Irregularidades en la captación de clientes 

Audax suma la mitad de las denuncias en la CNMC por la contratación eléctrica

Los casos de supuestas malas prácticas han seguido llegando a Competencia durante el verano y engrosan un expediente que puede acabar en sanciones cuantiosas.

Sede de Audax Renovables
Sede de Audax Renovables
L.I.

Las denuncias por irregularidades en la contratación contra empresas comercializadoras del grupo energético Audax siguen llegando a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). El expediente, que incluye denuncias contra el grupo por parte de la energética EDP, engorda y supone ya la mitad de las quejas por supuestas irregularidades en la tramitación de contratos de electridad que investiga Competencia. Audax, que no ha admitido nunca haber tenido problemas más allá de lo que es habitual en la operativa comercial normal, se enfrenta a la posibilidad de recibir sanciones cuantiosas.

El flujo de quejas contra Audax y sus comercializadoras -ADS Energy 8.0 S.L., Audax Renovables, Iris Energía Eficiente y Unieléctrica Energía- preocupa en la CNMC y no sólo en la CNMC. Tanto en Competencia como en el Ministerio de Transición Ecológica se ha barajado la posibilidad de adoptar medidas más inmediatas y contundentes contra el grupo energético más allá de la tramitación de sanciones. Por el momento, según las fuentes conocedoras del caso, no hay decisión en tal sentido.

Las denuncias incluidas en los expedientes de la CNMC -incluidas las presentadas por la compañía EDP- tienen un armazón común: actuaciones comerciales engañosas que inducían deliberadamente a error en los clientes, para favorecer la contratación por parte de algunas de las comercializadoras de Audax, suplantando en algunos casos la identidad de la comercializadora que tenía el contrato con el cliente. La crisis del coronavirus y el confinamiento no paró las malas prácticas. En algunas denuncias se detalla cómo se ofrecían descuentos a clientes de otras empresas en virtud de un supuesto acuerdo especial alcanzado por la empresa ofertante con el Gobierno de España con motivo de la COVID-19.

En ocho países

Audax, que cotiza en Bolsa, opera en ocho países y cuenta con 350.000 clientes, rechaza las quejas en su contra. El grupo interpuso antes del verano un recurso de alzada ante la Sala de Supervisión Regulatoria contra los  expedientes abiertos en su contra por mantener las prácticas de comercialización agresivas.

El caso que afecta a Audax muestra que las prácticas discutibles en la captación de clientes no han desaparecido. En el año 2018, el nuevo Gobierno de Pedro Sáchez atendió las quejas de las organizaciones de consumidores y prohibió a las comercializadoras eléctricas y de gas natural publicitar o contratar sus productos puerta a puerta, a no ser que la visita hubiera sido solicitada por el consumidor. La intención era acabar con la picaresca, generalizada, que llevaba a los consumidores a la confusión en tarifas y en contratos. En general, las comercializadoras eliminaron las prácticas comerciales agresivas. 

Las malas prácticas comerciales, a menudo subcontratadas, han disminuido desde que entró en vigor el decreto que las prohibió. Disminuyeron considerablemente con respecto del dato de finales de 2018 (con una caída del 38,8% en el caso de la electricidad y del 48,9% para el gas natural), apunta Competencia. Pero se mantienen. Un 10% de los cambios de suministrador obedecen a esas prácticas dudosas.

Juego subterráneo

El juego subterráneo se traduce en perjuicios para el cliente recién captado en muchos casos. Según la CNMC, un 14% de los hogares que cambió de oferta de gas natural o electricidad no vio cumplidas las ventajas ofertadas. Y hasta un 8% de los que cambiaron de contrato detectaron en su factura costes adicionales que no tenían conocimiento de haber contratado. 

En 2018 y 2019 la CNMC impuso un rosario de pequeñas multas a las compañías comercializadoras de gas y de electricidad, -hasta 10 para Endesa, Iberdrola y Naturgy-, por asuntos varios –y feos-, como cambiar de suministrador sin consentimiento de los usuarios o por recomendar a los clientes cambiar de tarifa de gas sin informarles de que la que proponen es más cara. En conjunto, ese rosario de sanciones apenas si alcanzó los dos millones de euros. En marzo des este año, Endesa recibió una multa de 300.000 euros por irregularidades en tres contratos. A 100.000 euros por "tropiezo" legal. La propuesta de sanción inicial duplicaba esa cantidad.

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