Reto de la digitalización

La banca 'ruega' a Nadia Calviño que no la haga chivo expiatorio de la exclusión

Las entidades de crédito consideran que no está justificado el señalamiento que el Gobierno está haciendo en público al sector financiero después de los esfuerzos que han venido realizando. 

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la presentación del proyecto `Spanish Screenings XXL´, en el Cine Doré, a 19 de enero de 2022, en Madrid (España). El proyecto `Spanish Screenings XXL´ se enmarca en el ?Plan “España, Hub Audiovisual de Europa” (Plan “Spain AVS Hub”) como uno de los ejes de la agenda España Digital 2025. La iniciativa tiene como objetivo convertir España en el principal Hub audiovisual de Europa mediante el impulso de la producción audiovisual nacional y la atracción de inversión y actividad económica, el refuerzo de las empresas del sector mejorando su competitividad a través de la digitalización y el apoyo del talento, reduciendo la brecha de género.
Alberto Ortega / Europa Press
19/1/2022
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. 
Europa Press

Los bancos creen que la exclusión financiera no existe y que el Gobierno les está utilizando como cabeza de turco en un fenómeno que en realidad se está dando con mayor intensidad en otros sectores. "Muchas veces es la oficina bancaria la última que se va de un pueblo. Antes lo hacen las farmacias o hasta los colegios", han indicado fuentes financieras a La Información. Las entidades están satisfechas con el esfuerzo que han venido realizando durante los últimos años para no dejar a nadie atrás y niegan que lo estén haciendo mal pese a los señalamientos públicos por parte de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño

El Gobierno se reunió hace unos días con el Banco de España y el resto de representantes y patronales de la banca española para solicitar una revisión del protocolo estratégico con el fin de reforzar su compromiso social. Este documento fue firmado en junio de 2021 y ya recogía planes para mitigar el impacto de la brecha digital en las personas de edad avanzada, pero cederán y lo revisarán durante las próximas semanas para impulsar nuevas medidas específicas. La exclusión financiera en el segmento sénior lleva días en el foco, por lo que los bancos han asegurado que mejorarán su sistema de atención personal, ampliarán la cartera de productos y servicios, adaptarán los cajeros y canales digitales y potenciarán los programas de educación financiera.

A pesar de que se doblegarán ante la petición del Ejecutivo, la banca cree que este linchamiento público está siendo desproporcionado. De hecho, les impresiona esta posición cuando en privado no sintieron ni siquiera un pequeño tirón de orejas. Fuentes consultadas consideran que la cita con Calviño fue amable y nada complicada. No obstante, la titular de la cartera económica ha salido a la palestra en varias ocasiones para criticar al sector financiero asegurando que no está haciendo lo suficiente para romper con los obstáculos a los que se enfrenta la 'España vaciada', sobre todo a los digitales que desafían la inclusión de las personas de mayor edad y que se han acentuado con la pandemia del coronavirus. 

Critican el linchamiento público después de tener una reunión privada amable y consideran que este problema está más bien ligado a otros sectores que al financiero

Consideran que el fenómeno de la exclusión está más bien ligado a otros sectores que al financiero, como el de la energía. Recuerdan que ellos ponen a disposición de las zonas rurales los conocidos como ofibuses y también han reforzado su red de agentes financieros, que son quienes atienden a los clientes en municipios donde no hay sucursales y dan la posibilidad de negociación o formalización de operaciones típicas de la actividad de una entidad de crédito. También está ganando vigor la firma de acuerdos entre bancos con con compañías no bancarias para que puedan dispensar efectivo a través de la modalidad de 'cash back', una fórmula muy desplegada en otros países como Reino Unido o Estados Unidos. La alianza de algunas entidades, como Banco Santander, con Correos para hacer envíos, ingresos y retiradas de efectivo es otro ejemplo. 

Ante este ahínco por dejar clara su responsabilidad, los bancos critican abiertamente al sector público. Son de la opinión de que en realidad el mayor reto ante la digitalización está ahí, como en la sanidad, donde en ocasiones se vuelve imposible contactar con el propio centro de salud a través de una simple llamada telefónica. Las gestiones online con Hacienda también suelen ser un caos y no solo para la gente mayor. Asimismo, Renfe anunció el año pasado el cierre de unas 150 taquillas y solo las mantendrá en estaciones con más de 100 viajeros diarios, lo que deja a un gran número de personas abocadas a comprar los billetes a través de Internet o en máquinas de autoventa. "El mayor reto no lo tenemos nosotros, pero siempre se nos ha puesto el foco", añaden. 

Aseguran que esta problemática con la banca no se plantea en ningún otro país de Europa con poblaciones envejecidas a un nivel similar

Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, la población mayor de 65 años en España ascendía a unas 9 millones de personas. Esta cifra viene aumentándose cada año debido a la mayor longevidad y es precisamente este colectivo el más afectado por la digitalización y por la retirada de los servicios básicos y esenciales de las zonas rurales. En cambio, algunas fuentes consultadas consideran que esta es y será la tendencia natural, que no es una problemática siempre y cuando se garantice apoyo. Además, sostienen que estas cuestiones no se plantean en otros países de Europa donde la población tiene un nivel de envejecimiento similar y recuerdan que, a pesar del redimensionamiento de las estructuras, España es el segundo país del Viejo Continente, solo por detrás de Francia, con mayor número de sucursales por habitante. 

Esta 'rebelión' se produce después de firmar 2021 como el 'annus horribilis' para el sector bancario. El año pasado se acordó el cierre de más 2.800 oficinas y se llevó por delante a alrededor de 13.000 empleados. BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell o Unicaja fueron las más activas, aunque cabe señalar que durante el ejercicio se sufrieron los efectos de algunos expedientes sellados al término de 2020, como el de Banco Santander, que acordó la clausura de unas 1.000 sucursales en diciembre de ese año y el despido de más de 3.570 personas. Bankinter es la única entidad que no ha aplicado ningún proceso de reestructuración.  

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