En plenas turbulencias para la empresa

La 'bomba' de Illa pone en un brete a Aena y genera malestar en Transportes

Maurici Lucena envió una misiva a los directivos de la cotizada, horas antes del tuit del exministro de Sanidad, para informar de su eventual nombramiento como vicepresidente económico de la Generalitat.

Maurici Lucena, presidente de Aena
Maurici Lucena, presidente de Aena
Europa Press

Una bomba en forma de tuit cayó sobre Aena el jueves a las 12:46. Salvador Illa, candidato del PSC a las próximas elecciones, pulsó así el botón rojo del fichaje de Maurici Lucena, presidente del gestor aeroportuario, como su vicepresidente económico. La 'indiscreción' de Illa sobre la incorporación del directivo, da impulso al proyecto político socialista de cara al próximo 14 de febrero, pero abre nuevos frentes para Aena en un momento crítico para la compañía. La noticia forzó a la empresa a publicar -en cuestión de minutos-, un hecho relevante con el que amainar la inquietud de sus accionistas, que aún esperan el batacazo de las cuentas del pasado ejercicio y encaran el año en curso sin esperanzas de recuperación. La noticia tampoco sentó bien en el entorno del ministro José Luis Ábalos, cuyo departamento tiene el control del 51% de la cotizada.

Detrás del telón mediático, el 'proyectil' impactó horas antes. Antes del tuit del exministro de Sanidad, durante la mañana de este jueves, Lucena trasladó una carta a los directivos de Aena para anunciarles que, si Salvador Illa se imponía en los comicios de Catalunya, cambiaría su puesto en la compañía por una Vicepresidencia en la Generalitat. Así lo confirman fuentes cercanas a la empresa a este diario, las mismas que admiten que el anuncio no cayó bien entre los altos cargos del gestor aeroportuario, quienes hubieran preferido algo más de "prudencia" y hacer pública la decisión en el mismo momento en que se confirmase el triunfo del PSC y, en consecuencia, la salida del presidente de Aena.

Las citadas fuentes aseguran que la maniobra no es propia de una empresa cotizada, al mismo tiempo que señalan que este giro podría disparar las dudas sobre la gobernanza del gestor aeroportuario en el futuro. En definitiva, el candidato del PSC a la Generalitat ha querido capitalizar para su campaña la figura de Maurici Lucena, que cuenta con una reputación contrastada tanto en el mundo económico como en el terreno político donde también ha ocupado cargos de relevancia en el grupo socialista catalán. En esta ocasión, y dada la disciplina de partido que impera en las formaciones políticas, está claro que Lucena no ha tenido más remedio que asumir la estrategia informativa del que puede ser su futuro jefe.

El último fichaje del 'proyecto Illa' también ha levantado ampollas en el seno de la cartera de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, que ha declinado realizar cualquier declaración institucional, al menos, hasta que el candidato socialista se consagre como president de la Generalitat. "Desde el ministerio no vamos a valorar futuros supuestos", traslada el canal oficial de la cartera a La Información. A dos semanas de los comicios, el ministerio tiene aún margen para tomar posiciones de cara a la posible salida del directivo que, desde 2018, ha llevado las riendas del primer operador aeroportuario mundial por número de pasajeros, una empresa estratégica para los proyectos que marcarán la agenda política del ministerio de Ábalos este año.

Maurici Lucena envió una carta a los directivos de Aena horas antes de conocerse la noticia, para informar de su decisión. La misiva no cayó bien entre los altos cargos de la cotizada.

El tuit de Illa saltó a las 12:46 del jueves, horas antes del pistoletazo de salida de la campaña. A las 13:06, la CNMV se hizo eco, en un hecho relevante, de la reacción de Aena. "El presidente y consejero delegado continuará desempeñando sus funciones con dedicación exclusiva hasta que se produzca, en su caso, su nombramiento como vicepresident económico y conseller de Economía y Hacienda en el Govern presidido por Salvador Illa". El mensaje de la firma da cuenta de la reputación que avala a Lucena, como gestor de una compañía de la que seguirá siendo responsable, al menos, las próximas dos semanas. La precipitada respuesta de la firma de cara a los mercados también confirma que lo ocurrido ayer no deja de ser una contingencia anómala para una sociedad cotizada que está obligada a responder ante sus accionistas, sus inversores y el regulador bursátil. 

La respuesta de la compañía, que garantiza el desempeño de Lucena al frente de la firma en las próximas semanas, dejó huella en el mercado. Aena -con una capitalización bursátil de 19.035 millones de euros- cerró la pasada jornada a un precio de 131 euros por acción, un 3,7% más que el día anterior. Con todo, la incertidumbre entre los accionistas del grupo es palpable. Desde Enaire, empresa pública y accionista mayoritario de la firma  (51%), delegan en Aena cualquier declaración oficial. Capital Group (3,21%), por su parte, tampoco ha querido valorar la noticia en una llamada con este medio. Los otros grandes participantes de la compañía son el fondo británico The Children's Investment Fund Management (TCI) (8,29%) y Blackrock (3,00%). Por su perfil de fondo activista, todo apunta a que el posible intercambio de sillones del presidente de la compañía tampoco habrá sentado bien en la sede londinense de TCI.

El futuro funde a negro. Aena ha rehusado concretar si existe o no un plan de sucesión para la posible salida de su CEO en plena debacle del sector. Si bien la vacante no es segura, de cristalizar, el triunfo del PSC descabezaría una empresa estratégica de la que dependen 46 aeropuertos y dos helipuertos del territorio nacional. Y la compañía no pasa por su mejor momento. Los accionistas aún esperan el golpe final de las cuentas consolidadas del año pasado -que la empresa presentará diez días después de la cita con las urnas-. Por el momento, los inversores cuentan con un desplome histórico en el tráfico, tras una caída superior al 72% al cierre del año anterior, y con unas pérdidas de 172 millones solo en los seis primeros meses de 2020.

La comunicación oficial de Aena a la CNMV confirma que Lucena no podrá volcarse en la campaña electoral, tal y como se supone que lo haría, en condiciones propicias, el aspirante a un cargo de tal relevancia. El hecho de que Lucena siga, de momento, en Aena no es tampoco ningún consuelo para algunos inversores susceptibles, que ven que Lucena sólo mantendrá sus objetivos profesionales en el gestor aeroportuario si el PSC no consigue el objetivo de situar a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Dicho de otro modo, algunos analistas critican que Aena será a partir de ahora 'plato de segunda mesa'  para Maurici Lucena. 

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