Alfredo Sáenz estrecha lazos con Méndez Pozo y presidirá su nueva inmobiliaria

  • El exbanquero asume la presidencia de Promotora Santa Dorotea. En 2016 tomó las riendas de Maburna, lanzada por el constructor y el dueño de Camper 
Alfredo Sáenz
Alfredo Sáenz
EFE

De primerísima línea bancaria a volcarse en el mundo inmobiliario. Alfredo Sáenz, quien fuera el ‘número dos’ del desaparecido Emilio Botín, estrecha lazos con Antonio Miguel Méndez Pozo, el poderoso constructor y empresario de medios de comunicación en Castilla-La Mancha y Castilla y León. El conocido burgalés ha confiado al banquero la presidencia de Promotora Santa Dorotea, la penúltima inmobiliaria incorporada al emporio levantado por el empresario y participado por sus hijos Miguel, Blanca y Gregorio Méndez Ordóñez.

Se repite la historia porque su asociación arranca en la primavera de 2016, cuando el banquero asumió las riendas de Maburma, inmobiliaria vinculada al burgalés y a la familia Fluxa, dueña de la hoy multinacional del calzado Camper y fundada en 1870 por sus antecesores en Mallorca. Bajo el paraguas de aquella primera compañía caen en la actualidad seis promotoras: los proyectos Primera Forma, S4 Cámara Prima, La Quinta de Burgos, Cellophane de Burgos, Paseo del Espolón y Monasterio de San Francisco.

La bautizada como Santa Dorotea, propiedad única de la familia del empresario de Burgos, se acaba de constituir y apenas hay referencias en los registros oficiales más allá de que nace con un capital de dos millones de euros, frente a los 100.000 euros aportados para levantar Maburma. Si la suma fuera extrapolable al proyecto, se presumiría un proyecto de dimensión aunque ahora es solo una filial más del frondoso holding.

Presidente de la Cámara de Comercio de Burgos, vicepresidente de la de Comercio, Industria y Navegación de España y de la Fundación Atapuerca, Méndez Pozo es uno de los empresarios más poderosos de la región. Su emporio cuenta con medio centenar de firmas del ‘ladrillo’ y participadas entre las que figuran Rio Vena, Allende Ebro, Promecal (Promotora de Medios de Castilla y León) y Promecam (Promotora de Medios de Castilla la Mancha), con cabeceras como el Diario de Burgos, el Diario Palentino, Diario de Ávila, La Tribuna de Cuenca o La Tribuna de Ciudad Real, entre otros.

El holding ha crecido con la compraventa de suelos, viviendas y la construcción de proyectos públicos.  De la sociedad cabecera Primus Interpares, participada por sociedades controladas por los tres hijos, dependen 17 promotoras, en su mayoría administradas por el propio holding, conforme a los datos oficiales compilados por el Registro Mercantil. Una de las excepciones sería la Promotora Santa Dorotea, ahora presidida por Sáenz.

La segunda vida de los primeros espadas de la banca

Sáenz se enroló en el primer proyecto junto a Antonio Trueba, el experto que el grupo cántabro había destacado en el consejo de administración del banco malo cuando la Sareb comenzó a andar. Al mismo tiempo, abría etapa más allá del Santander, en el banco de Alberto Cortina en África. Y es que escasos mesese antes, coincidiendo con el arranque de 2016, Sáenz aceptó presidir el Grupo Financiero BDK de Banque de Dakar en Senegal, del que poco después compraría el 5% del capital.

A pesar de la coincidencia en el tiempo de ambas decisiones laborales, su  reenganche con cargos ejecutivos se demoró tres años desde que dejó los cargos en el Santander, en favor de Javier Marín, en plena polvareda judicial. El Tribunal Supremo había anulado parcialmente el indulto concedido por José Luis Rodríguez Zapatero a Sáenz por un delito de acusación falsa contra unos deudores que se remontaba a su etapa de Banesto en 1993. El entonces presidente del Gobierno dejó su continuidad en manos de una interpretación del supervisor que el banquero decidió anticipar para evitar desgaste el grupo. Ambas direcciones las simultanea con su presencia en los consejos de JP Morgan y de Nicolás Correa.

Empezar una segunda vida más allá del mundo financiero es práctica casi generalizada entre los primeros espadas que han salido de la banca en los últimos años, sobre todo cuando media una fusión y cambios de equipos. La excepción fue José Ignacio Goirigolzarri, que fichó por el Fondo de Reestructuración (Frob) para presidir Bankia cuando disfrutaba su prejubilación de ‘número dos’ de BBVA. 

El también exconsejero delegado de Francisco González en BBVA, Ángel Cano, montó con excompañeros la sociedad inversora Sevenzonic Ventures. Su homólogo en Santander, Ángel Corcóstegui, levantó la firma de capital riesgo Magnum. Y más recientemente ha sido la fintech Finanbest la que ha fichado como asesor y accionista al último ‘número dos’ del Popular de la era de Emilio Saracho, José Ignacio Sánchez-Asiáin. Pocos, eso sí, han dirigido sus pasos hacia el negocio inmobiliario, del que saben mucho aunque sea porque condicionó el peor momento de la banca.

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