El consejo de administración de Prisa nombrará el próximo martes como consejero, en representación de Amber S.A. a Miguel Barroso, el exsecretario de Estado del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, un movimiento que afianza al presidente del grupo, Joseph Oughourlian, y supone un claro acercamiento al Ejecutivo actual, que sigue de cerca la evolución del grupo español de medios. El presidente y fundador de Amber Capital tenía pendiente este movimiento en el consejo, después de la llegada de los dos representantes nombrados de acuerdo con Telefónica, Miguel Santiso y Rosauro Varo, este último con el cargo de vicepresidente.
No obstante, Oughourlian ya señaló el día en que fue nombrado presidente que su gestión se iba a marcar por la transparencia y el consenso de todos los consejero y accionistas, de forma que este nombramiento, cercano al Partido Socialista, une los intereses de los nuevos accionistas de Vivendi y los ya consolidados de Telefónica. De hecho, el nombramiento de Barroso como consejero de Prisa ya se estuvo barajando en el entorno del grupo el año pasado, si bien en ese momento se pretendía que fuera uno de los representantes de la operadora, en lugar de serlo de una de las sociedades controladas por el inversor armenio de Amber y presidente de Prisa. Como se comentó en su momento, el presidente de la multinacional de telecomunicaciones, José María Alvarez-Pallete, propuso que Barroso junto a otros antiguos directivos del mundo de la comunicación vinculados al PSOE pudieran incorporarse al consejo de Prisa en calidad de independientes.
La operación se produce en un momento en el que los nombramientos de este tipo de consejeros han sido puestos en entredicho por la reforma de la Ley de Sociedades Anónimas, que busca acotar los cambios permanentes que se suelen producir en los órganos de administración de las compañías a la hora de nombrar representantes en los consejos de los grupos en los que participan. El espíritu de la norma es dar más estabilidad a este tipo de figuras, con el objetivo de que sus decisiones se tomen con vocación de permanente y de acuerdo con la estrategia a largo plazo de las entidades. La futura normativa establece la conveniencia de que los consejeros lo sean de modo directo y con responsabilidad personal y no como representantes de sociedades anónimas. De momento, Miguel Barroso se sentará en el máximo órgano de gobierno de Prisa como hombre de Amber y sin necesidad de que su designación tenga que ser aprobada por la junta general de accionistas.
Con Barroso como consejero a sus órdenes, Oughourlian manejará la compañía con el apoyo del consejero delegado Manuel Mirat, quien, en teoría, cuenta con todos los poderes ejecutivos. Aun así, la entrada de Barroso es una de las decisiones estratégicas avaladas por el presidente de mayor calado por la cercanía del nuevo administrador al PSOE. En realidad, el que fuera secretario de Estado de Comunicación con Zapatero será el número dos del actual presidente de Prisa y ambos defenderán los intereses de Amber como accionista principal de referencia.
Prisa abordará el martes la eliminación del consejo editorial lo que supondría la desvinculación definitiva con el grupo del expresidente Felipe González
Es también previsible que el consejo de Prisa del martes acuerde además otros nombramientos de segundo nivel para reforzar el peso específico de Ourghoulian, lo que podría poner en entredicho la capacidad ejecutiva real de Mirat como CEO del grupo. En la misma reunión se podría determinar la eliminación del consejo editorial que ha sido históricamente un punto de apoyo en la proyección mediática del grupo y de su diario de cabecera. La supresión del consejo editorial llevaría implícita la desvinculación de Prisa del expresidente del Gobierno, Felipe González. En medios de la compañía existe la sensación de que Oughourlian quiere visibilizar un cambio de era en El País con el beneplácito del Gobierno de Pedro Sánchez y el respaldo implícito de Telefónica.
Durante la crisis de diciembre del año pasado, el inversor armenio solo contaba con el respaldo de sus propios consejeros y de los dos representantes franceses en el consejo, Dominique Dhinnin y Beatrice De Clermont-Tonnerre, ésta última nombrada también como consejera coordinadora. Más recientemente, y de común acuerdo con Telefónica, se incorporaron al máximo órgano de gobierno Javier Santiso y Rosauro Varo, éste último promovido al cargo de vicepresidente por expresa petición de la operadora.
La empresa empieza ahora una nueva etapa con un balance mucho más saneado tras la refinanciación de la deuda que se llevó a cabo el año pasado y que animó al representante de Amber Capital, que tiene un 29,8% del capital, a tomar un papel protagonista en el grupo que hasta ese momento no había podido ostentar. El primer paso de futuro lo dio la compañía con la división de su actividad en dos grandes áreas de negocio diferenciadas: por un lado todo lo relativo a los medios de comunicación, con 'El País' y la Cadena Ser como dos buques insignia; y por otro lado, toda la parte de actividad vinculada a la educación, de la mano de los activos que se conservan en Latinoamérica en torno a la editorial Santillana, que es uno de los puntos fuertes del negocio sobre el que se pueden plantear muchas estrategias rentables.
En el ámbito de los medios de comunicación en España, Prisa Media está focalizada en un amplio proceso de digitalización que ha acelerado ahora con la apuesta por los modelos de suscripción, desde una posición de liderazgo y gran capacidad de generación de contenidos, que pasa además por el desarrollo del audio digital (podcast). Y en lo que respeta a Santillana Latam, el desarrollo de la compañía no tiene apenas rivales a nivel global para desarrollar los nuevos modelos de educación a distancia (e-learning), de forma que puede centrarse en el crecimiento y la extensión de los modelos de suscripción en todos los países en los que opera y en efectuar la separación operativa del negocio público y del privado.
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