Conflicto armado

Alantra niega cualquier exposición directa a oligarcas rusos de la 'blacklist'

No obstante, ha revisado todos sus contratos y admite que mantiene un número muy reducido en el ámbito de la banca de inversión con clientes en Rusia o Ucrania que podrían ser imposibles de cerrar con éxito.

Santiago Eguidazu, presidente de Alantra
Santiago Eguidazu, socio fundador y presidente ejecutivo de Alantra
Alantra

Alantra lleva semanas realizando un análisis en profundidad de sus operaciones con la intención de identificar los riesgos vinculados a la invasión armada rusa sobre Ucrania y los que pudieran derivar de las sanciones impuestas por Occidente al Kremlin. La entidad no ha detectado exposición directa a clientes o inversores afectados por la batería de condenas en las conclusiones preliminares extraídas de sus trabajos, aunque no aclara si de manera indirecta sí la tiene. En todo caso, se compromete a continuar monitoreando el nuevo escenario de guerra.

Su investigación se ha centrado en la detección de contratos con clientes o proveedores, así como con personas físicas o jurídicas, que se encuentren incluidos en las denominadas listas negras que durante las últimas semanas las instituciones internacionales han ido engordando. También ha revisado si cuenta con inversores en productos gestionados por Alantra, incluyendo titulares reales, que formen parte de la blacklist. Lo mismo ha hecho con su exposición directa o indirecta a través de sociedades participadas por cualquiera de sus fondos o vehículos que tengan a su vez activos o proveedores en Rusia o Ucrania. 

Lo que sí ha encontrado en su actividad de banca de inversión es un número "muy reducido" de contratos, actualmente en fase de ejecución, vinculados a potenciales contrapartes con sede en alguno de los dos países protagonistas del conflicto militar. En un acto de sinceridad, el banco capitaneado por Santiago Eguidazu reconoce que obviamente la rescisión de estos acuerdos se demorará en el tiempo o incluso en algunos casos no podrán cerrarse con éxito. Eso sí, aclara que no están relacionados con ningún oligarca afectado por el contraataque financiero, según expone en su último informe financiero registrado en el supervisor de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

Alantra confirma que no cuenta con oficinas ni empleados en Rusia o Ucrania. Sin embargo, es consciente de que los efectos globales de esta situación, fundamentalmente por su derivada sobre los mercados, es verdaderamente relevante. Por ello, afirma que su actividad de gestión de activos se verá impactada, especialmente en caso de que las circunstancias actuales de máxima volatilidad e incertidumbre se mantengan en el tiempo. Fuentes financieras confían en que justo antes de verano, en torno al mes de junio, los mayores nubarrones de inestabilidad empezarán a despejarse. No obstante, todo dependerá de las negociaciones, de los acuerdos que se consigan e incluso de que el conflicto no se extienda o se agrave, convirtiéndose, por ejemplo, en una guerra nuclear. 

La entidad descuenta que el 'performance fee', que supone la mitad de lo que ingresa por comisiones, podría frenarse e impactar directamente a su cuenta de resultados

Mientras tanto, Alantra descuenta que sus ingresos por comisión de gestión se verán directamente afectados, pues el performance fee -comisión de éxito- de los vehículos es posible que deje de devengarse y, por tanto, el impacto en la cuenta de resultados podría ser significativo. Los últimos datos disponibles correspondientes al cierre del ejercicio 2021 reflejan que los ingresos del banco se inflaron en un 97,5%, hasta alcanzar los 55,4 millones de euros, debido al repunte de las comisiones de gestión, que crecieron a un ritmo de doble dígito (+21,7%), pero sobre todo a las comisiones de éxito generadas durante el ejercicio. El performance fee supuso casi la mitad del total ingresado por esta partida, situándose en unos 25,9 millones de euros. 

Y no solo la gestión de activos. Alantra admite que el conflicto igualmente afectará a las iniciativas de inversión o desinversión e incluso, en esta línea, se podrá ver mermada la capacidad para atraer inversores (fund raising). En tiempos de incertidumbres es habitual que la las decisiones estratégicas se dilaten. Todo ello tiene el potencial de obstaculizar los planes de Alantra de continuar con su expansión y su diversificación. La inflación desbordante como consecuencia de la guerra es otro elemento de gran relevancia para la entidad. La subida de precios generalizada puede aumentar el gasto por el coste de alquiler de los inmuebles cuyos contratos estén indexados al Índice de Precios al Consumo (IPC), elevar la retribución fija al perderse capacidad adquisitiva o desinflar la valoración de las sociedades participadas por sus vehículos. 

A todo ello hay que sumar los propios riesgos inherentes a su actividad y propios de la industria en la que opera. Se trata de un sector altamente competitivo, con una dependencia muy elevada al personal clave. Durante los últimos meses se ha estado produciendo un baile de fichajes de banqueros de relevancia e incluso el 'robo' de equipos al completo por parte de la competencia. La reputación es asimismo un asunto determinante en el sector financiero, a lo que se le une la regulación y el cumplimiento normativo. 

Mostrar comentarios