De Bombardier

Botín renueva la flota del Santander y compra un jet privado por 46 millones

La nueva aeronave convivirá con el 'Bombardier Global 6000' y dará servicio tanto a los directivos de la entidad cántabra como a los que opten por su alquiler. 

El avión de Banco Santander, fabricado por Bombardier.
El avión de Banco Santander, fabricado por Bombardier.
Gestair

Los jets privados están de moda entre las clases más altas de la sociedad y su demanda para alquilar por horas se ha disparado como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Las grandes empresas del Ibex 35 como Santander, TelefónicaBBVA o Ferrovial, entre otras, cuentan con este tipo de activos con el objetivo de facilitar los viajes de negocios de sus principales directivos y Ana Botín, presidenta de la entidad cántabra, ha dado orden de renovar su flota de aviones con la compra de una nueva aeronave. 

Certidesa, filial de Banco Santander, es la sociedad bajo la que están los aviones privados de la entidad que, además, alquila a grandes corporaciones tras un convenio suscrito con Gestair, empresa especializada en vuelos privados, desde el año 2016. En este caso, el arrendamiento operativo es de su aeronave marca Bombardier, adquirida en 2014 por orden de Emilio Botín, su padre y anterior presidente, dos meses antes de su fallecimiento y que costó a la entidad alrededor de 41,8 millones de euros. 

En esta ocasión, Ana Botín ha autorizado la compra de otra aeronave de Bombardier por 55,5 millones de dólares (cerca de 46 millones de euros) y que harán frente en tres cuotas. De hecho, la filial de la entidad cántabra ya ha asumido dos de ellas que ascienden, en total, a 27 millones de euros. La cantidad restante se abonará cuando el fabricante de Canadá proceda a su entrega y dará aviso a la entidad cántabra con 45 días de antelación para la toma de posesión. No obstante, el banco cántabro ha declinado hacer comentarios a La Información sobre el modelo comprado a Bombardier y su fecha de entrega. 

La marcha de Certidesa, pese a incrementar sus ingresos, no logra ser rentable para la entidad, como es lógico. La compañía tiene cedido a Gestair, empresa especializada en el sector, la gestión de los vuelos de los directivos del mayor banco del Ibex y, además, la capacidad de generar ingresos por la explotación de las aeronaves mientras no las usa el banco. Por ello, la compañía ha obtenido unos ingresos de más de 3,23 millones de euros en 2019, casi un 9% más que un año antes, pero las pérdidas se han disparado desde los casi 5,9 millones de euros hasta por encima de los 6,77 millones de euros. 

Este nueva aeronave se sumará al jet privado de Bombardier, 'Global 6000', que la compañía utiliza actualmente y que tiene la posibilidad de comprar una vez finalice el contrato de alquiler de su verdadera propietaria, la filial de leasing de la entidad cántabra, el el 3 de abril de 2021. De hecho, la sociedad se ha visto obligada a incrementar el valor contable del avión en 1,129 millones de euros durante 2019 "debido a un mayor pago del impuesto de matriculación que ha tenido que hacer frente Santander Lease, como titular del bien, y que supuso la modificación del contrato de arrendamiento el día 14 de noviembre de 2019". 

Por tanto, la nueva aeronave comprada a la compañía canadiense podría unirse, en caso de ejercer la opción de compra, al Bombardier Global 6000 que utilizan en la actualidad los altos directivos del banco cántabro. Este avión tiene una capacidad para 18 pasajeros, realiza vuelos de hasta 12 horas con un alcance de 11.853 kilómetros y registra una velocidad crucero de 889 kilómetros por hora, lo que le convierte en el buque insignia de aviones de largo alcance de Bombardier. 

Por tanto, podrían convivir dos 'jets privados' puesto que no consta (de momento) que el banco opte por la venta de su vieja aeronave para abaratar la operación, como sí hizo con el Bombardier Global Express en 2016. De hecho, Certidesa arroja pérdidas de más de 20 millones de euros desde que Ana Botín accediera al cargo de presidenta en septiembre de 2014 debido, principalmente, a la amortización de este tipo de activos y a los altos gastos que lleva aparejados. 

Tanto grandes empresas como millonarios de nuestro país miran hacia los jets privados como consecuencia del coronavirus al tratarse de un medio mucho más seguro y las tarifas, para los que no lo tienen en propiedad, se sitúan entre los 2.000 y 8.000 euros la hora dependiendo del tamaño. El último en adquirir uno ha sido el futbolista del Real Madrid, Sergio Ramos, para sus desplazamientos a Sevilla, principalmente, y que le ha obligado a crear la empresa Davina Spain SL, una sociedad que le permitirá alquilarlo en las horas en que no lo utiliza. Por su parte, el máximo 'rival' de Santander en España, BBVA, ha decidido aplazar la venta del avión de FG para ahorrar costes en plena crisis sanitaria y dar uso a dicha aeronave en vez de alquilar uno similar. 

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