La banca prevé 'dos o tres años' más de travesía para que se normalice su cuenta

  • El presidente de la AEB incluye volver a "reflexionar" sobre una unión con CECA en el nuevo mandato de cuatro años que abre al frente de la patronal
Roldán (AEB) insta a culminar la Unión Bancaria y a "ser realistas" con los requerimientos de capital
Roldán (AEB) insta a culminar la Unión Bancaria y a "ser realistas" con los requerimientos de capital
EUROPA PRESS

Por vigorosa que sea la recuperación de la economía el retorno a una situación normal de negocio y resultados para la banca tardará en llegar. El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, estimó que restan “dos o tres años” hasta la normalización de las cuentas, aunque los vientos de cola se multiplican y los sacrificios y reconversión acometida en la industria la convierten hoy en una de las mejor posicionadas del Viejo Continente. El beneficio de los bancos en la AEB escaló en 2017 por encima de 15.260 millones de euros, frente al récord de 20.000 millones que cosecharon antes de la crisis. 

Roldán, que hoy ha renovado mandato al frente de la patronal, encuentra “síntomas de agotamiento” en el “enorme” esfuerzo para sanear activos acometido -260.000 millones de euros con cargo a la cuenta desde el inicio de la crisis- y entiende que el ‘agujero’ por litigios irá a menos, con altas expectativas de que el crédito vuelva a crecer este año por vez primera en una década.

Un segundo factor clave que ayudará es que “el tsunami regulatorio parece que en 2017 se agota”. Aún deben cumplir con reglas exigentes en capital y provisiones pero, al menos, hoy ven el fin a la insaciable carrera normativa. De hecho ya se han atemperado de alguna forma todos esos factores ‘drenantes’ ayudando a que, junto al empuje del consumo y financiación, se sienta en la rentabilidad.

El beneficio de los grupos bancarios escaló un 41,51% el pasado año y ascendió a 15.264 millones, aunque el originado exclusivamente en España pasó de un beneficio de 3.009 millones a pérdidas de 6.532 millones por culpa de los saneamientos en el Popular. Si se excluyen sus más de 12.000 millones en números rojos, subiría un 5,3%.  Queda en cualquier caso aún lejos de los 20.000 millones coronados una década atrás y que marcaron un record al cierre de 2017, cuando la histórica crisis ahora transcurrida era impensable. 

La rentabilidad de las entidades bajo el paraguas de AEB medida sobre activos alcanzó el 0,60%, por encima del 0,47% de media de la Unión Europea y superior a la banca gala, británica o alemana. Escaló desde un 0,41% del año previo. En su cálculo sobre recursos propios o ROE -ambas cifras excluyen a Popular- subió del 4,1 al 6,2%, algo inferior al 7,1% de la media europea, con un ratio de eficiencia que calificó “de los mejores”. ”Solo Suecia nos gana y por poco. Tenemos mucho hecho y debemos ser ejemplo. Es un motivo de orgullo”, reivindicó Roldán.

El proceso de desaguar los activos tóxicos se está, sin embargo, acelerando por la presión regulatoria que ejerce el régimen de provisiones internacional que entró en vigor en enero y porque cuando los tipos de interés suban mantener activos improductivos será más gravoso, aunque es el momento más esperado por la industria: “Es muy difícil ser rentable en nuestra actividad principal con este entorno de tipos de interés”, reconoció.

Objetivo: subir la rentabilidad al 10%

La principal asignatura pendiente del sector es empujar la rentabilidad hacia cotas que piden los inversores, próximas al 10%. En relación al proceso de fusiones que reclaman los supervisores, Roldán reconoció que hay factores como la transformación digital, la “compleja” regulación y la presión de tipos “que empujan a esa consolidación” aunque el sector ha protagonizado un proceso de uniones y ajustes de estructuras “mucho más fuerte” que el resto de entidades en Europa. El presidente de la AEB abogó por integraciones transfronterizas.

En relación a las prioridades del segundo mandato que se le abre en la patronal y a preguntas directas reconoció la oportunidad de reabrir la reflexión sobre una unión de AEB y CECA, lanzada y abandonada hace unos meses después de que la Troika impusiese la transformación a bancos de las antiguas cajas de ahorros. Roldán reconoció que ahora todos son bancos, "con un modelo muy parecido de banca relacional" y los intereses de ambas patronales son "muy parecidos". "Es una reflexión muy interesante a la que, a lo mejor, en estos cuatro años deberíamos prestar más atención", refirió.

Mostrar comentarios