Todavía no hay visos de subida de la morosidad

La banca contendrá sus provisiones por la resistencia del empleo y la morosidad

Los resultados de 2022 no reflejarán un incremento de las provisiones. A pesar de la inflación, el paro descendió a finales de año. Tampoco la subida del Euríbor ha provocado un aumento de la mora.

La banca presentará unas provisiones contenidas por la resistencia del empleo
La banca presentará unas provisiones contenidas por la resistencia del empleo
EUROPA PRESS

Los resultados anuales de la banca para el ejercicio de 2022 no reflejarán un aumento contundente de las provisiones, a pesar de las continuas insistencias del Banco de España ante el riesgo de desaceleración económica por la subida de tipos de interés. La banca se escuda en una morosidad que sigue a la baja, a pesar de la subida del Euríbor, y la resistencia del empleo para mantener una estrategia prudente, con importes en línea con los anotados en las cuentas de 2021 (o algo menores) y lejos de las realizadas durante la pandemia. 

Lo cierto es que la morosidad no termina de subir. A pesar de la inflación, que cerró en diciembre en el 5,8% en España, pero que ha coqueteado en varias ocasiones con el 10%, y la subida vertical del Euríbor, que ha pasado en doce meses de cotizar en el -0,477% en enero hasta finalizar en el 3,018%, los  impagos, especialmente relacionados con el crédito hipotecario, siguen anclados en mínimos. Según los últimos datos del Banco de España correspondientes del tercer trimestre, la tasa de morosidad hipotecaria se situó en el 2,59%, 12 puntos básicos menos que en el segundo trimestre, lo que supone también el nivel más bajo desde mediados de 2011.

En cuanto a la morosidad de los créditos concedidos también siguió bajando, desde el 3,79% registrado en septiembre de 2022 hasta el 3,77% de octubre. Para 2023 las previsiones contemplan que escale hasta el 4,5%, pero lejos del 13,6% que se alcanzó durante los años posteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria. Además, hay que tener en cuenta que la banca se ha sumado en bloque al plan de rescate a las hipotecas, facilitando periodos de carencia y el cambio de hipoteca a tipo fijo desde variable. Unas medidas, que además de proteger a los hipotecados más vulnerables, debería servir de contención para un repunte de la mora.

La resistencia del empleo es otra de las razones a las que se aferran los bancos para no aumentar las provisiones. Fuentes conocedoras del sector financiero señalan que “mientras el empleo resista, mientras que la tasa de paro no se dispare, la morosidad se mantendrá anclada en niveles bajos”. Al respecto, no hay que que olvidar que el paro se ha reducido en casi 270.000 personas en el último año y la afiliación a la Seguridad Social ha marcado un nuevo récord.

Las provisiones de la banca contenidas

Esto episodio no es nuevo. Funcas ya constató que, a pesar del profundo shock económico que produjo la Covid, con desplome económico incluido, la morosidad se contuvo por el apoyo a los deudores, incluyendo moratorias y avales. En cambio, “las entidades financieras llevaron a cabo provisiones que triplicaban a las registradas durante los dos años previos al estallido de la pandemia”, advertían desde Funcas. Además, éstas finalmente no fueron necesarias como recuerdan desde Bank of America. “Los bancos aumentaron las provisiones por Covid que acabaron casi sin usar y muchos bancos continúan manteniéndolas”. Asimismo, el banco de inversión recuerda que, con el inicio de la guerra en Ucrania, algunos bancos cargaron anticipadamente provisiones.

Con todo, las dotaciones de provisiones por pérdidas crediticias estarán en línea con las registradas en 2021, anotándose algunas caídas porcentuales, pero lejos de las cifras que se calcularon para 2020, y en algunos casos volverán a niveles precovid, siendo Banco Santander y BBVA las entidades que se desmarcarían por su exposición a emergentes.

Así, el consenso del mercado recopilado por Bloomberg contempla que Banco Sabadell sea uno de los bancos que más hayan reducido en el ejercicio esta partida, en concreto, un 12,53%. Más modestas serían los descensos de Caixabank, mientras que Bankinter sí que registraría un incremento, pero de manera testimonial. 

El peso de los mercados emergentes

En cambio, la exposición a mercados emergentes sí que pasará factura a los dos principales bancos españoles por tamaño. Tanto Banco Santander como BBVA se desmarcarán del resto de entidades y habrán incrementado en este 2022 las provisiones para dudosos. Es más, un informe de Bloomberg Intelligence señala tanto a BBVA como Banco Santander por esta exposición, lo que podría elevarlas hasta rondar los 17.000 millones de euros, por encima de sus pares europeos para 2023.  Porcentaje que supera la media de los bancos que cotizan en el Stoxx 600 Banks.

Lo que sí que parece es que en 2023 la banca podría traer este esperado aumento de las provisiones, pero sin llegar a niveles Covid. El motivo es que la banca optaría por mostrar cierta prudencia, puesto que el Euríbor seguirá presionando las hipotecas. A ello habrá que sumar un deterioro económico, aunque todavía se desconoce cuál profundo será. Sin embargo, este ejercicio será muy complejo y dependerá de la actuación de los bancos centrales, aunque podrían ralentizar el ritmo de subidas si la inflación comienza a bajar.

Mostrar comentarios