Air Nostrum se ha llevado el gato al agua en la puja por los vuelos de deportación del Ministerio del Interior. La aerolínea concurrió con la balear Evelope Airlines en calidad de unión temporal de empresas (UTE) al concurso por los servicios de repatriación de inmigrantes en situación irregular para los próximos 18 meses. La licitación del departamento que pilota Fernando Grande-Marlaska establecía un importe estimado de 11 millones de euros. Los 9,9 millones que ofreció Air Nostrum fueron determinantes para imponerse a la propuesta conjunta de Air Europa y Airnova, la otra candidatura que consiguió llegar a la última fase de la licitación, como adelantó La Información.
Al concurso también se presentó Canary Fly que fue la primera aerolínea en ser descartada por "deficiencias en su documentación". La puja a la baja de la franquiciada de Iberia obligó al ministerio a revisar su candidatura ya que, en un primer momento, la Mesa de contratación calificó la oferta de "temeraria". La diferencia entre las cuantías propuestas por las dos únicas ofertas que quedaron vivas en la recta final del proceso -tras la exclusión de la compañía aérea canaria- fue notable.
Eentre las dos ofertas finalistas distaban hasta 22,26 puntos porcentuales, magnitud que sobrepasa el umbral de 20 puntos que establece la ley de contratación pública. La media ponderada por unidad de vuelo en la propuesta de Air Europa y Airnova, superó los 12.000 euros, mientras que la de Air Nostrum y Evelope no llegó a los 9.400 euros. La distancia entre ambas cifras levantó las suspicacias de la Mesa de contratación, al entender que la candidatura de la segunda se situaba en lo que en la jerga se conoce como "baja anormal o temeraria". Finalmente, los argumentos de la aerolínea que controla el empresario Carlos Bertomeu convencieron a Interior.
En su informe la compañía estimó que la prestación de estos servicios de traslado acarreará costes por valor de 8,9 millones de euros. La UTE considera que esta cantidad, en el actual escenario de crisis económica, abre una horquilla suficientemente jugosa para rentabilizar el contrato. El grupo prevé ingresos por algo más de 9,2 millones de euros derivados de esta adjudicación. "El margen de beneficio del 3% estimado por la licitadora en base al contexto actual con un mercado muy deprimido, sin visos de recuperación total antes del 2024 con muchos aviones parados y costes de oportunidad menores se ha considerado un margen de beneficio razonable", aseguró la UTE en su respuesta.
Air Nostrum será la encargada de garantizar el anonimato de los pasajeros, así como la confidencialidad de trayectos, fechas y horas de vuelo
Air Europa se había impuesto ininterrumpidamente en cada una de las convocatorias que había lanzado el Gobierno desde 2013, año en que el Ejecutivo empezó a licitar los vuelos de repatriación de inmigrantes en situación irregular, hasta 2016. Ese año la escena cambió, tras una serie de recursos y contrarrecursos, y el grupo Barceló arrebató a la histórica vencedora la gestión compartida de estos traslados, junto a Air Nostrum. Cuando Interior lanzó la última licitación, esta misma unión temporal de empresas era la que prestaba el servicio. La aerolínea renovará como prestataria pero, a partir de ahora, lo hará de la mano de Evelope Airlines.
Entre los argumentos que alegó la compañía estaba el eventual ahorro en que podría incurrir en la prestación del citado servicio: bien por reducción en el coste del combustible, bien por el recorte en gastos de personal. En su respuesta a las dudas de la Mesa de contratación, Air Nostrum sacó pecho de su historial. "La experiencia en la prestación de los servicios es un valor único con el que cuenta esta UTE respecto a cualquier otro licitador, en especial por ser las empresas que la conforman las actuales prestadoras de los servicios durante estos últimos meses", remarcó la compañía.
El contrato con el Ministerio del Interior llega en un momento crítico para la aerolínea, considerada como una de las compañías más relevantes del tejido empresarial valenciano. Air Nostrum ha sido la última aerolínea en llamar a las puertas de la SEPI para solicitar una inyección de liquidez de 103 millones de euros, en el marco del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE). El grupo se anotó al cierre de 2020 su primer ejercicio en rojo en seis años, tras registrar pérdidas por valor de 129 millones. La solicitud de Air Nostrum es el tercer SOS a gran altura. Air Europa fue la primera en pedir un salvavidas de 475 millones, seguida de los 53 millones que solicitó Plus Ultra. En ambos casos la SEPI dio el visto bueno a los expedientes de las compañías aéreas.
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