Nuevo relevo en la presidencia de El Corte Inglés tras la controvertida salida de Dimas Gimeno. Una de las herederas del fundador del grupo, Marta Álvarez Guil, se convertirá en la nueva presidenta de la empresa en próximas fechas, según ha podido confirmar La Información. Un cargo al que llegará por la problemática relación que mantienen el hasta ahora presidente, Jesús Nuño de la Rosa, y el consejero delegado, Víctor del Pozo. Un enfrentamiento que ha terminado con el paso atrás de De la Rosa para situarse en un escalón similar al de Del Pozo.
Antes de la salida de Dimas Gimeno como presidente de la entidad hace ahora un año, la intención inicial consistía en repartir los poderes entre Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo, hasta el punto de que fuentes cercanas a El Corte Inglés apostaban entonces por un ‘proyecto de cohabitación’ entre dos consejeros delegados. A la postre, esta doble figura ejecutiva no fue respaldada por el consejo de administración, que decidió el nombramiento de Nuño de la Rosa dejando a Del Pozo con el cargo de consejero delegado.
La teórica separación de poderes se ha mantenido durante todo este tiempo, pero ha sido más aparente que real. Entre otras razones porque las hermanas Álvarez, en su posición de accionistas de control, han trabajado de manera indistinta con uno y otro ejecutivo sin establecer una prelación de mando que, en definitiva, ha provocado la dimisión de Nuño de la Rosa como presidente. No es de extrañar que, dadas las circunstancias, el supuesto máximo responsable de El Corte Inglés haya acordado con sus jefas su continuidad en la empresa con el cargo, precisamente, de consejero delegado, presidiendo además algunas de las principales filiales: las divisiones de Seguros, Viajes, Financiera e Informática.
Otro de los aspectos que ha influido en esta crisis interna y también en la solución inmediata que supone el nombramiento de Marta Álvarez como presidenta es el problema que tiene El Corte Inglés para encontrar un comprador a sus inmuebles en venta. El objetivo de la entidad es reducir deuda a un nivel de tres veces el ebitda con el fin de adquirir el grado mínimo de inversión por parte de las agencias de calificación. La gestión de venta de los activos era una de las tareas asignadas a Nuño de la Rosa en su calidad de presidente y primer ejecutivo para el desarrollo estratégico y el saneamiento financiero del gigante español de la distribución.
Esa venta de inmuebles ha sido uno de los grandes desafíos de la firma, para lo que contrató a la consultora PwC para que analizara hasta 130 activos no estratégicos valorados en 1.700 millones de euros e intentara darles salida. Las dificultades que ha tenido esta operación por la falta de inversores definidos en los mercados financieros ha llevado a ECI a recurrir a los principales ‘family officces’ del país, como ya adelantó este diario. Y el primero en la lista es Omega Capital, la firma de inversión propiedad de Alicia Koplowitz, la que fuera en su día prohijada de Ramón Areces. Entre estas propiedades se encuentran terrenos, oficinas, superficies comerciales y plataformas logísticas de las que la empresa está dispuesta a desprenderse.
Víctor del Pozo se ha encargado más directamente de la actividad comercial como responsable operativo de El Corte Inglés, una tarea en la que ha estado también involucrada la futura presidenta, Marta Álvarez Guil. La división de funciones ha terminado derivando en todo tipo de presiones en contra de la supuesta autonomía de gestión de Nuño de la Rosa, lo que ha disuadido a las principales dueñas de la entidad del actual modelo de gestión. El Corte Inglés volverá así sobre sus pasos para situar al frente de la entidad a una consejera dominical representante de sus propios intereses como primera accionista. No en vano, Marta y Cristina Álvarez suman un 60% del capital del grupo, incluyendo su participación directa a través de la sociedad instrumental IASA y la que poseen de manera indirecta a partir de la Fundación Ramón Areces.
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