Es necesario reducir costes

La banca mejora la eficiencia... pero no basta para paliar la baja rentabilidad

Las principales entidades españolas están sufriendo las consecuencias de las provisiones realizadas en el último trimestre. La escasa rentabilidad aboca a una ola de fusiones que se alienta desde el BCE. 

Por la pandemia
La banca mejora la eficiencia... pero no basta para paliar la baja rentabilidad
J.G.

La banca española sigue sufriendo. Los balances de las grandes entidades financieras nacionales se han visto gravemente afectados por la pandemia de la Covid-19, mermando, sobre todo, los beneficios como consecuencia de importantes provisiones y saneamientos de los fondos de comercio. Esto ha hecho que la rentabilidad -ya de por sí tradicionalmente baja- se haya reducido aún más hasta llegar a cifras negativas en casos como el de Banco Santander que cerró el primer semestre con pérdidas contables de más de 10.000 millones de euros. 

Pese a todo ello, en el último año la gran banca española ha conseguido mejorar la eficiencia -entendida como la relación de los ingresos obtenidos con los gastos necesarios para conseguir dichos ingresos- gracias a una importante reducción de costes. Este ejercicio de contención y rebaja de los gastos ya estaba planificado antes de la irrupción del virus, si bien se ha acrecentado, en la mayoría de los casos, como consecuencia de los cierres temporales de oficinas que se han vuelto definitivos -el mejor ejemplo es Sabadell- o de la irrupción 'obligada' de teletrabajo. 

La ratio de eficiencia -a menor porcentaje, más eficiente- se ha reducido a cierre del primer semestre en todas las entidades financieras cotizadas del Ibex con respecto al mismo periodo del año anterior, a excepción de Bankia, que lo ha aumentado levemente, tal y como se puede apreciar en el siguiente gráfico. Mención especial merece la reducción llevada a cabo por Caixabank, que pasa de un 67,9% a cierre de junio de 2019 a un 56,9% en el mismo periodo de este año, afectado, en parte por el coste del ERE que se llevó a cabo en el anterior ejercicio. 

El esfuerzo de reducción de costes que se ha llevado a cabo por parte de las entidades financieras ha sido, según Moody's, un balón de oxígeno para los diferentes balances. La reducción de plantilla y el cierre de oficinas, unido a un aumento de la digitalización ha permitido aligerar esta partida. En un estudio, la agencia de calificación crediticia señala que esta importante caída en los gastos amortiguó la disminución de los ingresos, ayudando a mitigar la baja rentabilidad y los deterioros crediticios. Pero no es suficiente. 

El propio Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), señalaba este mismo martes en su ponencia en los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP) que se espera una caída de la rentabilidad mayor de la inicialmente calculada. En concreto, Guindos señaló que "vamos a tener una reducción adicional de la rentabilidad de la banca derivada del incremento de las provisiones por préstamos dudosos y de la caída de los ingresos del sector", lo que llevará aparejado la necesidad de reducir aún más los costes. 

La rentabilidad -ROE, entendido como la división del beneficio neto obtenido por dicha compañía en relación a sus fondos propios- ha caído en picado en el último año en casi todos los casos -a excepción de Caixabank, ya que este indicador se redujo en el primer semestre de 2019 como consecuencia del ERE-. De acuerdo con los datos que se muestran en el siguiente gráfico, la entidad que más redujo la rentabilidad fue Santander, que llegó a una cifra negativa de 9,8% como consecuencia de las pérdidas contables de más de 10.000 millones cosechadas tras dotar el fondo de comercio. 

Caídas importantes han sufrido también otras entidades bancarias, como Bankinter -único banco que se sitúa a cierre de junio por encima de 'saludable' 5% tras haber perdido más de cinco puntos porcentuales en un año-, Sabadell -con una caída también superior a los cinco puntos hasta el 1,96% a cierre del primer semestre- o Bankia, que ha pasado del 6,3% al 2,2% en solo doce meses. 

Son precisamente estas dos últimas entidades las que, con sus más y sus menos, se dejan querer de cara a una oleada de fusiones. La unión de varios bancos, bien de forma interna o a nivel europeo, parece estar cada vez más cerca. Tanto es así que el propio Luis de Guindos señalaba hace unas semanas que confiaba en ver fusiones bancarias "en las próximas semanas o meses", ya que las considera "ineludibles" para abordar el problema de baja rentabilidad y reducir costes gracias a la generación de sinergias. La tarta se repartirá entre menos jugadores. 

Mostrar comentarios