Bankia contra el reloj: el calendario para cerrar su venta apremia al Gobierno

  • El Ejecutivo reconoce lo tasado de las "oportunidades" por los periodos de 'bloqueo' que impiden deshacer posiciones entre ventas y resultados.
Fotografía de la sede de Bankia
Fotografía de la sede de Bankia
Bankia

La privatización de Bankia es a todas luces una de las asignaturas más difíciles que Luis de Guindos ha dejado a Román Escolano. El Estado debería enajenar el 60,93% que controla del banco antes de 2020 y las ocasiones de desinversión están muy tasadas: el propio Gobierno reconoce que dispone de menos de “una decena” de “ventanas” para colocar los títulos en bolsa. El reto se complica si cabe porque la cotización continúa baja y dejar correr excesivo tiempo esperando su revalorización sería arriesgar a entrar casi época preelectoral donde costará vender acciones si toca reconocer pérdidas para el Erario.

En Bankia desean que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) cumpla con el guión y no vuelva a ampliar el plazo de privatización. Ya lo hizo cuando en 2016 prorrogó en dos años, hasta finales de 2019, el calendario con la incorporación de una disposición el Real Decreto-Ley 4/2016 de 2 de diciembre bajo el argumento de obtener el máximo retorno de ayudas públicas. Bastaría volver a enmendar la ley para ganar tiempo adicional aunque sería en contra del banco, que desea normalizar su situación, e incluso del resto de entidades que aún encuentran distorsión de mercado con la actual situación.

Quedan casi dos años por delante para que el Estado sea relevado por otros accionistas en el capital, pero las oportunidades serán contadas por la simple existencia de periodos inhábiles para desinvertir que jalonan todo el calendario. “Teniendo en cuenta que no se deben realizar operaciones de desinversión durante los 30 días previos a la presentación de resultados de Bankia y que suele ser habitual comprometerse a no realizar desinversiones durante los 60 ó 90 días posteriores a cada colocación, la conclusión es que entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019 el Frob dispondrá de no más de una decena de posibles ‘ventanas’ de oportunidad para llevar a cabo las colocaciones en bolsa”, reconoce el Gobierno en una respuesta escrita a pregunta del diputado socialista Antonio Hurtado.

El cómputo es, incluso, inferior porque en diciembre aprovechó una de las ocasiones para colocar un 7% por 818,30 millones de euros, a razón de 4,06 euros por título. Aquella operación sirvió para mejorar la liquidez de la cotización “abriendo el abanico de opciones para ejecutar la futura desinversión”, agrega el Ejecutivo. Dar liquidez era, precisamente, uno de los principales objetivos perseguidos y conseguidos junto al de incorporar inversores institucionales internacionales, sin lograr, en cambio, revitalizar su precio y empujar la capitalización.

La cotización cerró ayer en 3,903 euros. La entidad íntegra alcanza un valor de 12.040 millones de euros a foto fija y el Estado ingresaría 7.336,34 millones si se desprendiese de toda su participación al mismo precio. Pero el Erario ha comprometido 24.069 millones en el grupo: 22.424 millones en ayudas para BFA-Bankia y 1.645 millones en BMN, hoy integrada bajo el mismo paraguas con la intención, de nuevo, de mejorar su atractivo y maximizar la recuperación de ayudas con una pretendida mejora del valor de la franquicia.

La apuesta de Economía en la desinversión en diciembre era sacar una participación limitada para darle valor con mayor liquidez y sondear opciones cuando el banco descubriese sus cartas para 2020 -el plan estratégico promete más de 2.500 millones de euros en dividendos y aumentar un 62% el beneficio en el trienio-. El anuncio, efectuado el pasado 27 de febrero, no reanimó la cotización que, sin embargo, sí ha ido recuperando posiciones en los últimos días. El Frob podría volver a colocar otro paquete de título al haber vencido el periodo de 60 días fijado como lock-up en diciembre y se espera que supere el 7% último. Una decisión, en todo caso, difícil para el nuevo ministro de Economía porque el precio continúa por debajo de los cuatro euros que en otras ocasiones se han considerado el umbral ideal para lanzar la operación.

Colocar mayores paquetes de títulos

El Estado ha recaudado hasta ahora 2.656 millones en Bankia con la colocación de dos participaciones del 7,5% en 2014 y el 7% ejecutada el pasado ejercicio junto al pago de dividendos. Sin embargo el Erario no ha recibido cuantía alguna porque los fondos recalaron en BFA, que los ha destinado a atender indemnizaciones a antiguos preferentistas de la entidad financiera.

En un intento de profesionalizar al máximo el proceso privatizador el Gobierno fichó a un pool de casi 20 bancos de inversión con el doble cometido de testar de forma permanente el mercado buscando las mejores ocasiones y para diseñar y ejecutar las colocaciones más provechosas en cada momento. La última palabra la tiene el Frob, que se apoya en Nomura. A Bankia, convencida de que se abrió la ocasión tras presentar el plan estratégico hace quince días, le asesora Rothschild. En diciembre se impuso la fórmula de la colocación acelerada de un bloque de acciones, dirigida por Deutsche Bank, UBS y Morgan Stanley.

El Frob se ha mostrado oficialmente contrario a malvender. En su declarada hoja de ruta cabe todo incluso ampliar el calendario u oír ofertas de un tercero aunque hace un par de meses descartó que tal opción estuviese sobre la mesa -las cábalas de unión a BBVA son posteriores-. La alternativa con mayor peso es, sin embargo, una colocación de grandes paquetes de acciones, mecanismo que supondría un mayor descuento cuando la cotización sigue sin remontar el vuelo de forma decidida.

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