Las empresas tecnológicas están planteando un desafío claro para los bancos de forma inminente. Los gigantes del comercio electrónico, como Amazon o Alibaba, están explorando nuevas vías de negocio y el sector financiero está en su punto de mira. Por ejemplo, la empresa fundada por Jeff Bezos está en conversaciones con JP Morgan y otras entidades para crear un producto similar a una cuenta corriente dirigida a adultos jóvenes y sin cuentas corrientes.
Los usuarios parecen confiar en este desembargo de las tecnológicas y en las primeras incursiones que están realizando en productos financieros. Además, el porcentaje de 'aprobación' es significativo a tenor del informe "Banking's Amazon Moment" realizado por la consultora Bain & Company gracias a la entrevista a más de 133.000 clientes de 22 países.
La mitad de los encuestados estaba dispuesto a comprar un producto de servicios financieros de una empresa de tecnología y la favorita era Amazon, seguida de Apple y Google. Por tanto, el boom tecnológico no solo nos puede crear dependencia de comprar a través de la empresa fundada por Jeff Bezos, comunicarnos a través de nuestro iPhone o buscar a través del famoso buscador sino controlar nuestras finanzas gracias a ellos.
En España, el 60% de los clientes ha afirmado que realizarían operaciones bancarias con una empresa de tecnología. Aun así, la fiebre tecnológica se dispara en los jóvenes (entre 18 y 24 años), ascendiendo la aprobación en este segmento hasta el 73% de los usuarios.
El dato es relevante y puede ser hasta sorprendente para la industria bancaria tradicional, que apuestas por las startups del sector fintech como posibles disruptores. Sin embargo, cada vez está más claro que las empresas de tecnología establecidas podrían suponer una amenaza mayor. Las fintech pueden tener productos innovadores, pero les cuesta crear una marca reconocida o un modelo de distribución que atraiga a muchos clientes. Las grandes empresas de tecnología ya tienen marcas establecidas y acceso a una amplia base de clientes, lo que proporciona una ventaja de distribución casi inexpugnable, según se destaca en el informe.
Según Bain & Company, Amazon está bien posicionada para tener éxito en el sector bancario por la frecuencia con la que se realizan compras en la plataforma y las opiniones que dejan los clientes; tienen una relación comercial completa, incluido el registro de la tarjeta de crédito; están integrados en los ordenadores, teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y dispositivos de audio de los consumidores; prestan un excelente servicio, incluida una gran política de devoluciones; y sin grandes fallos de seguridad hasta el momento. Ninguna otra empresa de tecnología, en este momento, cuenta con todas estas ventajas.
Una vez que Amazon establezca un servicio bancario básico en asociación con otra marca, Bain & Company espera que se muevan de manera constante pero segura hacia otros productos financieros, incluidos préstamos, hipotecas, seguros de propiedad y accidentes, gestión de patrimonio y seguros de vida. Los patrones de compras online ya le dicen a Amazon lo que necesita saber sobre los eventos principales de la vida de los clientes, desde casarse hasta tener hijos y comprar una casa, lo que será útil para ofrecer productos de servicios financieros relevantes. La compañía eventualmente también podría agregar servicios bancarios en grandes mercados fuera de EEUU., incluyendo España.
Según Nicolás Lopez, que lidera la práctica de Servicios Financieros de Bain en Madrid, "lo que está claro es que sabemos que casi dos tercios de los clientes de la banca española también estarían dispuestos a comprar productos bancarios de una compañía como Amazon. El eventual éxito de esa iniciativa en EEUU les llevaría rápidamente a considerar una expansión internacional. Principalmente en mercados donde muchos de los competidores actuales no cumplen con las expectativas de experiencia de cliente".
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