La nueva vida bajo la lupa del Aeropuerto de Castellón como cementerio de aviones

  • Los aeropuertos pequeños exploran nuevas vías de negocio. Este acaba de abrir además su segunda ruta a Londres y su tercera escuela de pilotos.
Avión de DHL en el Aeropuerto de Castellón
Avión de DHL en el Aeropuerto de Castellón
JAS

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig anunció en agosto pasado que la empresa pública Aerocas gestionará directamente el aeropuerto de Castellón a finales de 2019 tras haber llegado a un acuerdo amistoso con la firma Edeis, que hasta ahora lo dirigía. El aeropuerto fue inaugurado en marzo de 2011, tuvo su primer vuelo chárter en enero de 2015 y su primer vuelo regular en septiembre de ese año. Ahora se han producido grandes cambios en la manera de gestionar el negocio, la transparencia de cada contrato (visible en la página web) es la máxima y la entidad pública intenta sacar la máxima rentabilidad explotando nuevas vías de actividad.

Los aviones también van a morir ahora en Castellón. El reciclaje de aviones es una de las opciones más interesantes ya que la vida útil de un avión suele rondar los 30 años. Se estima que en cielos europeos han más de 12.000 aviones cercanos a su jubilación. Desmantelar un avión tipo Airbus 330 supone cerca de 6.000 horas de trabajo y quince personas por aparato. Aquí la precisión es fundamental si se quiere gestionar bien el 'end of life' del aparato. 

Las piezas se convierten en repuestos para aviones en activo. Las más demandadas son motores, trenes de aterrizaje, frenos, ruedas, equipos informáticos y los instrumentos de cabina y electrónicos. Antes de ser reutilizados, los componentes deben pasar el control de la Agencia Europea de Seguridad Aérea y recibir un certificado: el Form 1. De cada aparato se aprovechan más de 1.500 componentes y equipos que acaban en aparatos del mismo modelo. También se recupera todo el aluminio, el hierro, el cobre de los cables y el titanio.

El gran ejemplo de Teruel

La propuesta de convertir parte del aeropuerto de Castellón en un desguace de aviones sigue el ejemplo de lo que desde un principio hace el aeropuerto de Teruel, donde esta actividad les reporta pingües beneficios y es un referente internacional. Teruel gestiona con maestría la muerte de los aparatos que les confían y es un megadepósito que sirve de aparcamiento de aviones fuera de uso o en espera de un comprador, además de servir como punto de aprovisionamiento de piezas de recambios. 

El complejo aeroportuario de Teruel es único en Europa. Solo existe un centro parecido en Arizona (Estados Unidos), el mayor ‘cementerio de aviones’ del mundo, con capacidad para 5.000 aparatos. Este es el ejemplo que quiere seguir Teruel, que en sus cinco años de existencia ha llegado a albergar un máximo de 84 grandes aeronaves a la vez. En Teruel, a diferencia de otros centros internacionales, se aprovecha el 92% del peso del aparato. 

El objetivo, de hecho, es reciclarlo todo. Dependiendo del tamaño de la nave, la tarea puede costar hasta 100.000 euros por cada una. Por poner un ejemplo, Tarmac, la filial de Airbus instalada en el aeropuerto de Teruel desde 2013, prevé reciclar 25 aviones en 2019 y duplicar esta cifra a medio plazo incrementado notablemente la plantilla destinada a esta labor.

El negocio del desmontaje de precisión

En la actualidad, realizan estas actividades en el aeropuerto de Castellón las empresas Jet Aircraft Services (JAS) y E-Cube Solutions. La primera es española y líder desde su creación en 2000 en el sector la industria de desmantelamiento y reciclado de aviones. Según los propios datos de la compañía, en los últimos 5 años más de 75 aeronaves de gran formato han sido desmanteladas y destruidas en nuestro país. Actualmente en las instalaciones de Castellón están siendo desguazados dos Boeing 757-200 de la compañía de carga DHL destinados al transporte de mercancías.  

Con esta compañía se ha llegado a un acuerdo para la construcción de un nuevo hangar para estas labores de desmontaje de precisión. JAS no sólo se ocupa del desguace de aeronaves, sino también de los trabajos de mantenimiento que cualquier aeronave comercial precisa para conservar sus condiciones de vuelo, que es otra de las posibles líneas de negocio de Castellón. En la misma línea está la firma E-Cube Solution.

La empresa británica prevé un crecimiento continuo a lo largo del presente año y contempla el desmantelamiento de una decena de aeronaves de diversos modelos, que irán llegando de forma escalonada en los próximos meses. La primera de estas aeronaves ya se encuentra estacionada en el aeropuerto. El acuerdo también incluye la construcción de un hangar junto a la terminal de carga, destinado al almacenamiento de piezas.

Escuela de pilotos y nuevas líneas

Mientras Castellón intenta levantar sus números con esta línea de negocio, también construye su reputación internacional como academia de pilotos. Una escuela lituana llamada BAA Training será el tercer centro educativo con base en este aeródromo castellonense. Acaban de firmar el acuerdo a primeros de diciembre. La primera en llegar fue la española Panamedia, a la que siguió la británica Skyborne. La empresa lituana sigue la línea de las anteriores ya asentadas aquí. Comenzará a operar con tres aeronaves con base en el aeropuerto y prevé llegar a 14 el próximo verano. La cifra de cadetes también irá aumentando paulatinamente hasta alcanzar un máximo de 90, según las estimaciones de la compañía.

Pero el aeropuerto no abandona las vías más tradicionales de negocio. Castellón acaba de inaugurar su segunda línea a Londres (Luton) operado por la aerolínea húngara Wizz Air, que espera obtener un movimiento de 32.000 pasajeros anuales. Esta compañía ofrece además rutas que conectan Castellón con Budapest (Hungría), Bucarest (Rumanía) y Katowice (Polonia). Además Ryanair conecta el aeródromo castellonense con Londres Stansted (Reino Unido) y Sofía (Bulgaria); Blue Air con Bucarest (Rumanía) y además tendrá nuevas rutas  a Marsella (Francia) con Volotea a partir de 2020.

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