Medidas ante la crisis del Covid-19

'Pinchazo' eléctrico: autónomos y pymes ignoran las ofertas de ahorro en el recibo

Autónomos y pymes están más preocupados por el cierre del trimestre.
Autónomos y pymes están más preocupados por el cierre del trimestre.

A veces, las ideas sólo nacen y mueren. Sin pasos intermedios. Simplemente no crecen. Es lo que ha pasado con una de las propuestas "estrella" de las grandes eléctricas para apoyar a los autónomos (3,2 millones) y pymes. Endesa, Iberdrola y Naturgy anunciaron facilidades para que los más afectados por el parón general de la actividad rebajaran la potencia eléctrica contratada con las comercializadoras. El término fijo de potencia puede suponer hasta un 40% de la factura por lo que parecía una buena propuesta. Pero la realidad se ha impuesto. Las preocupaciones inmediatas de autónomos y empresarios son otras. La prueba es que, según admiten todas las empresas consultadas, las peticiones para cambiar los contratos son anecdóticas.

"Son unos centenares"; "no se está acogiendo mucha gente"; "no hay mucho interés y muchos no se han enterado". Así responden las grandes compañías al dar cuenta de la iniciativa, técnicamente complicada, y que ha desatado recelos incluso en la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia porque se hizo pública sin consulta pese a que puede afectar a los ingresos regulados del sistema eléctrico.

Incluso entre las compañías  -ninguna admite haber publicitado la iniciativa-  se detecta un cierto alivio por la escasa respuesta de los supuestos beneficiarios. Tiene explicación porque, en el caso de que autónomos y pequeños empresarios se hubieran acogido de forma masiva a las rebajas de potencia, el fin de la cuarentena y la vuelta a la normalidad podría haberse convertido en una pesadilla.

La regulación señala que las distribuidoras no tienen por qué bajar la potencia contratada si desde el último cambio no ha transcurrido al menos un año. Sin embargo, las compañías decidieron abrir la mano mientras se mantuviera el estado de alarma. Una buena publicidad y sin apenas coste ya que el ahorro de los beneficiarios iría contra el sistema eléctrico, que pagan todos los usuarios. 

Pero autónomos y pymes están preocupados por lo más inmediato. Se acaba el mes, se cierra trimestre, llega la confesión tributaria, el IVA, las nóminas...los esfuerzos por sobrevivir se centran en el día a día; más en las facturas que llegan que en las que llegarán. Eso explica por qué se agostado una idea que, en apariencia, parecía buena. En estos momentos, reconocen las empresas, los pequeños negocios, comercios y los profesionales están volcados en encontrar la liquidez que les permita sortear el primer gran impacto económico de la crisis. Y tienen dificultades porque no es fácil encontrar abierta la ventanilla del banco para  alcanzar los avales gantizados por el Gobierno.

Para hacer frente al primer impacto de la pandemia, el Ejecutivo ha prohibido el corte de suministros básicos (electricidad, gas y agua) y, por primera vez también, de  telecomunicaciones a los hogares vulnerables durante un mes, aunque la medida se puede prorrogar. La prohibición de cortar la luz se extiende a todos los colectivos sin excepción -no sólo a los vulnerables- y a suministros que hasta ahora no estaban protegidos.

El real decreto que garantiza los servicios también prorroga la vigencia del bono social eléctrico a los beneficiarios que debían renovar su solicitud.  Podrán realizar el trámite hasta el próximo 15 de septiembre. La norma igualmente suspende la revisión de los precios máximos de venta al público de los gases licuados del petróleo envasados, como las bombonas de butano, y de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas natural, para evitar que suban. Se mantendrán los precios actuales durante los próximos seis meses.

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