Para final de año

La banca mira de reojo la morosidad y prepara la venta de nuevas carteras

Las moratorias aprobadas durante el estado de alarma sostienen los índices de impagos de la banca, pero se espera que estos empiecen a sufrir las consecuencias en el primer trimestre de 2021.

El Gobierno congela el pago de hipotecas a colectivos golpeados por el coronavirus
La banca mira de reojo la morosidad y prepara la venta de nuevas carteras.
EFE

Morosidad. Esta es la palabra que más resuena en el mundo financiero en los últimos meses. La banca ha hecho provisiones milmillonarias para paliar las consecuencias futuras de la pandemia sobre un indicador que llevó a las entidades a quedarse con miles de inmuebles de los que, poco a poco, se han ido deshaciendo. "Esta vez no será igual", se comenta en el sector. Las tan aplaudidas moratorias aprobadas por el Gobierno y las patronales de la banca han permitido que se reduzcan los efectos de la pandemia en este indicador. "Sin las moratorias la morosidad se habría disparado", señalan. 

Pero sobre todo, los efectos se han retrasado. Los bancos españoles esperan que la realidad de la situación comience a verse para finales de este año, pero llegue a su punto álgido en el primer trimestre de 2021. Para entonces, las entidades ya tendrán preparada la venta de nuevas carteras que les permitan limpiar el balance y hacer hueco para lo que pueda llegar. 

Es por ello que, para final de este ejercicio, la banca saque al mercado "pequeñas carteras" -si se comparan con las millonarias cifras que se manejaron desde 2014-  de créditos morosos de antes de la crisis del coronavirus en un ejercicio de limpieza a fondo. Estas estarán compuestas, principalmente, por créditos sin garantías y deuda de grandes compañías, confirman fuentes conocedoras de los movimientos. 

Las moratorias han servido como un muro para frenar los vencimientos de deuda y la entrada en morosidad de hipotecas y créditos al consumo que, seguramente hubieran sido impagados, de no haber existido estas medidas. En total, la gran banca española -las seis entidades que cotizan en el Ibex35- ha concedido unas 800.000 de estas operaciones en nuestro país, cifra que se obtiene al sumar ambos tipos. Pero en total, en todos los países en los que operan los grandes bancos nacionales, esta cifra superaría los nueve millones. 

"La mayoría de ellas volverán al circuíto de pago habitual", señalan desde uno de estos bancos, "pero es cierto que otras familias no podrán pagar". Pese a ello, confían en que la situación que se encontrarán en unos meses no será "ni parecida" a la que se vivió hace apenas unos años tras el estallido de la burbuja y que dió lugar a carteras mil millonarias. Indudablemente se llevarán a cabo embargos y ejecuciones que pasarán a engrosar nuevas carteras que, más adelante, también saldrán al mercado. 

Atentos a estos momentos están los 'servicers', las compañías encargadas de la gestión de los activos inmobiliarios de la banca y los fondos. Hasta 219 eran seis marcas -Haya, Altamira, Aliseda y Anticipa, Servihabitat, Solvia e Hipoges- las que llevaban este negocio en el mercado español. Desde entonces se han ido incorporando otras más pequeñas que van captando poco a poco a sus clientes en un mercado cada vez más pequeño. Hasta ahora.  

Pese a la incertidumbre que existe en el corto y medio plazo, las entidades financieras han hecho importantes avances para que la morosidad que pueda darse tras el periodo de 'dopaje' que han supuesto las moratorias sea fácilmente paliable. La limpieza total de los balances -con la que en parte ya llegaron a esta situación- y la salida de nuevas carteras les permitirá conseguir sus objetivos. 

Mostrar comentarios