La agonía del carbón dejará solo cuatro centrales en Asturias, Galicia y Andalucía

  • El Ministerio de Transición Ecológica asume el cierre de siete de las 15 centrales operativas en dos años por las exigencias de Bruselas
grafico Carbon
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Nerea de Bilbao

La transición energética es real. El Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera estima que a partir  de 2020 cerrarán al menos siete de las 15 centrales térmicas de carbón que funcionan en el país. Para seguir produciendo con carbón a partir del próximo año, Bruselas exige costosas inversiones en el control de emisiones o limitar la actividad a menos de 1.500 horas al año. Pero los cierres de centrales pueden ir más allá de lo que asume el Gobierno hasta ahora. 

Fuentes del PSOE que han participado en los debates sobre la transición energética y sus consecuencias consideran más que probable que a partir de 2021 sólo se mantengan activas cuatro centrales localizadas en Asturias, Galicia y Andalucía. Serán las de Aboño y Soto de la Ribera, ambas propiedad de EDP Energía y ambas en Asturias y las de As Pontes (Galicia) y Carboneras (Andalucía), propiedad de Endesa.

El resto, aseguran las fuentes consultadas, no estarían en condiciones de cumplir con las inversiones que exige Bruselas para continuar con su actividad o con capacidad para rentabilizar un funcionamiento anual limitado.  Será todo un cambio en el mix de generación eléctrica del país, que se ha mantenido prácticamente sin cambios en las últimas décadas.

Hay 15 centrales de carbón

En España hay 15 centrales térmicas que queman carbón para generar electricidad. Suman alrededor de 10.000 MW de potencia. Endesa Generación es la empresa operadora con el parque generador más grande (5.167,8 MW). Le siguen Naturgy (1.909,3 MW) y EDP (1.224 MW). A continuación se sitúan Viesgo (869,9 MW) e Iberdrola Generación (833,5 MW). 

Gráfico carbón España.
Gráfico carbón España.

Todas las centrales supervivientes se sitúan en el litoral o en sus inmediaciones. Las comunidades más afectadas por la agonía del carbón son Asturias, Castilla-León y Aragón. El PSOE gobierna en dos de ellas, Asturias y Aragón, y vive con inquietud un proceso que periódicamente genera tensiones en el seno del partido.

Tensiones al margen, la reconversión del sector parece imparable. Endesa ha reactivado sus planes para cerrar, en 2020 a más tardar, las centrales eléctricas que funcionan con carbón nacional: Andorra (Teruel) y Compostilla (León). Fuentes de la empresa precisan que las solicitudes de clausura se presentarán antes de fin de año.

Iberdrola y los cierres

También Iberdrola lo tiene claro. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán ha anunciado el próximo cierre de las centrales de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia) que suman una potencia conjunta de 874 megavatios (MW), petición que no afectará al empleo.

El cierre de las centrales más contaminantes tendrá un efecto positivo en el control de las emisiones, disparadas con la recuperación de la economía y la actividad industrial. En 2017, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron en un 4,4% respecto al año anterior. Fue el mayor incremento interanual desde el año 2002, según datos del Avance del Inventario de Emisiones de GEI del Ministerio para la Transición Ecológica.

Buena parte del aumento se debió al carbón. Se quemó más mineral en las centrales para compensar la menor producción hidroeléctrica en un año seco. El último informe de BP puso las cifras: en 2017, la sequía y la caída de producción hidroléctrica provocaron un aumento de la quema de carbón del 28,5%. La consecuencia: una subida de las emisiones de CO2 de casi un 7%, "el ratio más alto desde 2012".

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