Tras la avalancha de solicitudes

La banca pide otro tramo de avales ICO con mayor peso para pymes y autónomos

  • El primer paquete de 20.000 millones de euros estaba repartido a la mitad con grandes empresas, pero los que más financiación piden son los pequeños.
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Nuevos movimientos en la banca. La pasada semana se produjo una avalancha de peticiones por parte de autónomos y pymes a las diferentes entidades de préstamos con avales públicos que esperan poder empezar a tramitar este mismo lunes. Por ello, el sector financiero ha comenzado ya a moverse para exigir que el próximo tramo que se habilite desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez cuente con mayor peso para aquellos que trabajan por cuenta propia y las pequeñas y medianas empresas, los que más lo necesitan, confirman a La Información fuentes financieras.

Cabe recordar que el Consejo de Ministros aprobó hace ya casi tres semanas una línea de garantías públicas para préstamos de hasta 100.000 millones de euros. En un primer tramo puso sobre la mesa 20.000 millones del total con unas condiciones concretas que cubrían hasta el 80% del capital total del préstamo para los más pequeños y de entre el 60 y el 70% para las grandes compañías. Esta primera parte estaba dividida a la mitad entre ambos tipos de sociedades, pero el escaso margen de actuación que han tenido los diferentes bancos para gestionar los créditos con sus clientes, unido a la avalancha de peticiones, les ha  llevado a solicitar al Ministerio de Asuntos Económicos un cambio en la política de avales.

En concreto, las entidades financieras consideran indispensable que se trasvase mayor peso de este modelo de financiación al segmento que reúne a los prestatarios más débiles, véase los pequeños empresarios. De esta forma se podrá acometer con mayor agilidad y rapidez la transmisión de créditos a quienes verdaderamente los necesitan. En este sentido, la celeridad en la tramitación de los préstamos es fundamental para 'apagar los fuegos' que amenazan con quemar muchas de las iniciativas emprendedoras en este país.

De acuerdo con las fuentes financieras consultadas, se estarían barajando pesos de dos tercios de las cuantías para los autónomos y las pymes y un tercio para las compañías más grandes. Cabe recordar que el Ejecutivo se guardó un as en la manga a la hora de poner las condiciones sobre la mesa, ya que señaló que el reparto del primer y único tramo otorgado se podía modificar en los siguientes paquetes de financiación. El sector ha recogido el guante y se ha aprestado a solicitar un cambio radical que sirva para cumplir con el objetivo final que no es otro que rescatar a las pymes y a los autónomos.

Las entidades financieras empezaron la semana pasada a hacer llamadas a clientes que podían necesitar liquidez para superar el periodo de cierre económico como consecuencia del coronavirus. La mayoría de los potenciales destinatarios de fondos, según confirman en medios bancarios, se mostraron especialmente interesados en recibir los créditos ICO pero plantearon también sus dudas a fin de disponer de unas condiciones favorables que les permitan asumir las nuevas deudas.

El problema es que el organismo encargado de gestionar el crédito oficial no remitió los convenios a las entidades bancarias hasta este pasado miércoles, lo que a la fecha de hoy lunes ha impedido todavía cerrar los acuerdos. Cabe señalar que el sistema adoptado a raíz del estado de alarma adolece de grandes complejidades y  los bancos quieren también asegurar un marco de actuación que sea válido para sus intereses. Se trata de dar créditos, pero no de regalar el dinero sin condiciones. 

A medida que se iba acercando el final de mes, con el vencimiento de los pagos y la obligación de pagar los salarios de los trabajadores cada vez más cerca, las diferentes entidades compañías, grandes y pequeñas, aumentaban su interés por estas ayudas. "Cada vez más nerviosismo y presión", reconocen desde uno de los bancos. Pese a todo ello, el sector financiero aún no ha podido tramitar ninguno de estos préstamos, por lo que la liquidez comprometida aún no está en manos de quien lo necesita en este momento de parón económico. 

Sea como fuere, los préstamos serán diferentes en cada entidad y en función del tipo de cliente, ya que entre las normas que puso el Ejecutivo no se especificaba el tipo de interés que se debía cobrar y existe la posibilidad de que aquellas que lo consideren puedan repercurtir el precio de los avales al solicitante. Varias de las entidades han establecido el porcentaje a cobrar por el préstamo en función del rating del beneficiario final del crédito o del nivel de riesgo que evalúe a cada autónomo o pyme el propio banco, confirman fuentes financieras.

Además, y para evitar que la picaresca salga a relucir con este tipo de préstamos creados para abordar la situación excepcional que nos atañe, se establecerá una cuantía máxima a percibir por cada prestatario, en función de su facturación, independientemente del número de entidades financieras a las que pueda recurrir en busca de préstamo. Del mismo modo, las cuantías de garantías públicas que podrá utilizar cada banco se repartirán por cuotas y no a demanda, como se ha hecho en ocasiones anteriores, para evitar que se canibalicen unos bancos a otras. 

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