Alcanzó 25 millones en 2019

Globalia obtiene un rescate de oro: 24 veces los beneficios de su año récord

En un plazo máximo de seis años tendrá que devolver los 615 millones del crédito avalado por el ICO y el rescate del fondo gubernamental.

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Javier Hidalgo, consejero delegado de Air Europa.
L.I.

Globalia ya ha logrado dos balones de oxígeno que van a ser claves para allanar el camino de la venta de Air Europa a Iberia después de que el estallido del coronavirus haya puesto boca abajo el sector. Por un lado, el préstamo de 140 millones avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y, por otro, los 475 millones del fondo de rescate. La aerolínea deberá devolver esos 615 millones de euros en un máximo de cinco años, entre periodo de amortización y carencias. Se trata de un periodo, cuando menos, ambicioso dados los resultados del último año 2019, cuyos números en el turismo fueron de récord y cuyas cuentas consolidadas acaba de presentar en el Registro Mercantil. 

Según la información oficial, todo el grupo Globalia, incluido lo logrado por Air Europa, Halcón Viajes o su negocio hotelero, generó unos beneficios netos de 25,7 millones de euros en 2019 para unos ingresos netos de 4.180 millones. Esa rentabilidad fue muy inferior a la del año anterior, pese a que el volumen de ventas resultó menor, debido a un incremento significativo de los costes de estructura y también  financieros, especialmente relacionados con los tipos de cambio. ¿Cuánto de eso pertenece a Air Europa? No es desglosado en la memoria anual, pero en el lado de la facturación supondrá más del 60%, si se mantiene la misma proporción del año anterior.

Esas ganancias netas que ahora hacen públicas están a años luz de lo que deberá devolver en los próximos años al Estado y a la banca -con el aval del ICO-. En concreto, los 615 millones de euros de ayudas ya concedidas con el sello público para Air Europa representan un total de 24 veces ese resultado del grupo en 2019, año con cifras récord en el mercado español y en la mayoría de plazas internacionales.

La conclusión: esos números dejan claro que los plazos de devolución van a ser, cuando menos, difícilmente abordables con un negocio golpeado por el coronavirus y que, según todas las estimaciones, no llegará a los niveles previos al estallido de la pandemia hasta 2023 o 2024. El resultado de explotación, que no incluye los gastos financieros (intereses y préstamos), las diferencias de cambio o las amortizaciones e impuestos abonados, fue de unos 90 millones de euros. En un año excepcionalmente bueno de ingresos y de negocio.

Con todo ello, el préstamo avalado en un 70% por el ICO y aportado por Santander, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter deberá ser devuelto, según confirma en sus propios documentos, antes de 2025 pero con un periodo de carencia hasta mayo del año 2021. A esto hay que sumar el préstamo del fondo de rescate público de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales de 475 millones (240 de uno participativo y 235 de otro ordinario) con un periodo de amortización hasta 2026. Pero no será la única deuda a la que tendrá que hacer frente. A cierre de 2019, antes de que estallara la crisis de la Covid-19, contaba con 146 millones de pasivo con entidades de crédito, entre corto y largo plazo, parte de la cual se ha ido refinanciando en los últimos meses.

Ese impacto de la pandemia es reflejado durante toda la memoria anual. Pese a que el desplome en el primer semestre del año ha sido más que evidente en todas las líneas de negocio, desde la empresa hacen una afirmación llamativa para justificar el principio de empresa en funcionamiento para así aprobar las cuentas. "Las hipótesis de generación de ingresos estimadas para los próximos meses permitirán cubrir las necesidades de liquidez con los recursos disponibles", aseguran. En efectivo sumaba apenas 100 millones a cierre de ejercicio. Todo ello después del reparto de dividendo extraordinario de 28 millones en diciembre justo tras el acuerdo con Iberia.

Dentro de las posibilidades para mantenerse a flote, el grupo presidido y fundado por Juan José Hidalgo incluye el acuerdo de venta de Air Europa al grupo IAG. "Supondrá una generación de recursos adicionales significativa, cuyo importe dependerá de que dicha operación sea aprobada por las autoridades de la competencia europea", asegura. Llama la atención que haga esto, pues el cierre de las cuentas -firmadas por todos los miembros del consejo- se hizo a mediados del mes de julio, cuando Iberia ya había advertido de que había que rebajar el precio

Muchas batallas con Hacienda

Donde sí que precisa que puede haber cambios es en el caso de la venta del negocio de las agencias de viajes (Halcón Viajes, principalmente). Asegura que, tras la luz verde de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el mes de mayo, insiste en que ambas partes "se han dado un tiempo para volver a analizar la viabilidad de la operación". Para lograrla, como sucedió con Air Europa, se ha solicitado por parte de la propia Globalia y de Barceló un total de 235 millones de euros que estaría a falta del beneplácito definitivo del consejo gestor.

Mientras los Hidalgo tratan de salvar el enésimo 'match ball' de su historia reciente, el grupo cuenta con numerosos frentes judiciales contra Hacienda por las múltiples inspecciones -y sanciones- que ha recibido en los últimos años. Son casi una decena. La más significativa es de 46 millones de euros que se lanzó en el año 2014 y cuya resolución en los tribunales aún no se ha dilucidado. Hay varias más: Air Europa firmó un acta en disconformidad de 5,8 millones de euros por las operaciones exentas de IVA declaradas por la entidad, mientras que que otras dos filiales recibió otro 'golpe' de 16,8 millones a principios de 2016. En junio de este año 2020, ya en plena pandemia, los inspectores han buceado en ese mismo negocio mayorista y en la división hotelera.

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