Un 15,3% más 

La banca española envía 1.132 millones a la 'hucha' de emergencia para quiebras

Las entidades han empezado esta semana a aportar al FROB sus contribuciones de 2022. Tienen hasta el próximo 26 de junio para realizar sus abonos, que serán transferidos a Europa dos días después. 

La presidenta del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Paula Conthe
La presidenta del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Paula Conthe
Europa Press

Los bancos españoles hacen la séptima y penúltima aportación ex ante al Fondo Único de Resolución (FUR). Las entidades de nuestro país han comenzado esta semana a enviar el dinero establecido para 2022, por un montante agregado de 1.132,6 millones de euros, al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Tienen hasta el próximo 26 de junio para realizar sus contribuciones, ya que dos días más tarde, el 28 de ese mismo mes, la autoridad presidida por Paula Conthe transferirá los fondos a la hucha de emergencia para quiebras en Europa que gestiona la Junta Única de Resolución (JUR). 

Este año le corresponde hacer acopio a 92 entidades en España, tres menos que el ejercicio precedente. El número se ha visto reducido, tanto a nivel nacional como comunitario, por la fuerte ola de consolidación bancaria que tuvo lugar en 2021 y por la pérdida de licencia en otros casos. Solamente en el ámbito doméstico se han sellado dos grandes fusiones, la absorción de Bankia por CaixaBank, y la de Liberbank por Unicaja. No obstante, a la vez que se han reducido los participantes, el importe a enviar es mayor, pues se ha incrementado un 15,3%, frente a los 982 millones de euros que ingresaron en 2021.

Las contribuciones han aumentado considerablemente y hay varios factores detrás que explicarían este comportamiento. Desde la JUR explican que el principal es claramente el crecimiento de los depósitos derivado del cambio de comportamiento sobre el ahorro y el consumo de los clientes a raíz de la crisis del coronavirus. Además, solamente queda este año y 2023 para construir el fondo para crisis bancarias, que tiene que llegar a 80.000 millones al término de este horizonte temporal. Este es el objetivo de recaudación mínimo y equivale al 1% de los depósitos cubiertos de las entidades de crédito. La JUR ha preferido aprovecharse de este mejor entorno para elevar las aportaciones y acercarse al objetivo. 

El mayor requerimiento de aportación es el resultado de un crecimiento de los depósitos por el cambio de hábitos de los clientes, no por un aumento del riesgo

Se descarta así que el mayor requerimiento de ingreso a este mecanismo de financiación en caso de resolución responda a un aumento del riesgo. La contribución anual refleja el tamaño de la entidad, ya que debe basarse en un importe fijo establecido sobre la base del pasivo; pero también indica el nivel de riesgo de las actividades que realiza y un ajuste del mismo según varios parámetros (exposiciones, apalancamiento, liquidez, solvencia, etc.). En todo caso, la escala siempre representará una primera indicación, puesto que cuanto mayor sea una entidad, mayor será la probabilidad de que, en caso de dificultades, la autoridad de resolución la considere de interés público para proceder a su resolución y recurrir al mecanismo de financiación de la resolución.

La banca española, por su tamaño, se consolida como la cuarta que más contribuye de la eurozona. Solo deben aportar más que ella las entidades de Francia, con 4.790 millones de euros; las de Alemania, con 3.575 millones de euros, y las de Italia, con 1.356 millones de euros. Los bancos que menos deben ingresar al FUR son Letonia, con 5,4 millones de euros; Lituania, con 7,34 millones, y Malta, con 9,41 millones de euros. En total, hasta 2.896 instituciones que conforman la Unión Bancaria europea colaborarán con 13.675 millones de euros. 

Un total de 2.896 millones aportarán durante las próximas semanas 13.675 millones, el 82,1% del objetivo de creación de esta hucha para afrontar quiebras

Una vez se transfieran los importes de este año, el Fondo Único habrá acumulado unos 65.675 millones de euros, es decir, el 82,1% del total del objetivo. La JUR confía en llegar a los 80.000 millones de euros a cierre de 2023 al tener en cuenta los datos históricos que sugieren una tendencia de crecimiento constante de los depósitos de todas las entidades a un ritmo mínimo del 5%. No modifica sus previsiones ni siquiera al tener en cuenta las consecuencias de la invasión rusa sobre Ucrania. Calcula que el crecimiento del PIB real de la zona del euro será moderado en el primer trimestre debido a las interrupciones de suministros y al aumento de los precios de la energía, pero "repuntará" en el segundo trimestre. 

A pesar de que esta provisión lleva acumulándose desde 2016, podría darse una situación en la que el FUR no tuviera los fondos suficientes como para respaldar la resolución simultánea de múltiples bancos grandes. Por ello, se activó desde principios de este 2022 el 'respaldo común' que proporciona el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). España llevó el verano pasado al Consejo de Ministros su adhesión al nuevo mecanismo del MEDE por el procedimiento de urgencia. Este instrumento está destinado a garantizar que la JUR tenga la suficiente potencia para abordar incluso una crisis sistémica severa. Se establece a través de una línea de crédito que no tendrá carga para el Estado (y, por ende, para los contribuyentes), ya que en el medio plazo el sector bancario cubrirá su coste a través de aportaciones posteriores. 

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