"Cada uno tiene sus opiniones, pero yo no he visto intervención. Hay una normativa que dice qué autorizaciones hay que recibir antes de que la CNMV apruebe una opa y cuáles no. Nosotros hemos aplicado la normativa según estos principios de dejar fluir al mercado". El presidente del supervisor, Sebastián Albella, defendía así a mediados de noviembre su actuación, al dar el visto bueno a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de Atlantia por Abertis.
Una autorización con la que el Gobierno no estaba precisamente de acuerdo. Sólo tres semanas después de esas declaraciones, Moncloa pidió a la CNMV que rectificara. Una solicitud nada habitual en este tipo de operaciones donde el Ejecutivo, al menos de cara a la galería, trata de mantener la independencia del regulador.
En este caso, tanto el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital como el de Fomento, consideran que tienen que autorizar la opa de Atlantia porque Abertis se dedica a gestionar activos estratégicos, las concesiones de autopistas y los satélites de Hispasat. Un requisito que sí ha cumplido ACS, que ha lanzado su opa a través de Hochtief, y que se ha encargado de recordar que cumplirá con todo lo que le pida el Ejecutivo.
Ahora la CNMV esquiva tener que retratarse. No va a tener que hacerlo porque Atlantia ha asumido que no le quedaba otra opción que plegarse a las exigencias de Álvaro Nadal e Íñigo de la Serna. "Atlantia desea reiterar su plena confianza en el buen funcionamiento de las instituciones españolas y en su evaluación neutral, eficiente y objetiva de las solicitudes de autorización administrativas al tratarse de una operación de dimensión comunitaria", ha pedido la italiana.
Semanas de espera
Deja la patata caliente en manos de los dos ministerios que tendrán varias semanas para decidir si dan su permiso, dado el parón navideño. En caso de no hacerlo, la compañía italiana controlada por la familia Benetton puede alegar que España estaría esquivando la regulación comunitaria porque la Comisión Europea ya autorizó su oferta por Abertis a mediados de octubre. Bruselas no vio problemas porque no hay actividades solapadas y el mercado "seguirá enfrentándose a una competencia efectiva en los mercados de referencia".
Ahora las dos opas están en el tejado del Ejecutivo. Además, la CNMV aún tiene que aprobar el folleto de la oferta de ACS, lanzada a través de su filial alemana Hochtief, así que el final a la opa sobre Abertis puede prorrogarse hasta primavera. Queda mucho camino por recorrer, dado que el mercado sigue esperando que Atlantia suba su propuesta. Desde mayo propone 16,5 euros por acción, frente a los 18,76 de Hochtief y, al cierre de este viernes, cada título de Abertis alcanza los 18,45 euros.
El gestor de autopistas español se ha despedido de sus máximos en el parqué y Atlantia también va en retroceso. La compañía transalpina roza los 26,5 euros, un precio que no alcanzaba desde finales de septiembre, antes de que la CNMV aprobara su oferta de compra. Mientras, cada título de Hochtief se sitúa en los 144 euros, en niveles similares a mediados de octubre, justo en vísperas de su opa. En el mercado, los inversores parecen guardar sus cartas, ahora le toca al Gobierno decidirse.
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