Atlantia da luz verde a la oferta de Cassa Depositi e Prestiti (CDP) y los fondos por Autostrade y cierra la puerta de la concesionaria italiana a ACS. La compañía que preside Florentino Pérez había mostrado su interés en incorporarse a la oferta de la empresa pública italiana en alianza con Blackstone y Macquarie, pero la compañía en manos de los Benetton calificó de "arriesgada e incierta" la manifestación de interés de ACS y, finalmente, se ha inclinado por la oferta transalpina, que ha obtenido el respaldo del 87% de la Junta de Accionistas que ha tenido lugar este lunes.
Las opciones de ACS eran mínimas. El consejo de Atlantia se reunió el pasado 30 de abril para analizar todas las posibilidades sobre el tablero. Para entonces, CDP y los fondos ya habían subido la puja por la mayor red italiana de autopistas de peaje a 9.300 millones de euros, desde los 9.100 que ofrecieron en un primer momento. La manifestación de interés del grupo que dirige Pérez nunca llegó a materializarse en una oferta vinculante, lo que generó reticencias en el seno de Atlantia.
Al final del citado consejo Atlantia, socios de ACS en Abertis, pusieron de manifiesto sus dudas sobre la viabilidad del plan económico de ACS. La falta de concreción del interés del grupo constructor español sumado a la revalorización de ASPI, acordada en la recta final del concurso por la terna de sociedades interesadas en Autostrade, anticipó el fallo definitivo que ha llegado a primera hora de la tarde de este lunes desde Roma. Un mes después de aquel consejo, la junta de Atlantia ha despejado cualquier duda y ha aprobado vender su participación mayoritaria en ASPI -bajo cuyo paraguas quedan 3.200 kilómetros de vías de pago del país transalpino-, a la sociedad pública y los fondos extranjeros.
En el citado consejo, Atlantia calificó la oferta de CDP como la única salida viable a la desinversión ordenada por el Gobierno italiano. Desde el principio de la puja, la estrategia de ACS pasaba por incorporarse a la oferta italiana, en lugar de intentar una ofensiva en solitario. Este fue, precisamente, el mandato que el grupo que preside Florentino Pérez encomendó a Société Générale y Key Capital, dos de sus entidades financieras de confianza.
Ambos bancos han mantenido hasta el último momento las negociaciones con el citado consorcio de candidatos para conseguir cerrar la incorporación de ACS en el proyecto de compra italiano, la única oferta vinculante sobre la mesa y también la única opción que ha contado desde el principio con el visto bueno del Ejecutivo transalpino. Pero la mejora de la apuesta de la entidad italiana, sumado a la ausencia de una manifestación favorable del Gobierno de Draghi a la ofensiva de ACS en ASPI mermaron las posibilidades para el grupo de Florentino. Ambos inconvenientes han sido decisivos a la hora de escoger al comprador.
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