Tras años sin cambios

Baile de sillas en las grandes telecos ante el nuevo 'tsunami' de las fusiones

Un técnico con dotes para 'reflotar' negocios en el Este de Europa y un financiero experto en operaciones corporativas toman el control en Orange y Vodafone.

Baile de CEOs en las telecos españolas.
Baile de CEOs en las telecos españolas.
José González

El baile de las fusiones en está a punto de comenzar en el sector de las telecomunicaciones. La opa sobre Másmóvil representa sólo un primer acorde de la música. Todos los analistas coinciden en que habrá una mayor concentración, ante un estrechamiento de los márgenes y una fuerte competencia en precios. Y para ese 'rock and roll' el segundo y tercer operador por ingresos en España han querido cambiar de líder tras años de severa batalla comercial. Un técnico francés con dotes para 'reflotar' negocios en el Este de Europa y un financiero irlandés experto en operaciones corporativas pilotarán los designios en España de Orange y Vodafone.

Han sido años especialmente duros para ambos grupos en el país. Mientras Telefónica ha ido manteniendo su reinado y Másmóvil asumía el rol de aspirante con una agresiva política de crecimiento, franceses y británicos han vivido un importante desgaste en el último lustro. Primero con la ola de fusiones con las compras de Jazztel y de Ono, que implicaron importantes ajustes de plantilla, y después con la irrupción del cuarto operador y la sacudida en el mercado, alcanzando de nuevo récords en actividad (y agresividad) comercial. En este contexto, Laurent Paillassot y Antonio Coimbra han sido sustituidos ante esta nueva fase.

Paillassot sale cuatro años después de aterrizar. Tras dieciocho meses en París como director general adjunto en el grupo recibió la misión de apuntalar en España la integración de Jazztel -comprada por 3.350 millones de euros un año antes- y tratar de convertirse en el segundo operador por tamaño e ingresos. Tuvo que llevar a cabo un ERE para reducir en 500 personas la plantilla y ejecutó una estrategia multimarca con la que logró completar el 'sorpasso'. Una de las palancas fue el negocio mayorista, con una alianza para alquilarle su fibra a Másmóvil que ha marcado buena parte de lo sucedido después. Finalmente, ese cliente se convirtió en uno de los 'cocos' que acabó comiéndose su 'merienda'.

La operadora francesa acumula seis trimestres de caídas en ingresos y sus previsiones, tal y como adelantaba en La Información, no son especialmente halagüeñas en el corto plazo. Según reconocen varios analistas, se encuentra en un 'sandwich' operativo entre Telefónica, con una fuerte competencia por el cliente más premium, y el enorme conglomerado de marcas de bajo y medio coste, que pelean sin cuartel por una parte cada vez más grande del pastel. En este contexto es en el que aterriza Jean-François Fallacher, de 53 años. Hasta la fecha ha ocupado el puesto de CEO en Polonia (y anteriormente en Rumanía). Esta filial es el antiguo monopolio del sector en el país, que es controlado por Orange en el año 2002.

En su gestión, Fallacher se ha caracterizado por tener 'mano de hierro' en los recortes de gastos. Ha implementado diferentes ajustes, especialmente en la plantilla, llegando a acuerdos con los sindicatos para planes de bajas voluntarias, similares a los que ha aprobado Telefónica en España. En noviembre del año pasado, el directivo ya avisó a los analistas que ejecutaría uno de esos paquetes y que el año 2020 sería un periodo de reducción de costes. Finalmente fueron 2.100 empleados que irán saliendo de la compañía, a los que hay que sumar otra cifra similar en los dos años anteriores. El analista de Banco Santander en Polonia le advirtió, tal y como reconoce la prensa local, que no se deberían ejecutar más despidos en el sector de las telecos. Todos estos ajustes le han permitido darle la vuelta a las cuentas, con mejores márgenes de rentabilidad, aunque un volumen de negocio estancado por la fuerte competencia.

Vodafone ante las fusiones

El tercer operador en España también ha hecho cambio de sillas. Antonio Coimbra llegó a la filial española en el año 2012 con la difícil tarea de reflotar la compañía después del tortuoso paso por el puesto de Shameel Joosub. El negocio caía más de un 6% y todo apuntaba a un ajuste de plantilla que llegaría más tarde. Ocho años después, el directivo portugués se despide de la compañía tras un desgaste significativo en los últimos años. Especialmente desde que perdiera el segundo puesto en cuota de mercado en ingresos y llegara su complicado intento por reposicionar el operador con mucha más atención puesta hacia el 'low cost'. Su objetivo era completar ese trabajo, iniciado a mediados de 2017 y que acarreó la importante decisión de abandonar el fútbol y no comprar los derechos por su falta de rentabilidad.

Quien llega al barco de la británica es un financiero cuyos inicios se centran en la banca. El irlandés Colman Deegan, con más de dos décadas de experiencia dentro del grupo de telecomunicaciones, toma desde ahora el control de la filial. Su perfil es el de un especialista en operaciones corporativas de fusiones y adquisiciones. De hecho fue el responsable de este área entre 2007 y 2011. Fue el que lideró, entre otras, la histórica adquisición por casi 10.000 millones de euros de la compañía india Hutchison Essar, el cuarto operador de telefonía móvil del país asiático. También estuvo detrás de las ventas de participaciones minoritarias en diferentes países con las que acabó saliendo de esos mercados: China, donde 'colocó' el 3,2% en China Mobile por 5.200 millones de euros; Francia, tras acordar la venta del 44% de la compañía SFR a Viviendi por 7.800 millones, o Polonia, por 920 millones.

Precisamente Deegan llega con esa vitola de experto en grandes operaciones en plena ola de consolidación en el mercado español. Tendrá que lidiar con un 'baile' de fusiones y compras donde estarán rivales históricos como Orange y Euskaltel y otros nuevos como Másmóvil, controlados por fondos de inversión. No será el único reto. El directivo debe lograr la recuperación comercial de la operadora y la vuelta al crecimiento en ingresos, después de la caída continuada que acumula el grupo tras la guerra del fútbol del año 2018. 

Tanto Deegan como Fallacher  deberán batirse ahora el cobre en un periodo intenso en el sector español. Con Emilio Gayo al frente de Telefónica España y Meinrad Spenger en Másmóvil completan la cuaterna de directivos que tendrán que surfear la ola de consolidación. A partir de ahora, los papeles deberán repartirse.

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