Más presión sobre Ribera

Alarma en la industria: 46 empresas de cogeneración se quedan sin marco legal

El martes 8 de diciembre finaliza la vida útil regulada de 442 MW de potencia perteneciente a medio centenar de empresas. Los productores reclaman una subasta específica y cambios en el PNIEC.

El Congreso exige cumplir el Plan Renove de instalaciones de cogeneración y residuos
El Congreso exigió cumplir el Plan Renove de instalaciones de cogeneración y residuo.
EUROPA PRESS

Quedan apenas unos días. El próximo día ocho de Diciembre, 46 empresas que producen y utilizan simultáneamente electricidad y calor en sus procesos de producción -cogeneradoras- se quedan sin marco legal. Es el fin de su vida útil. Acaba  la prórroga de dos años que el Gobierno les concedió en diciembre de 2018 sin que se haya aprobado un nuevo marco normativo estable para una actividad energética que practican centenares de compañías, entre ellas las grandes eléctricas y petroleras. El plazo más inmediato afecta a medio centenar de sociedades y 442MW de generación, pero otras 200 instalaciones llegarán al fin de su vida útil en tres años, según detalla la Asociación Española de Cogeneración (Acogen).

Este sistema de generar electricidad, que utiliza al mismo tiempo energía térmica y energía eléctrica, lo emplean todo tipo de industrias, incluyendo casi todas las papeleras, químicas y petroleras, como Repsol y Cepsa, y también pequeñas empresas de muchos otros sectores como olivareras, lácteas o de conservas. El sector está afectado también por los recortes a la retribución que el Gobierno aprobó este año y que las empresas afectadas estimaron en 400 millones hasta el ejercicio 2025.

La falta de marco legal afecta al tejido industrial en un momento económico especialmente delicado. Las instalaciones de cogeneración cuentan con más 5.000 megavatios (MW) de potencia que aportan el 23% de la energía térmica que consume la industria y el 13% del total del consumo de energía eléctrica en el país. Son datos de la empresa Lonjas Tecnología, especializada en ingeniería y construcción de instalaciones de cogeneración y de energías renovables.

Transición a diez años

El problema, desde el punto de vista de las industrias, es que los planes del Gobierno -el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC- contempla la transición a diez años de solo 1.200 MW de los 2.600 MW de cogeneración en funcionamiento que acaban su vida regulatoria en ese plazo. Es un problema porque cientos de industrias pueden quedarse sin alternativas . Según Acogen las consecuencias pueden ser importantes, tanto en el apartado económico como medioambiental, por el incremento del consumo de energía primaria y de las emisiones emitidas a la atmósfera.

La consecuencia de recortar cogeneración implicaría, según las empresas, la subida del 20% de los costes energéticos de 250 industrias - 6% del PIB industrial-, empeorando en un 15% la eficiencia energética en los sectores industriales calorintensivos. Para evitarlo, los cogeneradores meten presión al Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera y piden que  se revise el PNIEC para potenciar la industria en la futura Ley de Transición energética que se tramita en el Congreso.

El sector sostiene que no es razonable parar plantas cuando no se ha cumplido la legislación. La Ley del Sector eléctrico del año 2013 incluía un Plan Renove para el sector, pero no se ha concretado. El Gobierno, afirman las fuentes empresariales consultadas, comunicó que publicaría dentro del año 2020 un Plan Renove a través de una subasta de régimen retributivo específico. Todavía no ha llegado y sino se corrige la situación  "supondrá un desastre para la industria". 

Gas renovable

En línea con los planes de las grandes corporaciones -integradas también en la asociación de cogeneradores-, las compañías afectadas por recortes y retrasos apuestan por un futuro industrial basado en el "gas renovable" y el hidrógeno. Aseguran que la cogeneración renovable -con biogás, hidrógeno y otros gases- es posible ya porque las plantas pueden funcionar con mezclas de hidrógeno en la red de gas, con sistemas de producción y mezcla local de hidrógeno y con hidrógeno al 100%.

El impacto de los recortes y retrasos en las empresas de cogeneración se vio con crudeza a principios de año en la papelera Sniace, que anunció su cierre tras 80 años de actividad en Cantabria. La compañía vinculó la decisión a los recortes aprobados por el Ejecutivo, aunque también pesaron  otras cuestiones como el alto nivel de deuda o la subida del precio de la celulosa. La sombra de Sniace pesa todavía entre las empresas que usan la cogeneración.

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