No habrá vagón cafetería

En las entrañas de AVLO: vending, wifi y asientos reclinables... pero sin pantallas

En las entrañas de Avlo: vending, wifi... sin radios ni TV
En las entrañas de Avlo: vending, wifi... sin radios ni TV

Desde que Renfe anunció la puesta en marcha de su opción más 'low cost', la curiosidad acerca de los trenes que llevarían la Alta Velocidad al alcance de todos los bolsillos no ha dejado de crecer. En poco tiempo, el nombre de AVLO ha ganado popularidad por todo el país, no solo por una exitosa (y suculenta) campaña de marketing que lleva días manteniendo a miles de personas con la vista pegada a sus pantallas... también porque ha sabido generar fuertes expectativas. Con la llegada de AVLO, la compañía asegura un precio más asequible que un autobús, un trayecto en tiempo récord, apenas dos horas y media entre Madrid y Barcelona, y un confort con el sello de Renfe... aunque la rebaja conlleva algunas asuencias que más de un pasajero echará en falta.

En un primer vistazo, el vagón de un AVLO no dista mucho del de un AVE, pero los viajeros más atentos no tardarán demasiado en encontrar las siete diferencias, empezando por los colores. Lejos de la sobriedad del AVE, con sus tonos neutros y sus detalles en madera, los nuevos vagones han optado por una gama cromática mucho más llamativa. Los compartimentos han salido recientemente de los 'hornos' de los talleres de Renfe, dispersos por todo el territorio nacional: en Madrid, La Sagra (Toledo), Valladolid y Málaga. Su llamativo exterior en un intenso color ciruela supone una explosión de ese tono Pantone 2425 que, hasta ahora, la firma reservaba para dar luz a pequeños detalles, como sus franjas decorativas o el logotipo de la marca.

Avlo
En las entrañas de Avlo: vending, wifi, asientos iguales... sin radios ni pantallas / Renfe

Su diseño agresivo no dista demasiado del camino escogido por otras compañías para sus líneas a bajo precio comparable, por ejemplo, al Ouigo de la francesa SNCF ya hace siete años, con el turquesa para la chapa y el fucsia para el logotipo. Aunque lo que realmente marca la diferencia es el interior. Para su nuevo servicio, AVLO ofrece asientos reclinables y una total conexión gracias al servicio PlayRenfe (wifi), aunque no contará con línea de radio ni de televisión, por lo que los nuevos usuarios no hallarán ni pantallas ni emisoras en el respaldo de enfrente.

Cruzar las puertas del AVLO es dejar atrás las estridencias. Cada tren contará con más de 400 plazas, con asientos reclinables y sin distinción de clase, pues la empresa se ha desecho de los espacios preferentes. Así, los interioristas del nuevo servicio del operador se han decantado por la predominancia del beige crudo, solo rota por el icónico morado de la alfombra que recorre el pasillo central en cada vagón, y por el color naranja de los reposabrazos. En esa línea hacia la homogeneidad de espacios, Renfe también ha suprimido la cafetería, con respecto a su AVE, un servicio que, aunque demandado, cuenta con unos precios que se alejan de ese concepto de 'chollo' con el que quiere maniobrar la compañía. En su lugar, la firma ha optado por incluir máquinas de vending con bebidas y snacks, solo accesibles mediante el pago con tarjeta.

AVE AVLO
 

Talleres con experiencia internacional

Los técnicos de las bases de mantenimiento de la compañía han sabido, además, reforzar la sensación de velocidad de sus máquinas, con un efectivo juego de líneas naranjas y celestes, que marcan la diagonal de sus vagones. El diseño final da fe de la amplia experiencia que avala a sus profesionales, acostumbrados a cooperar con otras firmas en la fabricación de trenes de Alta Velocidad, como los de la serie 103 que configuraron junto a Siemens, o los de las series 130 y 112, junto a Talgo-Bombardier. Además, el trabajo de los talleres de Renfe ha dado sus frutos más allá de las fronteras nacionales, pues han colaborado con Talgo en la fabricación de aparatos para los ferrocarriles de Bosnia-Herzegovina.

Seguro de anulaciones y 'extras' por equipaje

La Tarifa Básica de AVLO ofrece billetes por 10 euros, pero no admite cambios ni anulaciones. En busca de una mayor flexibilidad (y rentabilidad), Renfe ofrece este servicio por 8€, que tendrá que ser contratado en el momento de la compra. Aemás y hasta 30 minutos antes de que salga el tren, los usuarios podrán efectuar cambios de hora y fecha de partida. Renfe matiza que no se admitirán modificaciones en el origen ni en ek destino del billete, así como tampoco en su titular. 

Los AVLO solo permiten viajar con equipaje de forma gratuita dentro de unas condiciones en cuanto a dimensiones, pero sin límite de peso. Aquellos que quieran trasladarse con más maletas tendrán que pagar otro 'extra' que se podrá abonar, bien en el momento de la compra por 10 euros, bien posteriormente por 15... aunque aquellos que esperen hasta el último momento y contraten más espacio directamente en la estación (siempre con un margen de media hora) lo harán por 30 euros. En definitiva, la diferencia más notable que los usuarios de Renfe van experimentar con AVLO no recaerá tanto en la sorprendente estética, ni en la comodidad de sus vagones, sino en su bolsillo, siempre y cuando, como en la inmensa mayoría de las opciones 'low cost' de las grandes firmas no se 'pasen' con los extras.

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