Amazon y Google se reparten la nube millonaria de Uber, Spotify, Lyft y Slack

  • Los dos suman contratos de más de 2.000 millones de dólares entre todos los unicornios tecnológicos que se han estrenado en bolsa o lo harán ahora.
Google es uno de los grandes proveedores de la nube
Google es uno de los grandes proveedores de la nube
Google

Es una de las batallas más duras que están teniendo lugar en la escena tecnológica. Los gigantes buscan hacerse con el creciente pastel de los servicios en la nube. Y los 'unicornios', esas compañías respaldadas por capital riesgo, son uno de sus grandes objetivos. Las salidas a bolsa de algunos de los principales, como Uber, Spotify, Lyft o Pinterest han dejado ver cómo Google y Amazon se reparten los contratos millonarios de estas nuevas cotizadas en Wall Street.

Amazon, Microsoft y Google controlan buena parte del segmento de los servicios en la nube en todo el mundo. Entre todos ellos suman casi el 60% de la cuota de mercado, según las cifras de Canalyis. Se trata, por tanto, de un dominio bastante significativo de este pastel. Todo este segmento tiene un crecimiento anual de más del 45% (sólo en 2018 sumó más de 80.000 millones de dólares de ingresos). ¿La razón? Muchas de las compañías tienden a digitalizar buena parte de sus procesos y esto implica la utilización de servicios para alojar todos esos datos.

En este contexto, los unicornios tecnológicos son algunos de los clientes 'vip' de estas compañías. Mientras eran compañías privadas, respaldadas por el capital riesgo, no desglosaban sus desembolsos para hacerse con esta infraestructura. En los dos últimos años, un buen puñado de estas compañías han salido a bolsa o, al menos, han presentado sus credenciales a los inversores para hacerlo en las próximas semanas. Y en sus folletos explican que gastarán en los próximos años más de 3.000 millones de dólares.

Uber es la última en presentar las credenciales para salir al mercado bursátil estadounidense. Y, precisamente, es de las pocas que no facilitan la cifra de inversión o de compromisos económicos. Lo que sí está claro es que tiene tanto a Amazon como a Google como proveedores de la nube. Y, al igual que hace el resto de 'unicornios', alerta sobre la dependencia. "Tenemos un pequeño número de proveedores para alojar una parte significativa de nuestra plataforma", advierte. Sólo para su servicio de Google Maps ha pagado 58 millones de dólares en tres años. 

Pinterest se estrenó en bolsa el pasado jueves. La plataforma para organizar la información en internet sí que desvelaba en su folleto el desembolso: tiene comprometido el pago de 440 millones de dólares hasta 2023 con Amazon Web Services (AWS). Estos contratos son jugosos y, además, cautivos para el que paga, pues los gigantes exigen una compra mínima de servicios. "Si fallamos o no llegamos a lo pactado, estamos obligados a pagar la diferencia", apuntaba. Es lo que le sucede a todos estos grandes clientes.

El competidor estadounidense de Uber, Lyft, acaba de aterrizar en bolsa, con un resultado bastante decepcionante (hoy cotiza por debajo del precio del estreno). En su comunicación con inversores para tratar de ganarse su confianza, la compañía advertía de que el pago mínimo que debía abordar entre 2019 y 2021 en Amazon es de 300 millones de dólares (100 millones al año). Podría incrementarse en caso de que se diera una mayor demanda de datos o de infraestructura para alojarlos.

Snap y Spotify, grandes clientes de Google

Esos son los que han salido a bolsa recientemente o están a punto de hacerlo. En el mercado hay otros dos actores que hoy cotizan también en el parqué y que arrojaron luz sobre sus desembolsos en contratos para la gestión de la nube. Dos actores que eligieron a uno de los 'archirrivales' de Amazon: Google. Uno de ellos es Snapchat, la aplicación de mensajería y contenido. Salió a bolsa en 2016 en lo que representó uno de los mayores estrenos (y de las mayores decepciones, tras su caída por la fuerte competencia con Instagram). En su folleto, la compañía advertía de que se habían abrazado al gigante del buscador para toda la computación, almacenamiento y transferencia de datos. Se comprometieron a pagar 2.000 millones de dólares durante los cinco años siguientes a ese 2016. Es decir, unos 400 millones al año.

El otro actor que también ha confiado en Google es Spotify. Fue en marzo del pasado 2018 cuando la plataforma de streaming de música renovó su acuerdo con la compañía para los tres siguientes años. ¿El desembolso? Un total de 365 millones de euros. En este caso, la relación comercial es tremendamente delicada. Tiene a Google como un rival. "Compite con nosotros, pero no creemos que utilizará la operación de la nube de tal manera que obtenga una ventaja competitiva frente a nuestro servicio", advertía.

Esta es una de las complicadas circunstancias en las que se dan estos contratos. Unos contratos que implican una dependencia muy fuerte hacia los principales proveedores. Amazon sigue ganando la partida en los últimos unicornios, aunque Google (y Microsoft) siguen ganando terreno.

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