No es el Brexit: la competencia complica la vida al Santander en el Reino Unido

  • La filial británica ha pasado de significar un 20% del beneficio del grupo a un 14%, además ha presentado el menor margen neto en un lustro.
Ciudad Financiera del Banco Santander
Ciudad Financiera del Banco Santander
EUROPA PRESS - Archivo

Banco Santander sigue encogiendo en Reino Unido. La firma ha registrado en el primer semestre de 2018 su margen neto, los ingresos menos los costes de la actividad bancaria, más bajo en los últimos cinco años. Además, el volumen de ingresos, denominado margen bruto, es el más bajo en los últimos cuatro años, levemente superior al de 2014. Más allá de culpar al Brexit, es en realidad la competencia la que está haciendo sufrir al banco.

En la presentación de resultados, el equipo gestor de Banco Santander reflejaba que se apreciaba una “mejora de la tendencia en el trimestre en créditos” en Reino Unido. De hecho, los volúmenes crecían un 1% en el trimestral y hasta un 3% en el interanual. Lo cual es un buen dato cuando se pone en contexto que Reino Unido es su mercado muy maduro, donde no hay grandes oscilaciones. En el caso de los depósitos, la evolución no era tan favorable y se ha mantenido plano trimestre sobre trimestre, mientras que respecto a un antes había caído un 1%.

Los anteriores datos parecen pues una evolución normal en un mercado maduro aunque no es del todo así. El problema es el efecto de la competencia, que está haciendo mucho daño a su filial británica. La pregunta es, ¿cómo se puede medir el efecto de la competencia en las cuentas presentadas por Banco Santander? La respuesta más apropiada es acudir a los márgenes del banco. Cuando cualquier empresa reduce su margen bruto, es que o bien ha perdido cuota de mercado o bien ha tenido que bajar los precios para mantener su volumen de negocio.

La radiografía del margen bruto de un banco tiene un punto esencial en el que poner la lupa: la evolución del margen neto de intereses. La banca funciona de una manera muy sencilla, compra dinero (paga por los depósitos), y lo vende (el tipo de interés que le aplica a sus créditos). La diferencia es lo que gana el banco. Por lo que si existe un efecto competitivo muy alto, debe apreciarse en la evolución de los tres elementos anteriores.

En primer lugar, las cuentas de Banco Santander en Reino Unido señalan que el crédito ha crecido con fuerza, como se ha visto anteriormente. El problema, es que para incrementarlo en 1%, dato entre trimestres, ha reducido lo que cobra por por prestar dinero un 2,18%, en datos medios siempre. En el caso del primer semestre de 2018, frente a primer semestre de 2017, el crecimiento es mayor y alcanza el 3%, aunque de nuevo para ello ha tenido que rebajar sus precios casi un 5,5%.

Banco Santander en Reino Unico
 

En segundo lugar, los depósitos no han evolucionado tan favorablemente, de nuevo la evolución la explica la política de retribución. Respecto al primer trimestre, Banco Santander ha mantenido plano la remuneración a sus depósitos, en el 0,64%, por ello no ha tenido una evolución favorable en los recursos captados. A su vez, ha reducido un 3% lo que ha pagado en el primer semestre de 2018, frente a lo que abonaba en el mismo periodo de 2017.

El peso en el grupo es cada vez menor

Con la evolución de las distintas partidas pagadas y cobradas, se aprecia que Banco Santander ha tenido que renunciar a parte de su margen para no perder negocio. De hecho, entre entre trimestres el neto ha caído un 2,76%, mientras que en la comparación anual la caída se amplia hasta el 9,05%. El desplome del margen, sin un crecimiento notable del volumen, tiene un efecto obvio sobre la cuenta de resultados: los ingresos y el margen bruto cae y el neto cae todavía más, por el efecto de la inflación en los costes.

La caída en los ingresos por intereses en Reino Unido es del 0,1% en cuanto al resultado entre trimestres y hasta un 5,7% en el semestral. En el caso del margen bruto, el descenso alcanza el 6,5% y por último, el neto se desploma hasta un 21,8%. Todo ello delata, que pese a que la entidad ha reducido lo que cobra, y gana, por prestar no es suficiente para atraer suficiente volumen de negocio.

El desplome de las partidas principales en la cuenta británica tiene como efecto la disolución de la filial en el grupo, en cuanto a dividendos. En 2014, 2015 y 2016, uno de cada cinco euros que ganó la entidad procedía de Reino Unido. En el primer semestre de 2018, tan solo 1,4 de cada 10 euros de beneficio han llegado de Reino Unido.

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