Una idea en expansión

Así aprovecha Asturias sus minas para generar energía y calentar los hogares

La empresa pública Hunosa ha desarrollado un proyecto pionero para reaprovechar el agua que fluye por los pozos de excavaciones mineras, destinándolo a las calefacciones y redes de agua caliente del entorno. 

Red de calor por geotermia del Grupo Hunosa en Pozo Fondón
Red de calor por geotermia del Grupo Hunosa en Pozo Fondón
Grupo Hunosa

El fin del carbón en las zonas mineras vislumbra una nueva oportunidad para las ciudades que sufren la malograda transición energética. Asturias, región que lleva años sumida en una profunda depresión económica por el cierre de sus minas de carbón, y más recientemente de las últimas centrales térmicas, vive ahora un proceso lento pero consistente para transicionar hacia nuevas energías que además, generan importantes beneficios en el territorio. 

Un buen ejemplo de ello es el plan que tiene en marcha el Grupo Hunosa para reaprovechar los recursos que ofrecen las tierras asturianas. La empresa pública puso en marcha hace tres años un proyecto que aprovecha las antiguas minas para generar energía geotérmica, y que ahora se encuentra en pleno proceso de expansión a otras localidades. Este aprovechamiento energético se basa en la reutilización del agua que se infiltra en las cavidades subterráneas de las antiguas minas, que debe ser bombeada de forma continua para evitar que afecte al entorno. Este agua se extrae a una temperatura de unos 23ºC y es bombeada para subirla a la superficie. 

Aquí es donde entran en juego unas nuevas centrales de generación que permiten elevar la temperatura del agua hasta los 85ºC para luego volcara a una red local de tuberías independientes que se despliegan por municipios próximos a esa central, y que está conectada con las calefacciones y depósitos de agua caliente sanitaria de viviendas y edificios municipales. El circuito de agua caliente es único, por lo que el edificio que solicite una mayor temperatura es el que fija su nivel mínimo.

Un hospital, un campus universitario o varias viviendas se benefician ya de este innovador proyecto de energía renovable

El prototipo de este modelo de calefacción urbana se llevó el reconocimiento de la Agencia Internacional de la Energía. El District Heating de Pozo Barredo se implantó en Mieres en 2019 y provee de calefacción a varios edificios públicos del casco urbano como el campus de la Universidad de Oviedo, un hospital, instituto y varios bloques de viviendas. Tal ha sido su éxito que Hunosa ha constituido una división de consultoría en este área. 

La segunda instalación, Pozo Fondón, entró en marcha en mayo de este año y mediante una inversión de 2,2 millones de euros permite cubrir una demanda de 3,3 GWh/año. Da servicio a un centro de salud, un polideportivo, un hotel, una residencia de mayores y un bloque de 45 viviendas. Esta instalación supone un ahorro de un 10% frente al coste de los combustibles convencionales, además de reducir los llamados "costes eternos" de la minería derivados del bombeo del agua de los distintos pozos.

Además, en un nuevo giro para tratar de conseguir un proceso 100% verde, la central de generación de este segundo proyecto podría pasar a alimentarse por biomasa procedente del entorno, permitiendo reducir la dependencia del bombeo de agua de mina y facilitando un aumento de potencia con su consecuente extensión de la red de calor. Este tipo de centrales son, además, muy sencillas de ampliar, lo que permite llegar a más clientes. 

Estos dos proyectos son los primeros de muchos que vendrán. Sobre la mesa están otros dos proyectos de redes públicas de calor y frío a financiar por los últimos fondos del Plan del Carbón, y otra red destinada al polideportivo de La Magdalena, en Avilés, según informa AveBiom. En la actualidad, Asturias cuenta con diez redes del estilo alimentadas por biomasa que dan servicio a 58 edificios. Cuentan con una potencia instalada de 9.240 kW, se distribuyen por seis kilómetros de red y una generan energía por 11.839 MWh cada año. 

100 millones en ayudas para extender estas redes

Los fondos europeos permitirán ampliar este tipo de redes que se han demostrado exitosas. El Gobierno lanzó en agosto la primera convocatoria para incentivar proyectos de redes de calor y frío que utilicen fuentes de energía renovable, reduciendo las importaciones de gas natural y otros combustibles fósiles. Este tipo de nuevos proyectos también facilitan un cambio en el modelo productivo e impulsan la actividad económica. 

Esta línea de ayudas, que son a fondo perdido, será gestionada por el IDAE, se dirige a proyectos con una potencia superior a 1 MW y cuenta con 100 millones de presupuesto que también se destinará a ampliar las centrales de generación o las redes de distribución ya existentes. Permitirá instalar un mínimo de 3.800 MW de generación renovable antes de junio de 2026. El plazo de presentación de estas ayudas está abierto hasta el 28 de octubre.

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