El acuerdo con los sindicatos, en el aire

Las cláusulas de Airbus frenan las bajas voluntarias y avivan el fantasma del ERE

El Plan de Adhesión Voluntaria cerró el mes pasado. Cerca de 700 trabajadores tramitaban su salida por esta vía, una cifra que aún queda lejos de los 1.220 puestos que el gigante quiere recortar en España.

Airbus
Las restricciones de Airbus amortiguan las salidas incentivadas y acercan el ERE
Europa Press

Airbus retomarán la próxima semana la negociación con los sindicatos sobre el futuro de los cerca de 13.000 trabajadores del gigante aeronáutico en España. La firma es tajante: habrá despidos forzosos en las plantas españolas. La cuestión sigue siendo cuántos. El 'Plan de Adhesión Voluntaria' -la estrategia de bajas incentivadas que la firma planteó en enero para capear el temporal Covid- cerró el mes pasado. Cerca de 700 trabajadores tramitaban entonces su salida por esta vía, una cifra que aún queda lejos de los 1.220 puestos que el gigante quiere recortar en España

El impacto de la pandemia llevó al consorcio aeronáutico paneuropeo a replantearse su propia supervivencia. Así lo apuntó su CEO, Guillaume Faury, durante la primera ola. Frenar de urgencia la salida de efectivo y rebajar los costes en toda la compañía fue la prioridad. Meses después, Airbus avanza en paralelo sus dos estrategias de reducción de plantilla: el plan de salidas voluntarias y el de forzosas. Según fuentes sindicales, la notable adhesión al primero logró rebajar las previsiones de despidos que barajaba la compañía de 1.600 a poco más de 1.200. En su plan de salidas incentivadas, la empresa impuso una serie de condiciones que dejaron amplio margen para rechazar algunas de las solicitudes presentadas por sus trabajadores para adherirse al mismo.

Si en primavera Faury no se atrevía a descartar ninguna medida -"Ni financiera ni laboral"- para salvar a Airbus de la debacle, las conversaciones de los próximos días entre Airbus y los sindicatos siguen abiertas a cualquier escenario. Los datos recogidos por el Sindicato Independiente de Profesionales Aeronáuticos (SIPA), hablan de que, hasta el 31 de diciembre, en torno a 800 trabajadores habían "mostrado predisposición para acogerse a alguna de las fórmulas de baja voluntaria". A finales de 2020, Airbus ya había sellado 413 desvinculaciones y tenía otras 150 pendientes de aprobación. Las barreras que estableció el gigante al plan de bajas incentivadas amortiguaron la oleada de solicitudes.

Las cláusulas del plan de Airbus

El consorcio aeronáutico paneuropeo ha provisionado 1.200 millones para llevar a cabo esta reestructuración a nivel internacional, cuantía con la que espera sufragar, tanto el coste de las salidas voluntarias como el de las bajas obligatorias. El plan de adhesión incluyó -en su última actualización del 15 de octubre- varias condiciones 'sine qua non' para que la solicitud del trabajador obtuviese la luz verde de la empresa. Así, quedaron fuera de convocatoria todos aquellos empleados con "puestos críticos" -un concepto amplio sin límites claros-, del mismo modo, el veto afectó a aquella parte de la plantilla elegible para jubilación anticipada y plan de jubilación anticipada. La propuesta también excluyó a los trabajadores en situación de jubilación parcial. 

La compañía estrechó el cerco de las desvinculaciones incentivadas de mutuo acuerdo a empleados con contrato indefinido y sin vinculación un contrato relevo -aquellos casos en los que un trabajador temporal ocupa la plaza indefinida de un prejubilado, quedando sin cubrir la vacante que deja el primero-. El plan trata de mitigar el efecto en la plantilla de la crisis sanitaria por tres vías: bajas, prejubilaciones y años sabáticos o excedencias. En todos los casos, la compañía se reserva una cláusula de no competencia para puestos clave. 

Además del plan de bajas voluntarias, la compañía también puso en marcha dos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en 2020, el más reciente se selló en noviembre con los sindicatos y se prolongará hasta el 31 de mayo, afectando a cerca de 3.300 empleados de la división de Airbus Operations, S.L en las plantas que la compañía tiene en Getafe (2.087 empleados), Illescas (793) y Puerto Real (386). Antes que este, la división de Airbus Commercial Aircraft también activó otro ERTE sobre 3.100 trabajadores, que se prolongó desde mayo hasta septiembre. 

Contra todo pronóstico, Airbus logró superar la previsión de entregas que barajó al comienzo de la crisis sanitaria. Pese a las más de 115 cancelaciones, a finales del pasado ejercicio, la cartera de pedidos del grupo superó los 7.180 aviones. La política de Airbus de aplazar las entregas sin llegar a anularlas -y la 'anestesia' de la ayuda pública- fue clave para 'salvar' un año en el que la propia supervivencia del grupo se vio amenazada.

Airbus consiguió entregar más de 560 aviones, una cifra que supone un 34% menos que los números de 2019, pero que mejora los pronósticos que llegó a barajar la compañía tras la eclosión de la Covid-19. Queda pendiente la presentación de resultados del pasado ejercicio, que complementarán estas cifras, y determinarán en buena medida la posición de los sindicatos en una negociación a la que sigue rondando el fantasma del ERE.

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