Ábalos busca un nuevo mapa de líneas de bus tras el freno de Hacienda a sus planes

  • El Ministerio de Fomento debe adaptar los pliegos al fallo del TACRC, lo que puede alargar el proceso hasta el primer trimestre de 2020.
Fotografía conductor autobús de línea / Pixabay
Fotografía conductor autobús de línea / Pixabay

El mundo del transporte en España está cambiando. A la liberalización ferroviaria se une el freno que Hacienda a impuesto a Fomento en los pliegos de condiciones de las concesiones interurbanas de autobús y la obligación de cambiar su rumbo. Una oportunidad para que el Ministerio de José Luis Ábalos modernice, tal y como él mismo ha señalado este miércoles, "una planificación del transporte que es de otro tiempo". Por todo ello, Fomento ya está buscando la forma en la que desarrollar un nuevo mapa concesional que permita a empresas y viajeros adaptarse a las necesidades actuales. 

Tras el lío de recursos que se produjeron con la presentación de los nuevos pliegos para sacar a licitación las tradicionales líneas de autobús hace unos meses, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TECRC), dependiente de Hacienda, obligaba a esta cartera a reconfigurar por completo la documentación de cara a los nuevos concursos. Las empresas de autobús mostraron su disconformidad en el momento de presentar el recurso con varios puntos que Fomento consideraba básicos como un periodo fijo de concesión o la posibilidad de que la mesa de contratación elimine una oferta si detecta 'problemas' en el plan de negocio.

Este arduo movimiento, según señalan desde el sector, lleva aparejado la necesidad de estudiar el mercado y trasladar el fallo de este órgano al conjunto del pliego lo que podría llevar meses. Tanto es así, que desde el sector no esperan una resolución hasta, al menos, el primer trimestre de 2020. Sea como fuere, este gesto paraliza una de las intenciones de Ábalos tras asumir la cartera: desbloquear las licitaciones que llevan años caducadas y licitar dos líneas al mes. 

Cabe recordar que una gran parte de las concesiones de líneas de autobús interurbano de nuestro país están caducadas. Del total de 73 líneas que dependen del Estado, y según los últimos datos oficiales del Ministerio de Fomento fechados a cierre del mes de enero, 39 ya han vencido. Algunas de ellas caducaron hace más de diez años. En 2009, en concreto, terminó la concesión de la línea que une Zaragoza con Murcia, y en 2012, otras como la Madrid - Granada -Almuñecar o la que comunica la capital con Fuensalida, en Toledo. 

"Lo estamos asumiendo", señalaba Ábalos este miércoles. El titular de la cartera confirmaba así que se trata de un proceso complicado que se está llevando a cabo "con bastante prudencia" y sin plantear "nada tajante" a las empresas del sector. Del mismo modo, desde Fomento confirmaban que la interlocución con las compañías de transporte se está dando, dato que confirman desde la patronal, Confebus, que argumenta a este medio que "el contacto es permanente". 

¿Cómo adaptar los pliegos?

Para poder adaptar los pliegos a las exigencias del TACRC hay que hacer varios pasos. Por un lado, se tienen que estudiar las necesidades del sector para poder atender las carencias actuales -hay que tener en cuenta que muchas de las concesiones aún vigentes hoy en día a través de prórrogas fueron asignadas hace 70 u 80 años- y, por otro, hay que trasladar los resultados, y los requerimientos del recurso a la documentación oficial. 

Este último paso se llevará a cabo con personal propio del Ministerio de Fomento, tal y como confirman fuentes oficiales. En cambio, para realizar el estudio previo, se podría llegar a tramitar una encomienda de gestión a la consultora pública Ineco, especializada en transporte en los sectores aeronáutico, ferroviario, portuario, carreteras, transporte urbano y edificación.

A falta de conocer cómo serán los pliegos definitivos, fuentes del sector señalan que algunas compañías ya han expresado su intención de no presentarse a las licitaciones como consecuencia de los márgenes que ofrecería el proyecto. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta la situación del transporte en nuestro país, con la liberalización ferroviaria a la vuelta de la esquina -el próximo diciembre de 2020-  y las incertidumbres sobre la cuota que podrán arrebatarle los trenes al clásico autobús. 

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