La ley audiovisual en ciernes

Amazon toca a la puerta de la CNMC en plena ofensiva regulatoria ante las tech

El gigante celebrará una 'cumbre' con la presidenta del organismo, Cani Fernández. Es la primera que la nueva jefa de Competencia mantiene con una multinacional tecnológica desde su toma de posesión.

Mariangela Marseglia
Mariangela Marseglia, responsable de Amazon en España.
Amazon

Amazon llama a la puerta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Y lo hace en plena ofensiva regulatoria y fiscal en el continente europeo contra los gigantes tecnológicos y meses después de que el organismo calificara a la multinacional como operador postal para asegurarse el control de sus tarifas. Directivos de la firma se verán este viernes con la presidenta del regulador, Cani Fernández, en una 'cumbre' que supone la primera reunión para ella con una de las compañías más destacadas de este sector.

En la agenda del máximo representante de la CNMC es habitual encontrar reuniones con grandes operadoras de telecomunicaciones o con compañías del sector eléctrico o de la banca, con una regulación mucho más estrecha en España a través de las diferentes normativas. En los últimos años, la vigilancia sobre las grandes compañías tecnológicas ha sido más tibia que la que se ha mantenido sobre estos actores más ‘tradicionales’. Y prueba de ello es que se cuentan con los dedos de una mano los encuentros que se han mantenido por ambas cúpulas en los últimos años con este tipo de multinacionales, que han ido ganando progresivamente mucho poder y tamaño en el mercado.

En los últimos ocho años, periodo en el que se hace un registro público de los diferentes encuentros de la presidencia con agentes, sólo se ha dado cuenta de siete encuentros con empresas tecnológicas frente a las decenas mantenidas con empresas ‘tradicionales’, según queda reflejado en la base de datos de la propia CNMC. De esos, cuatro fueron con Uber, cuya regulación relacionada con las VTC fue muy controvertida en el seno del 'superregulador'. Con Amazon, el antecesor de Cani Fernández, José María Marín Quemada, mantuvo un encuentro en el año 2016, cuando aún el foco regulatorio no estaba tan centrado en la empresa, ni su tamaño y su poder eran tan grandes. Ahora, la empresa vuelve a la carga, pero en un contexto muy diferente, con la presión sobre sus actuaciones mucho más elevada.

Este será el primer encuentro que mantiene Fernández con uno de estos gigantes tecnológicos. En el plan estratégico de la propia CNMC, que fue recientemente presentado, insistía en que uno de los objetivos era vigilar para que la transformación digital, impulsada en parte por estas grandes multinacionales, “se realice en beneficio de los consumidores fomentando la existencia de mercados competitivos y estableciendo los mecanismos necesarios para avanzar en la conectividad total, al tiempo que supervisa los nuevos mercados digitales”. Pero es que, además, el organismo ha exigido más poderes para aplicar y explotar la llamada ‘New Competition Tool’, que servirá para tratar de imponer restricciones estructurales a empresas dominantes entre las que se encuentra la posibilidad de expulsarlos de un mercado o el ‘troceo’ de sus holdings. “Debemos defender que estas competencias residan en la CNMC como autoridad independiente”, apuntaba en el documento elaborado como respuesta a la nueva propuesta de regulación europea.

Varios frentes

Amazon llega a esta reunión siendo aún más grande en su negocio en España y con mayor poder. No es posible saber la cifra exacta de negocio, pues no se desglosa en la matriz con sede en Luxemburgo, pero las diferentes estimaciones como la de la firma de análisis Statista sitúan su facturación por encima de la barrera de los 7.000 millones. Entre los frentes que tiene en España destaca la llamada ‘Tasa Google’. Hace unas semanas, ya anunció a los vendedores que le incrementarían las tarifas en el mismo porcentaje de la nueva figura impositiva, señalando al Gobierno de Pedro Sánchez, al que, según explicaban, instaron a buscar una “solución global”.

Pero en el lado de la CNMC, hay otros asuntos peliagudos. Por una parte, la regulación como un operador postal. Esto último fue decidido por la propia CNMC en septiembre del año pasado después de unos meses de investigación. Esto lleva consigo varias obligaciones, entre otras la de informar de los precios aplicados a sus envíos. Por otra parte, se encuentra también la regulación -con su servicio Prime Video, tercero por posición de mercado tras Netflix y HBO- como plataforma ya incluida dentro de la futura ley audiovisual, por lo que deberá abonar un 5% de todo su volumen de negocio real en España para financiar obras cinematográficas europeas. En el informe presentado en enero sobre ese anteproyecto, la entidad presidida por Fernández se felicitaba por el cambio: “Es muy relevante, porque conlleva que el organismo pase a controlar el cumplimiento d esta obligación por parte de empresas como Netflix, Amazon o HBO”.

A nivel europeo, la compañía mantiene frentes importantes abiertos. El pasado mes de noviembre, la Comisión Europea la acusó de usar de manera abusiva los datos que obtiene de las empresas terceras que utilizan la plataforma para vender sus propios productos. Además inició una segunda investigación, al sospechar que podría favorecer de manera artificial sus propias ofertas minoristas y las de otros vendedores que utilizan los servicios logísticos y de reparto. En materia fiscal, Bruselas obligó a la multinacional hace tres años a devolver 250 millones de euros a las arcas públicas de Luxemburgo al entender que se había beneficiado de un pacto fiscal favorable -conocido como ‘tax ruling’- que le permitió reducir su factura tributaria de manera significativa.

Hasta ahora, la CNMC en España ha mantenido un perfil relativamente bajo con este tipo de gigantes tecnológicos. En otros países europeos, como Italia o Francia, el regulador de la competencia ha ido imponiendo diferentes sanciones a estas compañías por sus prácticas a nivel local. En España, los casos que se han ido estudiando han sido menores y se han ido archivando. El último caso es el de Google y la plataforma de reservas de mesa en restaurantes El Tenedor: se acabó tumbando una demanda contra ambos por prácticas anticompetitivas.

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