American Express 'fagocita' su antigua alianza con el Santander en tarjetas

  • La compañía reorganiza su estructura societaria en España tras romper lazos históricos con las entidades bancarias de la UE.
American Express
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American Express reorganiza su estructura societaria en España un año después de romper lazos históricos con Banco SantanderCaixaBank, Bankia y el resto de entidades bancarias de la Unión Europea (UE). En la junta de accionistas que la compañía celebró la semana pasada, la filial española de ‘Amex’, presidida por Juan Ortí de Ochoa de Ocariz, decidió aprobar la absorción de Bansamex, empresa en la que sustentaba su alianza en España con el grupo que comanda Ana Botín para la emisión y explotación de las tarjetas de la exclusiva marca desde 1992.

El divorcio en España de American Express y el Santander -mantienen acuerdos en otras geografías- se consumó en marzo de 2018 después de 26 años de matrimonio. Entonces, la compañía norteamericana se hizo con el 50% que poseía el grupo cántabro en Bansamex, 'joint-venture' que arrojó pérdidas de casi 125.000 euros en el ejercicio 2017, según sus últimas cuentas disponibles en el registro mercantil.

Un año después, American Express Europe, que desde la ruptura con Santander ostentaba el 100% del capital de la sociedad, ha aprobado la fusión por absorción con extinción y sin liquidación de Bansamex, cuyo patrimonio neto, que asciende a 7,9 millones de euros, será transferido en bloque a la matriz una vez que el Banco de España autorice operación, ya que al tratarse de una fusión entre entidades de pago necesita el visto bueno del supervisor.

Las ‘Amex’ son un producto destinado a clientes de banca personal o privada y usuarios acostumbrados a viajar que tengan posibilidades de aprovechar sus exclusivas prestaciones. Y es que se trata de un ‘plástico’ de elevado precio, pues la cuota de emisión de estas tarjetas oscila entre los 80 y 650 euros en función de la tipología a cambio de devengar puntos redimibles por vuelos, artículos de deportes, tecnología, etc; coberturas de seguros y otro tipo de prestaciones crecientes a mayor exclusividad del producto. La tarjeta Platinum pone, incluso, asesores personales al cliente para organizar viajes o eventos especiales.

Bansamex tuvo una actividad limitada durante el ejercicio 2017. Los titulares de estas tarjetas apenas facturaron 62,6 millones de euros, una cantidad ínfima en relación a los 135.246 millones de euros que se pagaron con plástico en ese año, según muestran las estadísticas que publica el organismo que preside Pablo Hernández de Cos. La sociedad tuvo números rojos de 124.934 euros y su morosidad se incrementó un 325%. Las pérdidas, en todo caso, fueron menores que las registradas el año previo (171.769 euros).

Las tarjetas, un mercado clave

Las tarjetas, en cualquier caso, son una actividad clave en la actualidad para los bancos, ya que vincula al cliente y es muy rentable para las entidades. Es más, el desarrollo del consumo ‘online’, el uso cada vez más extendido de las tarjetas ‘contacless’ y el pago con teléfono móvil impulsó un 9% el volumen de transacciones con TPV en 2018, hasta alcanzar los 147.431 millones de euros, cifra que supera en 23.000 millones de euros el dinero extraído en cajeros en el conjunto del año.

El propio Banco Santander reconocía durante la presentación de su plan estratégico que los pagos serán la piedra angular de su plataforma de servicios financieros en los próximos años, negocio en el que espera un incremento de la facturación que precisamente se sitúa en el entorno del 9% anual de cara a los siguientes tres o cuatro ejercicios.

Y es que en el marco de la reorganización de los negocios de Popular, Santander ha apostado por aquellos segmentos que aportan mayor rentabilidad en un entorno de bajos tipos de interés. De hecho, Santander acordó vender al fondo Värde Partners la participación del 49% que ostentaba el WiZink, pero en la transacción optó por recuperar el 100% del negocio de tarjetas de crédito y débito de los clientes del Popular, que estaba englobado dentro del banco ‘online’. Este proceso de reestructuración, en el que Santander también recuperó los cajeros automáticos del Popular, culminó la semana pasada con la recompra del negocio de seguros y fondos del banco a Allianz.

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