Las cifras de su sociedad principal

Apple dispara los beneficios repatriados desde su filial española con la ley Trump

El fabricante del iPhone transfiere más de 100 millones en dos años desde su sociedad principal en España (Marketing Iberia) hasta la matriz en Estados Unidos.

La tienda estandarte de Apple en España se encuentra en la Puerta del Sol de Madrid.
La tienda estandarte de Apple en España se encuentra en la Puerta del Sol de Madrid.
EP

Apple ha puesto a pleno rendimiento la maquinaria para repatriar dividendos desde territorio español a Estados Unidos. El fabricante del iPhone y del ordenador iMac ha disparado la cifra de beneficios entregados a su matriz estadounidense debido a las facilidades otorgadas con la reforma fiscal impulsada por la administración de Donald Trump a finales del año 2017. Este movimiento de dinero está exento de tributación en España gracias al convenio de doble imposición firmado por ambos países y que fue renovado en el año 2013.

La multinacional opera en España con dos sociedades diferentes. Una es Apple Retail Spain, y está destinada a la gestión de las tiendas físicas que tiene repartidas por el país. Otra, Apple Marketing Iberia, hace las veces de comisionista para la matriz irlandesa a través de la promoción de sus servicios digitales -que son facturados desde Irlanda- y lleva a cabo trabajos también para Estados Unidos. Esta última acaba de enseñar números al Registro Mercantil y confirma que ha aprovechado al máximo la nueva legislación fiscal estadounidense para tratar de reducir al máximo el dinero acumulado en su caja. 

En concreto, sólo en el ejercicio fiscal 2020 de la compañía, que acabó a finales del pasado mes de septiembre, la empresa ha entregado un dividendo a Apple Inc  de 95 millones de euros, tal y como queda reflejado en la memoria anual consultada por La Información. Se trata de nueve veces más respecto a lo que entregó en el periodo anterior, cuando sumó 10 millones. Era la primera vez que ejecutaba esta repatriación de dinero desde España en los últimos años, algo que sí que han ejecutado otros rivales como Microsoft -este último a través de la figura fiscal de la ETVE-.

Todos estos cargos han sido ejecutados contra las reservas de libre disposición que ha ido acumulando la compañía con los beneficios de los años anteriores. Por tanto, esas reservas se han quedado en el mínimo legal de 120.000 euros. A esto hay que sumar el colchón que tiene de 'otras aportaciones' de la matriz estadounidense para abordar los pagos basados en acciones (stock options) a la plantilla del equipo. En cuanto a dinero en efectivo y otros activos líquidos equivalentes suma casi 1,6 millones de euros. El capital social es de apenas 600.000 euros.

Esta repatriación masiva por parte de Apple está regida por el convenio de doble imposición entre Estados Unidos y España, revisado en el año 2013, cuando se retocó la tributación, entre otros, de los dividendos. Para las sociedades españolas que estén controladas, al menos en un 80%, por la matriz a la que se entrega ese dinero, la operación estaría exenta en origen. Es decir, no debe pagar nada en España. ¿Y en Estados Unidos? Esa es la clave que ha desencadenado todo. La reforma de la ley fiscal impulsada por la administración de Donald Trump directamente dejaba exentos los dividendos de empresas extranjeras participadas por estadounidenses desde el 1 de enero de 2018. ¿Y para lo registrado antes? Un pago único del 15,5%.

Aún no se han presentado las cuentas de la otra filial con la que opera en España. Pero sería lógico pensar que mantenga el mismo esquema de repatriación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la sociedad que gestiona los once establecimientos físicos repartidos en siete ciudades españolas se recupera de pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores, en los que tuvo que ponerse al día con pagos extraordinarios a Hacienda tras diversas inspecciones, a cuya compensación se ha destinado los beneficios netos logrados en los últimos ejercicios.

Los impuestos pagados

Volviendo a la filial que acaba de repatriar más de 95 millones de euros, su estructura fiscal -todo su negocio corresponde con facturación a la se ha mantenido invariable y su factura tributaria tampoco ha sufrido cambios significativos. Ha pasado de tener una cuota líquida de Impuesto de Sociedades a pagar de algo más de 13,5 millones de euros a algo más de 12 en el ejercicio acabado en septiembre pasado (con unos ingresos de 89 millones, un 18% más). No ha sufrido ninguna otra inspección extraordinaria de Hacienda después de varios años con la lupa de los inspectores sobre sus números. La sociedad abonó entre 2017 y 2018 más de 3 millones entre intereses y cuotas no pagadas.

Frente a la actitud de otras compañías del sector como Microsoft, que decidió en su momento pleitear con la Agencia Tributaria con años de 'tira y afloja' en los tribunales, aún no se ha conocido ninguna sentencia de esta filial de marketing del fabricante del iPhone. En el ejercicio que acababa en septiembre de 2019, la compañía revertió una provisión de algo más de 2 millones de euros que estaba reservada para afrontar potenciales pagos de impuestos por inspecciones. Es decir, finalmente no los tuvo que afrontar.

Estas cifras de la filial se conocen justo cuando arranca la 'tasa Google' en España, con la que el Gobierno de Pedro Sánchez pretende recaudar más impuestos de gigantes tecnológicos por servicios digitales que cuenta con estructuras fiscales con sedes en Irlanda o Luxemburgo -con tributaciones más favorables-. En el caso de Apple, en base a la descripción del hecho imponible planteado por el Ejecutivo, estarían actividades como la publicidad, que ha ido creciendo en los últimos años

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