Conjura de la gran banca: usa la comisión de la crisis para atacar el 'impuestazo'

  • Los consejeros delegados de las grandes entidades españolas han aprovechado la Comisión para explicar la crisis para cargar contra el Gobierno.
José Antonio Álvarez, CEO del Santander
José Antonio Álvarez, CEO del Santander
Efe

Uno a uno, los consejeros de los grandes bancos españoles han utilizado la Comisión de Investigación del Congreso sobre la crisis financiera para conjurarse frente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El nuevo Ejecutivo había puesto la mirada en el sector meses atrás y le había amenazado con un posible impuesto. Las entidades ya respondieron durante la presentación de las cuentas semestrales y ahora han vuelto a la carga de una forma casi sincronizada.

Banco Santander, a través de su consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha sido el último en sumarse a la cruzada del sector contra el Gobierno del PSOE. "Tenemos que competir con bancos globales en el mundo todos los días, nuestra tasa fiscal es ya la más alta frente a nuestros competidores y por eso creemos que un aumento de impuestos no ayuda a la banca a que haga mejor su labor", ha recalcado.

El CEO de la entidad incluso ha advertido a Sánchez sobre la evolución de la economía española y de los efectos que tendría imponer una tasa al sistema. Ahora que "existe una mayor incertidumbre sobre la evolución de la economía española", no conviene "estigmatizar a la banca" porque "no ayuda a crear un buen ambiente". Además, Álvarez ha advertido al Gobierno de que dada la actual situación sería conveniente no profundizar en déficit, cómo ya ha pedido el PSOE a Bruselas.

Las palabras de Álvarez se enmarcan en la dinámica de las declaraciones de todos los consejeros delegados que han pasado por la comisión. La consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa, avisó a Sánchez de que el impuesto que plantea el Gobierno "hará perder competitividad a la banca española". “Los impuestos así (en referencia a la nueva idea del ejecutivo de gravar las transacciones financieros) tienen muy poco recorrido”, advirtió Dancausa.

En un tono mucho menos hostil, el consejero delegado de Caixabank y su homónimo de BBVA, Gonzalo Gortázar y Carlos Torres, respectivamente, también defendieron que un impuesto a la banca sería negativo para el sector. El primero de ellos considera que este tipo de impuesto unilateral "es poco oportuno" dado la "endeble" rentabilidad del sector. Además, considera que mucho “más razonable” una tasa a las transacciones, aunque de forma genérica. Por su parte, Torres valoró negativamente la puesta en marcha de una tasa a un solo sector, puesto que considera que generaría "distorsiones en la toma de decisiones de las entidades".

El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, afirmó días antes que la tasa sobre las transacciones financieras generaría distorsiones en las inversiones. Guardiola argumentó que en un país con libertad de movimiento de capitales, una tasa unilateral no solo provocaría daños al sector bancario sino que iría más allá y afectaría directamente a España. "La gente se iría a hacer las transacciones a otros entornos", explicó Guardiola.

Sánchez da un viraje a su ‘impuesto’

El aspecto fiscal del nuevo Gobierno es uno de los más recurridos, aunque por el momento sin mucha efectividad. El impuesto a la banca fue una de las primeras tasas que el nuevo ejecutivo valoró incorporar al sistema impositivo español. La idea no terminó de cuajar bajo ninguna figura, ya que se valoraron muchas de ellas. Con el paso de los meses y ante las críticas de los grandes del sector, Banco Santander llegó a advertir de que cambiaría "su estructura legal"  y finalmente la idea parece haber dejado de ser una prioridad.

Eso sí, aunque dicha figura impositiva ahora ya no esté entre las primeras tareas del Ejecutivo, eso no significa que haya desaparecido; más bien se ha transformado. El impuesto directo al sector se ha transformado en una posible tasa a las transacciones, una especie de imitación de la afamada ‘Tasa Tobin’. El viraje de Sánchez tampoco ha contentado a los grandes del sector que han vuelto a saltar sobre el Gobierno, advirtiéndole no solo que hará daño al sector, sino que también provocará “distorsiones” en España.

Mostrar comentarios