Manuel Azuaga, presidente ejecutivo de Unicaja Banco, acaba de prescindir de la que fue su mano derecha en Ceiss, entidad conocida como EspañaDuero y que desapareció el año pasado tras su absorción por la antigua caja andaluza. Y es que María Luisa Lombardero acaba de cesar como directora de Desarrollo Corporativo en Unicaja apenas un año después de su nombramiento, según informan fuentes conocedoras y confirma la propia entidad financiera, que explica que la dirigente bancaria se ha acogido al plan de prejubilaciones vigente en el grupo.
Lombardero aterrizó en Unicaja en 2014 de la mano del expresidente Braulio Medel, que la fichó de Banca March para ser la nueva consejera delegada de EspañaDuero. En esta posición se encargó de pilotar la integración de la entidad en el grupo malagueño, cometido que culminó en diciembre de 2018. Entonces fue designada directora general adjunta de Desarrollo Corporativo con el objetivo de ayudar en la ejecución del plan estratégico 2017-2020, aunque el nombramiento se relacionó con la posibilidad de que ejerciera un papel relevante en la entidad resultante de la fallida fusión con Liberbank.
Lombardero acumula una trayectoria de 35 años en puestos de alta dirección del sistema financiero español. Con anterioridad a su nombramiento como consejera delegada de EspañaDuero, fue responsable de Planificación Estratégica en Banca March. Antes fue directora general de la caja de ahorros sevillana El Monte y cuando esta se fusionó con caja San Fernando en 2007 pasó a desempeñar la dirección adjunta de la nueva CajaSol, entidad que se terminó integrando en Banca Cívica y que hoy forma parte de CaixaBank.
Más autonomía para el nuevo CEO
La salida de la directiva se produce en el marco de una remodelación de la estructura de Unicaja a raíz de la nueva etapa que se ha abierto tras la llegada del nuevo consejero delegado, Ángel Rodríguez de Gracia. En paralelo a Lombardero, también ha abandonado la disciplina de Unicaja Manuel Atencia, histórico directivo que se ha incorporado al despacho de abogados malagueño GVA en un momento en el que la dirección de participadas que ocupaba ha perdido peso dentro del grupo.
El nuevo esquema de gobernanza de Unicaja se amolda a los gustos del BCE pese a que Manuel Azuaga ejerce como presidente ejecutivo, ya que el consejero delegado gana autonomía y reporta directamente ante el consejo de administración, lo que equilibra el poder en la cúpula, tal y como desea el supervisor comunitario. Entre los cambios del organigrama, también destaca la escisión de la antigua Dirección General de Negocio en una Dirección General de Banca Corporativa y Especializada y otra Dirección Corporativa de Banca Comercial, ambas bajo el mando de Rodríguez de Gracia.
También se ha dividido la Dirección Corporativa de Transformación y Tecnología, que anteriormente colgaba del CEO, en una Dirección de Transformación e Innovación bajo el mando de Azuaga y una Dirección de Operaciones y Tecnología que mantiene Rodríguez de Gracia, según consta en el renovado organigrama del banco, en el que Cumplimiento, Auditoría Interna y Riesgos comparten su reporte entre el presidente y las distintas comisiones del consejo de administración.
Mejora en el capital
Entre las novedades de su plan estratégico destaca el objetivo de seguir reduciendo costes vía prejubilaciones. El banco también tratará de retomar el pulso comercial con el objetivo de elevar su rentabilidad en un entorno de bajos tipos de interés. Además, la aprobación del BCE de los modelos internos (IRB) en la cartera hipotecaria, así como la revalorización de Caser, podrían permitir una mejora automática en el capital superior a los 200 puntos básicos.
El próximo 30 de enero Unicaja presentará por primera vez sus resultados en una rueda de prensa, que se celebrará en Madrid. Será entonces cuando los principales ejecutivos del grupo explicarán las líneas maestras de su nuevo plan estratégico a tres años de la entidad, que se está ultimando de la mano de Oliver Wyman y que tiene la vista puesta en seguir en solitario sin perjuicio de que en el futuro se puedan estudiar nuevas operaciones corporativas. No obstante, el desarrollo corporativo tiene que asegurar el sentido estratégico y aportar valor a sus accionistas, entre los que destaca la Fundación Unicaja, capitaneada por Braulio Medel.
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