Antes fueron los hospitales... y ahora los fondos entran en el negocio veterinario

  • La Asociación Española de Veterinarios (Aevet) denuncia que su modelo de negocio amenaza la supervivencia de la mitad de las clínicas tradicionales 
Los niños llamaban 'Blackie' a la mascota de la familia.
Los niños llamaban 'Blackie' a la mascota de la familia.
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Como hicieron antes con los hospitales o con las clínicas dentales, los grandes fondos han encontrado un nuevo nicho de negocio en la salud de las mascotas. Las clínicas veterinarias se han convertido en su objeto de deseo desde el año 2016, el primer ejercicio en el que el sector empezó a remontar tras la crisis económica.

La Asociación Española de Veterinarios (Aevet) denuncia que la irrupción de este nuevo modelo de negocio pone en peligro la supervivencia de más de un millar de clínicas tradicionales en nuestro país, todas regentadas por autónomos.

Se verían afectadas cerca de la mitad de las que existen actualmente, como explica Benito Pérez, presidente de la Aevet. Se trata de grandes fondos, tanto nacionales como extranjeros, que abren cadenas de macroclínicas. Por su tamaño y por el respaldo económico que tienen su capacidad de negociación y sus márgenes comerciales son mucho más elevados. 

Su interés por el sector comenzó durante la recuperación, cuando a partir del año 2016 las clínicas veterinarias comenzaron a estabilizarse y a dejar atrás los números rojos (muchas se vieron muy tocadas durante los años de recesión).

A los veterinarios tradicionales les preocupa cómo pueda afectar la irrupción de estos fondos en los profesionales que están cerca de la jubilación y a los que les puede ser imposible traspasar su clínica al jubilarse. Muchos negocios "no van a valer nada porque la nueva competencia va a hacer que se queden fuera de mercado", asegura Pérez, quien incide en que estos nuevos modelos de negocio también implican un modelo de hacer las cosas "diferente".

Desde la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA) recuerdan que el impacto que supondrá la proliferación de estas franquicias no sólo afectará al trabajador autónomo tradicional, sino que además sufrirán las consecuencias dos de cada cuatro trabajadores relacionados con el sector. Desde UPTA elevan a 6.000 los pequeños negocios afectados por la incorporación de las macroclínicas al sector de la salud de las mascotas.

Un sector que genera 2.200 millones

Este sector genera en España en torno a unos 2.200 millones de euros, según cálculos de la Confederación Empresarial Veterinaria (CEVE), un mercado muy inferior aún al francés, el alemán o el británico. La irrupción de los grandes fondos se suma a los problemas que el sector ya padecía a raíz de la crisis.  

En CEVE calculan que más del 40% de los hogares tienen, al menos, un animal de compañía (habría en torno a 22 millones de ellos en nuestro país), por lo que han venido reclamando al Gobierno una rebaja del IVA a los servicios veterinarios, gravados con el tipo general del 21%. El problema es que a raíz de la crisis el coste de estos servicios ha llevado a muchos dueños a reducir las visitas rutinarias o la vacunación de sus mascotas, lo que podría derivar a la larga en un problema de salud pública.

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