esta iniciativa. En un primer momento, comunicó que la nueva normativa supondría un recorte de 1.500 millones en los ingresos previstos inicialmente. Más tarde, coincidiendo con la presentación de sus últimos resultados trimestrales, reformuló su previsión y la rebajó ligeramente. Teniendo en cuenta la mejora del tráfico aéreo y la previsión de recuperación para los próximos años, cifró el impacto en 1.350 millones de euros a lo largo del periodo 2020-2025. 

Pese a todo, no escondió su descontento con la medida e incluso abrió la puerta a tumbarla buscando la vía del Tribunal Constitucional. De momento, se desconoce si ha explorado este camino, pero sí ha criticado públicamente sus efectos. Fue Maurici Lucena, su presidente, quien afirmó en el Congreso de los Diputados recientemente que el dinero de la rebaja iría directamente al "bolsillo" de los dueños de estas empresas, en muchos casos fondos de inversión y grandes actores del capital riesgo que podían asumir el nivel de rentas exigido hasta el momento. Ibersol, por ejemplo, es una empresa que cotiza en la bolsa de Portugal y tiene grandes fondos de capital riesgo internacionales en su capital con posiciones minoritarias.

Ibersol ha sido uno de los grandes inquilinos que rechazó la propuesta de alquileres de Aena tras la crisis del coronavirus. Consciente de que el nivel de facturación de sus inquilinos no iba a ser el mismo por las restricciones de aforo y horario, el gestor aeroportuario lanzó una oferta estructurada en varias etapas: una rebaja total, del 100%, de los alquileres durante el primer estado de alarma, otra reducción (del 50%) desde el momento posterior hasta el 9 de septiembre de este 2021 y, finalmente cuando se sobrepasara esa etapa, recuperar el precio habitual de los alquileres. Hay que recordar que dicho acuerdo se ofrecía empaquetado, es decir, el inquilino tenía que aceptar las condiciones de las tres etapas.

Lucha de gigantes

La desavenencia ha terminado en los juzgados. Ambas compañías se vieron las caras en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n.º 1 de El Prat de Llobregat, en Cataluña, en un primer asalto. Dicho enfrentamiento se saldó con una victoria cautelar de Pansfood, filial de Ibersol, que evitó que el gestor aeroportuario se quedara con los avales de sus tiendas. El veredicto no es ni mucho menos firme, ya que el juez no se pronuncia sobre el fondo de la cuestión. De entrada, Aena se ha puesto en manos de los servicios periciales de Duff & Phelps para armarse de cara al próximo enfrentamiento con la cadena de restauración.

Hay que recordar que Ibersol es uno de los grandes inquilinos de Aena. No controla únicamente los contratos de la famosa cadena Pans & Company, sino también otras cadenas como las cafeterías Jamaica, los restaurantes de comida americana Ribs y la cadena de tapas típicas de cocina española Dehesa de San María. En suma y de acuerdo a los datos de la propia firma, la división de Travel Food de Ibersol en España tiene presencia en nueve aeropuertos (Barcelona-El Prat y Madrid-Barajas, entre ellos). También en cuatro estaciones de ferrocarril (Tarragona, Barcelona-Sants, Segovia y Madrid) y en localizaciones singulares.

Los próximos meses seguirán en agitación. No solo Ibersol ha chocado con Aena en el reajuste de los alquileres. Otros dos grandes grupos de restauración han plantado batalla: las tiendas libres de impuestos Dufry y Áreas. Y lo mismo ha sucedido con empresas más pequeñas, que han terminado agrupándose en una nueva organización bautizada como AEOCA (Asociación Española de Operadores Comerciales de Aeropuertos) para defender sus intereses. Todos ellos también habían recurrido a la justicia antes de la llegada de la nueva ley y esperan ahora una resolución favorable para los próximos meses. 

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