Ante la crisis de la Covid

El baile de sillas en la banca europea imprime más ritmo a la ola de fusiones

El BCE quiere cúpulas directivas fuertes al frente de las entidades a los que no les tiemble el pulso ante la ola de movimientos corporativos y el panorama incierto que afronta el sector bancario.

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El baile de sillas en la banca europea imprime más ritmo a la ola de fusione

El 'juego de tronos' en la cúpula de las entidades europeas está imprimiendo más ritmo a la nueva ola de fusiones y reestructuración a la que el sector se ha visto abocado para sortear la crisis del coronavirus, en un contexto de tipos ultrabajos, escasa rentabilidad, digitalización acelerada y ante las perspectivas de que la morosidad pueda aumentar los próximos meses como consecuencia de la pandemia. La banca europea necesita ganar músculo para afrontar un futuro incierto y en ese proceso el Banco Central Europeo (BCE) quiere gestores fuertes al frente de las entidades a los que no les tiemble el puslo ante posibles movimientos corporativos. 

Es una de las claves que explican el fichaje de António Horta-Osório como nuevo presidente de Credit Suisse tras la salida de Urs Rohner, que dejará el cargo el año que viene cuando cumplirá los doce años al frente de la entidad. Horta-Osório ya ejerció un papel clave en la pasada crisis financiera, después de que el Gobierno laborista de Gordon Brown decidiese nacionalizar total o parcialmente el Northern Rock, el Royal Bank of Scotland (RBS) y el propio Lloyds, obligado a hacer frente a la pesada digestión que le supuso la absorción forzada del Halifax Bank of Scotland (HBOS)

Horta-Osório, que se granjeó la fama de ser hombre implacable en las fusiones, logró devolver a Lloyds a manos privadas -el Estado llegó a controlar alrededor del 40% de la entidad- y repuso cada libra que el contribuyente británico había destinado a su rescate, 20.000 millones en total. Previamente el portugués, que fue estrecho colaborador de Emilio Botín en su etapa en el Banco Santander, había aportado también su granito de arena a la expansión internacional del grupo cántabro como responsable de los negocios en Portugal, Brasil y Reino Unido

Para sustituir al que muchos consideraban el 'Mourinho de las finanzas', el Lloyds apuesta por el hasta ahora CEO del también británico HSBC, el tercer mayor banco del mundo por activos. Charlie Nunn abandonará un gigante - puesto que sólo su valor en bolsa triplica al de la entidad fundada en Birmingham, con 82.090 millones de libras frente a 26.720 millones- para asumir las riendas y el futuro del banco minorista más grande del Reino Unido, que se prepara para atajar un periodo de máxima incertidumbre a raíz de los efectos de la pandemia y una vez que los británicos atrás el periodo de transición tras el Brexit el próximo 31 de diciembre.

Mientras y con el fichaje de Horta-Osório, Credit Suisse da un golpe de efecto y acalla las voces de quienes venían acusando a su equipo directivo de falta de liderazgo, al no haber movido ficha después de que Rohner anunciase su marcha hace meses. Los posibles compañeros de baile con los que se ha ido relacionando a la segunda entidad suiza no han terminado de cuajar. Quizá la opción más inverosímil fue el rumor (en septiembre) de un matrimonio con UBS, primera entidad del país, sobre todo por las enormes trabas regulatorias que hubiera tenido que encarar una fusión de este tipo. Habría sido un movimiento con repercusiones para la bolsa española puesto que ambos son los principales accionistas de Six Group (UBS controla un 17,3% y Credit Suisse un 14,7%), el nuevo dueño de la bolsa española. 

Mientras, el holandés Ralph Hamers, que apenas lleva un mes al frente de UBS en sustitución de Sergio Ermotti, supone también una apuesta decidida del grupo suizo por otro de los mantras que está moviendo el proceso de consolidación bancaria: la digitalización. Fue, de hecho, la apuesta de Hamers por el negocio digital la que caracterizó los siete años que estuvo al frente de ING (fue CEO entre octubre de 2013 y junio de 2020), una inversión que le permitió reducir al máximo los costes de la entidad. En este tiempo se ha venido hablando también del Deutsche Bank como eventual compañero de viaje para UBS, una posibilidad de que exploró el año pasado pero que nunca fue más allá de las conversaciones preliminares. Esta opción hubiera dado lugar a una de las mayores instituciones financieras europeas. 

Campeones europeos, mejor que nacionales

En este baile de CEOs, la falta de sintonía entre el consejo y los primeros espadas sobre la hoja de ruta a seguir en el proceso de consolidación puede dar lugar a desencuentros tan sonados como el que ha protagonizado este martes UniCredit, el segundo mayor banco italiano. La entidad ha anunciado que su primer ejecutivo, Jean Pierre Mustier, dejará el cargo de forma inesperada en abril de 2021 después de los roces con el órgano de dirección del banco sobre la estrategia a seguir. La entidad es la candidata a hacerse con la 'patata caliente' del nacionalizado Banco Monte dei Paschi, rescatado por el estado en 2017. 

Es una operación que supondría un giro de 180 grados en relación con la estrategia que ha venido liderando el exbanquero de inversiones francés, que ha sacado adelante un difícil proceso de reestructuración a lo largo de los últimos cuatro años que ha reforzado su balance y con el que había ido reduciendo la exposición a Italia. En todo este tiempo Mustier había sido partidario de una gran fusión transfronteriza, más en sintonía con las ideas de Fráncfort sobre hacia dónde debiera poner los esfuerzos el sector, tal y como ha puesto de manifiesto entre otros Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE).

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