BBVA 'rescata' 690 millones de su filial inmobiliaria antes de unirse con Cerberus

  • La sociedad rebautizada como Divarian Propiedad y tenedora de gran parte de los activos que vende enjuga pérdidas y se prepara para su nueva función
Vista aérea de la Ciudad BBVA
Vista aérea de la Ciudad BBVA
BBVA

BBVA tiene revolucionado todo su esqueleto inmobiliario con la megaoperación firmada con Cerberus para sacarse de encima 13.000 millones de euros en 'ladrillo'. Una pieza del puzzle, la patrimonial BBVA Propiedad ahora rebautizado como ‘Divarian’, bajará capital nada menos que desde 927 millones a 2,48 millones de euros para sanearla, ponerla a punto de cara a las nuevas atribuciones y, por el medio del camino, ‘rescatar’ casi 690 millones de euros de la hucha de solvencia.

La sociedad dio luz verde el 13 de junio a la operación en tres fases: los primeros 50,74 millones se amortizan para enjugar las pérdidas encajadas en 2017; los siguientes 184 millones quedan aparcados en una hucha de “reservas voluntarias de carácter indisponible” y, por último, reduce el patrimonio en otros 689 millones “con devolución parcial del valor de las aportaciones realizadas”, conforme al redactado del documento que resume el acuerdo del consejo de administración que aprobó la transacción.

En la jerga financiera bajo el enunciado de “devolución de aportaciones” suele esconderse un ‘rescate’ patrimonial para los accionistas, casi equivalente a un cobro extraordinario de dividendos. Ocurre a menudo cuando una sociedad se prepara o se ajusta para facilitar la entrada de nuevos socios, para entregar un cupón excepcional sin castigar resultados, si hay un superávit de solvencia que permite reducir el colchón o cuando la sociedad ya no precisa tal respaldo porque vira estrategia o reduce su cartera de activos o negocio.

En la entidad eludieron pronunciarse sobre la operación. Queda por dilucidar formalmente, por tanto, la razón última de la reducción de capital y el destino de unos fondos susceptibles de anotarse como aportación extraordinaria en cuenta o reinvertirse en la macroalianza con Cerberus. Otras fuentes infieren que la nueva Divarian Propiedad encajará en el complejo societario con el que se ejecutará la transacción con Cerberus. Conforme al acuerdo, el banco transferirá la cartera de activos inmobiliarios a una sociedad 'cascarón' donde el fondo estadounidense adquirirá el 80% del capital por unos 4.000 millones y BBVA conservará el 20% restante.

Los activos segregables se han valorado en 4.963 millones, a falta de cerrar flecos por autorizaciones pendientes y las ayudas asociadas a activos heredados con CatalunyaBanc susceptible de ajustar el perímetro final aunque no de forma sustancial. El banco ha concedido a Cerberus la opción de otorgarle financiación por hasta el 20% de su talón durante dos años y sin intereses -unos 800 millones sobre el proyecto inicial-.

Una parte de la cartera la aloja en BBVA Propiedad, construída sobre un antiguo fondo inmobiliario que tuvo prácticamente que rescatar a finales de 2008 y ahora vivirá nueva fase. La crisis mundial y el crash del ladrillo provocó estampida de inversores en dichos fondos y sus gestoras, en España y en muchos países de Europa, se vieron forzados a limitar o directamente prohibir los reembolsos para evitar perjuicios a clientes. El de BBVA era el segundo mayor de España y decidió socorrer a los ahorradores comprando sus aportaciones. Posteriormente ha servido además como instrumental para mantener participaciones en sociedades como Metrovacesa o Testa Residencial.

Su redenominación como Divarian Propiedad apunta una nueva vida bajo el entramado de la alianza. Del registro de la marca se ha ocupado Promontoria Marina, la filial que el fondo estadounidense utilizará para cerrar la transacción. Los trabajos para materializarla son frenéticos pero solo podrá ensamblarla cuando reciba todos los permisos oficiales. No obstante, la marca ya cobra vida en la patrimonial de BBVA y en la promotora Anida, rebautizada como ‘Divarian Desarrollos Inmobiliarios’.

Mostrar comentarios