Previsiones de Red Eléctrica de España

Apagón en la industria y los servicios: el consumo eléctrico caerá un 16% en abril

Gráfico consumo.
Gráfico consumo.

El parón de la actividad por la pandemia deja ya cifras récord para la historia de la economía. El índice que elabora Red Elétrica de España (REE) cada mes para medir el consumo entre más de 13.000 empresas con potencias contratadas por encima de 450 kW arroja una caída de la demanda eléctrica en la industria y los servicios del 8% interanual en marzo. Se trata, según el gestor del sistema eléctrico "del mayor retroceso interanual de toda la serie histórica".

La caída de marzo se debe al cese de actividades no esenciales decretado a mitad de mes. Por eso, el desplome de abril puede pasar a la historia. Los técnicos de REE prevén que con los 30 días bajo el estado de alarma, la caída de la demanda pueda duplicarse hasta el 16%eincluso por encima. El impacto del coronavirus está siendo especialmente duro en los servicios -caída media del 11%- y dentro de estos en el turismo, donde el desplome del consumo llega al 33%, según los datos de REE.

La industria aguanta, pero sólo un poco mejor. En marzo, la contracción del consumo en las empresas industriales fue del 7,6%. Únicamente las industrias agroalimentarias, la farmacia y el papel, mantuvieron  tasas interanuales positivas. Se solapan las caídas porque en el año 2019, el descenso en la demanda eléctrica de la industria ya alcanzó el 9,2%, el tropezón más grande en una década.

Parón más profundo en abril

El parón de marzo y el más profundo previsto en abril acaban con la tímida recuperación que apuntaba a principios de año. Febrero acabó con el consumo eléctrico de la gran industria en positivo gracias a que el mes tuvo un día más -2020 es año bisiesto-. Era la primera recuperación en términos interanuales desde 2018, pero el coronavirus ha convertido la ligera subida en un dato efímero.

El desplome de la demanda en el sector empresarial mete presión a las negociaciones de los Ministerios de Transición Ecológica y de Industria con las grandes compañías del país -automovilísticas, siderúrgicas, cadenas de distribución, papeleras, etc.- para encontrar fórmulas que abaraten la factura energética y favorezcan su actividad.

El momento es complicado. Con toda la actividad empresarial condicionada por la crisis sanitaria, los grandes consumidores de energía reclaman medidas de apoyo, especialmente aquellas que aligeren sus costes estructurales. Los costes de la electricidad están entre ellos. Los ministerios de Industria y de Transición Ecológica han diseñado el mecanismo que debe ayudar a las grandes empresas a reducir su factura con más de 300 millones al año. Pero el mecanismo -el Estatuto del Consumidor Electrointensivo- aún no se ha puesto marcha.

La herramienta de siempre

Queda la posibilidad de recurrir a la herramienta tradicional de subvenciones -las subastas de interrumpibilidad-, por la que las grandes empresas recibían ayudas siempre que estuvieran dispuestas a desconectarse de la red, bien por causas técnicas o bien por causas económicas. Pero hay un problema. La última subasta semestral, celebrada en diciembre y con caducidad en junio, repartió apenas cinco millones de euros entre más de un centenar de empresas. Dinero insuficiente, según las organizaciones sectoriales. Cabría la posibilidad de celebrar una nueva convocatoria este año -probablemente con más dinero-, pero los plazos son apurados.

Las subastas de interrumpibilidad que gestiona Red Eléctrica de España (REE) conllevan un proceso complejo de convocatoria y habilitación, lo que exige acciones inmediatas, según explican fuentes empresariales. No es fácil que lleguen a tiempo. Por ello, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, de la que forman parte siete grandes organizaciones industriales -automóviles, papel, química, alimentación, cemento, refino y siderurgia- demanda medidas de apoyo que, en buena medida, necesitan el visto bueno de Bruselas. Y para ello ha solicitado públicamente la intervención de la vicepresidenta económica Nadia Calvino, aunque su interlocutor natural sea la ministra de Industria Reyes Maroto.

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